Capítulo 1

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Eran como las nueve, diez de la mañana, la brisa fresca y la anaranjada luz solar de la mañana entraron por tu ventana. Ambas cosas te dieron motivos para despertar, abriste lentamente los ojos para acostumbrarte a la luz. Te estirarse y tiraste un gran bostezo mientras tapabas tu boca. Te levantaste y posaste tu peso unos minutos en aquella ventana

-hoy será un hermoso día- dijiste

Luego de hacer tu cama, lavar tus dientes y tu cara, cambiar tu pijama y acomodarte un poco el cabello bajaste hasta la cocina.

Una vez abajo, empezaste a hornear unas masas que tenías preparadas de la noche anterior. Habian diez cajas de madera con interior de tela llenas de masas tapadas con otra tela más. Ganabas dinero vendiendo pan al pueblo, un negocio simple, pasabas con la misma caja en un pequeño carrito hasta que se acabarán, una vez acabados, regresaba a casa a hornear más y volver a salir a vender. Así, todos los dias.

La mitad del dinero era para comprar los ingredientes para hacer la masa y la otra te la quedabas para ti.

Tenias la suerte de que eras conocida en el pueblo por el delicioso y caliente pan que vendias, esto acompañado de tu amabilidad, generosidad, humildad y educación hacia los clientes. Sin mencionar que para muchos de los hombres Y mujeres del pueblo eras una de las más hermosas jovencitas.

Y como No? Una piel levemente morena casi tirando a palida, suave y bien cuidada, estatura promedio, proporciones atractivas pero finas y delicadas al mismo tiempo, labios medianos, cabello castaño claro que la mayor parte del tiempo era algo rebelde pero suave cual seda y tus ojos, vaya que eran hermosos, eran como cristales de color índigo levemente plateados, sin dudas era imposible no ver tus ojos y quedar atontado.

Y como No? Una piel levemente morena casi tirando a palida, suave y bien cuidada, estatura promedio, proporciones atractivas pero finas y delicadas al mismo tiempo, labios medianos, cabello castaño claro que la mayor parte del tiempo era algo rebe...

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-señorita Daiyami- si, ese era tu nombre

-señora Himura, muy buenos días- respondiste a una anciana

-que hermoso día esta haciendo hoy- comentó la mayor sacando platica

-sin dudas, ideal para salir a caminar- respondiste. Y tenías razón, caminar y sentir la brisa acariciar tu cuerpo junto con el sol, ambos regulando la temperatura corporal a un nivel ideal

-es verdad...oh! Casi lo olvido! Que hago aquí hablando! Debo cocinar!- se exalto la anciana

-que cocinara?- preguntaste curiosa, hablar de comida te encantaba, ya que amabas cocinar

-veraz, mis nietos vendrán a visitarme y adoro cocinar para ellos, les haré gyozas, sashimi y para llenarlos por comoleto un poco de mi deliciosa yakisoba-

-señora Himura por favor basta, hará que me de hambre- rió la joven, todo se oía delicioso

-a mis nietos les gusta acompañar todo con pan, tendrás unos bollos?- preguntó ansiosa la mujer

-oh! Por su puesto!...cuantos necesita?- empezaste a buscar

-diez por favor-

Los sacaste y guardaste en una bolsa

Detrás de la Máscara [Inosuke x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora