18

3.4K 372 227
                                    

Capítulo dedicado a AlwaysJ0Y

Matthew Cuthbert se encontraban sentados en el salón, conversaban tomando ponche, deleitaban sus oídos con la fina melodía del piano en el momento que Marilla soltó el grito clamando por la presencia de su hermano en la cocina. La madre de Gilbert fue quien primero llegó, luego los dos hombres y poco a poco el resto de los invitados. Ella abrió la puerta blanca, cuando todos vieron la escena empezaron a cuchichear entre si. No lo veían mal, realmente, les sorprendía la situación, eso era diferente.

-¡¿Que hacen?! -la señora Blythe quería llorar, se acercó con el fin de golpear a su hijo, pero la mano regordeta de John la detuvo.

-¡No lo vas a hacer!

-¡Gilbert y Anne están fuera de sus casillas! ¿Acaso no lo has notado?

-¡Matthew, haz algo! -dijo su hermana en tono de reproche.

Ambos hombres se miraron a los ojos y asintieron, él empezó a hablar.

-Toda mi vida he estado a tu sombra, hermana -comenzó en tono distinto, ninguno de los presentes había dicho ni una sola palabra-, no he visto nunca que te alegre algo, que estés conforme con las acciones que cualquiera que no seas tú haga, que aceptes nuevos pensamientos e ideas por parte de el resto. ¿Hasta cuándo? No pienso faltarte el respeto con lo que voy a decir, pero considero que estás siendo completamente egoísta con unos chicos que solamente quieren ser felices, la vida es efímera, tú ya has vivido lo suficiente, has tomado tus propias decisiones... Sé que la amas, yo también lo hago, a mi también me duele verla crecer, hay que dejar que descubra el mundo ella misma -suspiró-. Se irá en unos meses, es una realidad. No será una niña para siempre, aunque te cueste entenderlo, es tu miedo a perderla si llegase a aprender demasiado de la vida, pero en algún momento le tocará y quizá nosotros ya no estemos -se giró para hacer algo histórico de su parte: tener contacto visual con la gente-. Porque sí, todos vamos a morir, sea hoy, mañana o en muchos años. ¿Como en un minuto pudiste derrumbar toda la confianza que nuestra querida Anne había puesto en ti durante todos estos años?

Marilla lo veía como si no lo conociera, como si la tierra se hubiese tragado al verdadero Matthew Cuthbert y le hubiese dado en cambio a un clon más valiente.

-Yo... -empezó a balbucear, fijó su vista en los jóvenes que estaban abrazados junto a la puerta, igual de impactados que ella y con un miedo inexplicable recorriendo su cuerpo por el sentimiento de lo que podría pasar después- Anne, es complicado, es cierto.

-¿Que cosa? -preguntó la pelirroja.

-No quiero perderte, jamás -comenzó a llorar-. No quiero verte sufrir, cuando somos jóvenes pensamos que el mundo está a nuestros pies, que somos inmortales, intocables, inalcanzables. Pero no es así, algún día crecerás hasta tal punto que ninguna decepción te sorprende, nada te emociona y entenderás las palabras que te estoy diciendo. Quiero que seas muy feliz, mi hermosa mujercita, espero que sepas elegir correctamente lo que te hará bien y que me perdones por ser una bruja contigo, te privé mucho tiempo de tu verdadera felicidad sin pensar en lo que realmente tú estabas sintiendo.

Anne retiró sus brazos de los de su novio y se acercó donde su madre.

-Sí te disculpo, porque perdonar solo lo puede hacer Dios, tal y como tú misma me lo enseñaste -la abrazó-. Te amo, Marilla, por siempre y por un día.

-Señorita Cuthbert -el chico tomó la palabra-, jamás haría sufrir a Anne, yo la amo y entre los dos nos respetamos, no nos obligamos a hacer nada que el otro no quiera, hablo por ambos cuando digo que somos las mejores decisiones que hemos tomado.

La señora Blythe miraba con recelo, ansiosa por dar su humilde opinión en un tema que había estado esperando, miraba a Gilbert siendo abrazado por Marilla con lástima, sabiendo que claramente se había equivocado al prohibirle prácticamente lo único que le hacía feliz en todo el planeta.

-Espero que me perdones -susurró la mujer a su hijo casi llorando.

Él la abrazó dándole dos palmadas suaves en su espalda.

-La vida es demasiado corta como para pasársela enojado con la mujer que me dio la vida.

Ella le brindó una sonrisa reluciente.

-Mi hijo no irá a Nueva York -dijo John cuando su amigo Matthew posó su vista en él-. A pesar de que mi esposa haya tomado una decisión apresurada, esta tarde se ha arrepentido y me dio voz por primera vez en mucho tiempo -tomó aire-. Hay una buena universidad privada en Charlottetown que ha optado por darte una beca, así que puedes pasar el verano aquí en Avonlea y te irás junto a Anne cuando las clases inicien.

-Eres asombroso, papá -Gilbert le fue casi asfixiado por la fuerza su padre.

-Claro, si ustedes lo permiten -el señor Blythe volvió a hablar señalando a los Cuthbert.

-Vengan conmigo -dijo Marilla llamándolos con la mano, cuando estuvieron juntos tocó las mejillas de ambos-. Tienen mi permiso y aprobación.

-De mi parte también -agregó Matthew-, es más, tienen mi bendición.

Diana Barry dio dos aplausos un poco incomoda, tenía miedo de que no fuese el momento exacto, pero al notar que todos le siguieron el ritmo, ella sonrió con una alegría propia sabiendo que a pesar de que el día de la feria quería por presión social que Billy Andrews acompañase a su mejor amiga a casa, siempre supo que Gilbert Blythe y Anne Shiley-Cuthbert estaban destinados a ser más que mejores amigos, lo confirmó en el verano cuando el último día de este se realizó una fiesta con fogata en el jardín trasero de Green gables.

-Me gusta el atardecer veraniego -dijo Gilbert mientras Anne se envolvía con una sábana, ya que el frío estaba traspasando sus delgadas ropas.

-A mi me gustas tú -respondió ella, miró al cielo-. Mira, las estrellas comenzaron a salir.

-Son nuestro amuleto de la suerte ¿lo sabías? Siempre han estado a nuestro favor, a nuestro lado -sonrió y estiró su cuello para darle un beso.

Marilla les ofreció más galletas de mantequilla con limonada, bromeaba acerca del otoño, las mariposas y la lluvia que estaba por venir. Matthew sonreía mientras encendía su pipa. Gilbert comenzó a trenzar el cabello de Anne y a colocar en él pequeñas margaritas, pensó que se veía mucho más hermosa de lo que alguna vez se había visto. La abrazó por detrás con el fin de susurrarle unas palabritas al oído.

-¿La propuesta de matrimonio sigue en pie?

-Hasta que la muerte nos separe, mi muchacho.

Ella se giró para darle un beso frente a todos, sin miedo, finalmente y con la luz de las estrellas brillando sobre sus cabezas.

-------------------FIN--------------------

Díganme por favor que les gustó, de verdad le puse todo mi esfuerzo a esta historia por el buen recibimiento que tuvo.
Mi siguiente historia se llama "RAIN" y será publicada treinta minutos después de la publicación de este último capítulo.
Los amará para siempre;
~Cassie.
Amor y luz para todos🌻🌈🍑

🎉 Has terminado de leer 「𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 & 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 × 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭」 🎉
「𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 & 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 × 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora