Capítulo 11

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Nezuko dio un gran salto, también posicionandose sobre la espalda de la demonio. Mientras una demonio intentaba liberarse, la otra la presionaba para que subiera y subiera cada vez más, Pero era bastante difícil

-...c-carajo....IRAS HACIA ARRIBA!!- tomaste los oscuros cabellos de la bestia y los tiraste hacia arriba haciendo que subieran rápidamente.

Nezuko empezó a comprender, logró ver la puerta que llevaba hacia la salida. Se posicionó frente la cabeza de la demonio y empezó a tirarla en dirección a la puerta para que está se dirigiera a ella. Aunque costó y revolorearon por un par de segundos, cruzaron la puerta. Empezaron a golpearse por todas las paredes y muebles de la casa

-...N-ne-nezuko!!- llamaste la atención de la ojirosa- sueltate!!- le gritaste, A lo que de inmediato está se soltó al ver también la luz del día

Volando cerca de la puerta de entrada, con una mano te tomaste del marco y con la otra tomaste el haori de la demonio. Colocaste una de tus piernas en la parte de afuera para ayudarte

-...y-ya haz...haz hecho demaciado daño!....ahora...q-quemate...de una maldita veeez!!- con fuerza la arrojarse fuera de la casa y al estar sosteniendo el haori, el impulso hizo que tu también calleras fuera con ella.

Ambas quedaron a mitad del camino en donde antes estaban los niños del pueblo. Tus ojos agradecía poder volver a ver la luz del día, Pero por otro lado, también veías como la demonio se retorcia de dolor y desesperación. Quería moverse, Pero le era imposible, su cuerpo ardía y se debilitaba cada vez más. Bastó un minuto para que por fin se volviera cenizas

-...mataste a...demaciados niños....ya era hora de que dejaras a todos en paz...- dijiste enojada y adolorida

Intentaste levantarte, Pero tu cuerpo dolia muchísimo y tu espalda estaba matandote, realmente había sido una pelea muy dura. A pesar del dolor debías volver para ayudar a los demás, A si que te levantaste y entraste nuevamente a la casa

-...n-nezuko...- caminatas un poco renga y encorbada, también mantenias tu mano en una de tus costillas-...d-donde estas?...- rogabas que el sol no la hubiese alcanzado

De repente una pequeña niña aparece de tras de un mueble, Nezuko se había hecho más pequeña para poder ocultarse con mayor facilidad. Retomo su forma original y te miro con mucha preocupación

-...estas...bien?- preguntaste a pesar de que se encontraba perfecta a diferencia de ti. Esta vio tu mano y con delicadeza tocó tu costilla-...c-creo que me las rompí...estoy realmente adolorida...- tambaleaste un poco, Pero Nezuko te ayudo

Nuevamente se acercaron al borde del agujero en donde Tanjiro, Zenitsu e Inosuke aún se encontraban. Debían encontrar la forma de subirlos, pero como, debían atar como diez sogas para que pusiesen subir, y aún así se encontraban muy lastimados como para hacerlo ellos mismos. De repente el cuervo de Tanjiro entró volando, siempre tan oportuno

-KAKUSHIS! KAKUSHIS! LOS KAKUSHIS YA HAN SIDO LLAMADOS PARA AYUDAR!- empezó a gritar. Viste a Nezuko sentada tambaleando su cabeza un poco, parecía exhausta

-...tu caja está abajo...a si que supongo que cuando los Kakushis vengan la traerán...una vez que la tengan podrás entrar y el sol no te hará daño- no recibiste respuesta, la joven estaba cansada y cada vez empezaba a dormirse

-...me alegra que todos estemos bien...- miraste a Nezuko la cual había caído al suelo quedando completamente dormida- y muchas gracias....por.... ayudarme....Ne...zuko...- tu cuerpo se apagó, como si de una máquina se tratace, ya no tenías energías ni para mantenerte despierta



Abriste tus ojos con pesar, la luz hizo que tus pupilas dolieran un poco. Te encontraste con un blanco techo y un aroma que conocías, el típico aroma a flores de la finca de Shinobu. No podías mover tu cuerpo por unos cuantos segundos, pero luego pudiste moverte con un poco más de facilidad hasta sentarte

Detrás de la Máscara [Inosuke x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora