provocative game • 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍

OO2

—¿Quieres postre? –yoongi preguntó desde la cocina, había llevado los platos sucios de la cena para dejar la mesa limpia.

—¡Si eres tú, sí! –Gritó JiMin, mientras pasaba un trapo mojado sobre la mesa para después pasar uno seco y finalizar poniendo en el centro de la mesa un plato con frutas.

—Park JiMin –se quejó YoonGi detrás de él. Dejó dos platos con flan de vainilla con crema.

—mmm, sí había postre... –yoongi solo responde un simple "por supuesto" y la atención de ambos viajó hacia la tele donde la familia amarilla se reproducía en una maratón. -. ¿Veremos los Simpsons todo el fin de semana? Obvio -preguntó y respondió él mismo, YoonGi solo rió mientras terminaba de comer su postre.

Cuando terminaron sus postres ambos fueron hacia el sofá donde YoonGi se acomodo sobre el mueble y luego JiMin se acomodo sobre su regazo para ver la famosa serie de los amarillos. YoonGi solo podía pensar en el roce de su cuerpo con el de su mejor amigo y esos jodidos pantalones súper cortos que le gustaba usar.

Los muslos de JiMin estaban desnudos, hacía calor por lo que podían entender, pero le era inevitable pensar en sus manos recorriendo la piel suave y desnuda de su amigo. Lo quería sobre él, montando su pene, lo deseaba desnudo mientras daba saltos sobre su polla dura entrando y saliendo de su húmedo y apretado agujero.
Alejó esos pensamientos asustado, su pene empezaba a despertar y JiMin era todo un goloso calenturiento cuando sucedía aquello. A JiMin le encantaba provocarlo y luego dejarlo con una hinchazón entre sus piernas, fingía inocencia luego del descaro porque le gustaba jugar. Así era él.

Jimin se acomodo mejor sobre su cuerpo y para ese entonces YoonGi sabía que había notado el endurecimiento que su pantalón guardaba. La sonrisa coqueta que el menor le dio fue el motivo para confirmar aquello, y entonces ambos sabían que empezaría la tortura.

—¿Yoongi te pusiste duro viendo los Simpson? ¿qué le viste, los senos a Mange? –Rió JiMin, mientras subía por sus muslos hacia su regazo y acomodaba mejor sus muslos a sus costados. Sus manos fueron a su pecho y sus dedos empezaron a dibujar trazos invisibles sobre la camisa negra.

—Qué mierda, JiMin –yoongi se quejo. Sus manos tomaron la cintura de JiMin, como si quisiera apartarlo, pero no hizo ninguna esfuerzo por hacerlo —. No le vi los senos a un dibujo animado.

—¿En qué pensaba entonces, Hyung? –Dijo, su voz cambió a un tono más sensual que antes y pronto empezó a hacer movimiento sobre el regazo del mayor.

YoonGi apretó sus dedos sobre JiMin, no deteniendo los movimientos pero tampoco acelerándolos. Se sentía bien, las nalgas de JiMin se separaban y se acomodaban sobre su miembro erecto, entonces empezaba un vaivén lento pero rudo al mismo tiempo, donde JiMin se mecía sobre él y se apretaba hacia abajo para sentir mejor el calor la carne dura.
Así estuvieron hasta que JiMin se inclinó hacia él encorvando su espalda, YoonGi pasó sus manos hasta la espalda baja y luego hasta apretar las nalgas del menor, juntaba con sus cuerpos con brusquedad y elevaba sus caderas para sentirlo todo. El más bajo no estaba usando ropa interior, lo sentía y agradecía a sus pantalones baratos por ser de tan fina tela.
Se sentía bien, aquellos movimientos de sus cuerpos, sus músculos tensandose y los jadeos que salían sin su permiso, el calor que sus miembros liberaban y el palpitar de la entrada del más bajo sobre la punta de su pene que aún se escondía sobre sus prendas.
No iban a pasar a más, lo sabían y la razón era porque no se atrevían a hacerlo. Ellos eran solo mejores amigos ayudándose entre sí, aunque por mucho que les gustara negar que deseaban más del otro les era imposible.

—Joder, JiMin –El mencionado se inclinó más sobre el cuerpo de Min hasta que suave pechos se pegaron, el pelinegro elevaba su cadera y se enterraba en la piel del otro, en algún momento la remera blanca que JiMin usaba se había subido hasta sus pezones y ahora su cintura era libremente explorada por las manos pálidas que se enterraban en su carne.

Los jadeos de JiMin se hicieron más espesos, el aire era pesado y su cuerpo dolía por los músculos tensados, pero se sentía bien y ese sentimiento de placer era más grande que el de dolor. Se enterró en el cuello pálido y dejó su respiración pesada ahí, YoonGi gimió por eso y aceleró sus movimientos.

—Yoonnie –Susurró en un gemido mientras dentro de sus pantalones el líquido espeso se liberaba. Sus músculos se relajaron y cayó abrazando el cuerpo de YoonGi.

Min en cambio llegó a su límite dando suaves estocadas falsas sobre el muslo de su amigo, con su respiración pesada y sus manos dejando marcas sobre la piel del menor.

—Ahora soñaré con tu pene toda la noche –Fue lo primero que dijo JiMin cuando se respiración se calmó.

—No puedes, no no has visto.

—Creeme, lo sentí lo suficiente.

—te gustaría sentirlo de otra forma –se burló.

—Por supuesto –la respuesta de JiMin no lo sorprendió. A pesar de haber tenido un momento tan caliente con él le gustaba que las cosas no se hayan puesto pesadas para ambos.

No sabrían como actuar si era así, si en vez de bromear JiMin se hubiera levantado y se encerraba en su habitación las cosas serían tan diferentes y la palabra con la que definirían aquello no sería caliente sino error. Pero se sentían a gusto ahora que sabían que las cosas no cambiarían después de ese momento, porque JiMin nunca se levantó de su regazo y porque YoonGi nunca despegó sus manos de su piel.

Porque se sentía tibio estar todavía sobre el cuerpo del otro, porque sus músculos estaban relajados y sus corazones calmados ahora.

—¿Qué fue lo que hicimos? –el menor fue el primero en preguntar. Ambos sabían que si dejaban hojas sueltas en su historia las cosas tal vez se saldrían de control. Pero ninguno estaba dispuesto a nombrar aquello como un error.

—Tuvimos un momento caliente, pastelito –respondió, a media risa antes de abrazar el cuerpo más pequeño y acostarlos a ambos de lado sobre el sofá.

—estamos sucios –dijo con una mueca. Sentía como su pantalón corto estaba pegajoso por su semen. Se sentía sucio, pero bien, sucio pero satisfecho.

—Lo sé, la proxima nos quitaremos la ropa –respondió YoonGi dejando un beso sobre su cuello.

Luego ambos volvieron toda su atención hacia la Televisión frente a ellos, todavía sin despegar sus cuerpo, después tendrían todo el momento que quieran para asearse y pensar sobre lo que sucedió.

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SIN EDITAR
NADA DE NADA

D O L Y

Q puta mierda q te cambie los guiones