✨Rubén Doblas, un joven con trabajos mal pagados. En secreto es el creador de Virtual Hero, el cómic más famoso en España y países de habla hispana.
Tal reconocimiento llamó la atención de grandes empresas para comprar los derechos del cómic y pode...
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Rubén había pasado toda la noche anterior a la junta con el CEO de Triple 7 investigando acerca del crecimiento de la empresa y a lo que iba dirigida.
Se había dado cuenta de que era el primer cómic de ficción en el que se habían fijado.
"¿En serio quieren vender algo en lo que siquiera se habían interesado antes?". Esa era la pregunta que le rondaba en la cabeza, queriendo conciliar el sueño.
Estaba nervioso. Muy nervioso.
Dejando de lado el hecho de jamás había pensado en hacer negocios con empresas grandes, ¿cómo sabía que no se arruinaría la imagen de lo que era Virtual Hero?
No era tonto, en las búsquedas aparecían ciertos cómics que no quisieron dar lo derechos a esa empresa y de un día para otro ya habían quedado en el olvido. Si no aceptaba su oferta, ¿pasaría lo mismo con el de él?
El miedo se apoderaba su mente, ¿qué tal si aceptaba a esta empresa, y otra planeaba derrumbarlos?
Empezó a creer que no importara lo que escogiera, todo terminaría con un final fatídico. Nadie lo preparó para lo que hay allá afuera, Rubén se fue de casa hace años para poder cumplir su sueño de ser famoso con las historias que guardaba en su mente, pero jamás se preparó para enfrentar situaciones de estrés. Mangel lo acompañaba desde que eran jóvenes, lo apoyaba en todo y seguía ahí aún cuando no podía pagarle por todo lo que lo ayudaba; su familia le enviaba mensajes todos los días para darle ánimos, su madre incluso le llama por las noches para preguntarle por las buenas nuevas.
Rubén tenía el apoyo y la suerte de su lado, pero aun así quería darse por vencido.
¿Debería hacerlo?
Con esa pregunta, su mente dejó de dar vueltas y, por fin, logró conciliar el sueño.
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Con enorme molestia, Rubén apagó su alarma, ¿qué podía ser tan importante para haberla puesto el día anterior?
Cerró sus ojos y se acurrucó nuevamente para volver a dormir.
Asustado, abrió rápidamente los ojos, se levantó y miró el reloj. 10:30.
