NYONGTORY.

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Día uno.

Estaba cansado. Llevaba un día entero pasando sus pertenencias a su nueva casa y eso lo mantenía ciertamente agotado.
Estaba seguro que en otras circunstancias no sería el único en aquel lugar aún vacío.

Suspiró.

—el hubiera no existe, Jiyong— se dijo a sí mismo

Tomó un baño y se acostó a dormir.

Era extraño.

Toda su vida había vivido con alguien.

—la cama se siente tan vacía— sintió como una lágrima bajaba por su mejilla y se perdía en aquella almohada.



Día dos.

ya con todas las cajas adentro de la casa, comenzó a acomodar todo.

Colgó algunas de las pinturas que Seunghyun le había regalado, y a su vez, las que él había pintado.
Puso en agua las flores que Youngbae y Hyorin le obsequiaron.
Acomodó en la repisa una figura de Legos que Daesung hizo para él.
Las figuras de buena suerte de sus padres las dejó en unas mesas.
Las copas que Dami le regaló las llevó a la cocina.

Y fue ahí cuando se sintió mal.

Él no le pudo regalar nada.

—no puede aunque quisiera— intentó consolarse.

No estaban peleados, pero se sentía mal cada de recordarlo.

—todo está mejor ahora, Ji— y como si lo hubiese llamado telepáticamente, recibió un mensaje suyo.

No era necesario ver el nombre, ese tono era el suyo. No era un tono asombroso, pero si especial.

"hyung! estoy bien!" sintió su corazón romperse al verlo en la foto. No se veía mal, pero desde lo que pasó, perdió parte del brillo en los ojos, todos sus conocidos lo notaron.

—te lo dije— sentia ganas de decirle eso cada vez que lo veía, ya fuera en persona o en fotos como ahora —eres muy noble– y suspiró

Dejó su celular a un lado. Ya debía estar acostumbrado a que él no le responda.




Dia tres

Ganas de venderla no le faltaban.

No lo mal interpreten, amaba su privacidad, pero estaba harto de desempacar y tampoco quería pedir ayuda. El que vivía más cerca era seunghyun, pero ambos juntos eran igual de flojos.

Abrió una de las cajas más grandes y lo vio. Sintió escalofríos. Lo había olvidado.

Recordó las cosas buenas de esa vez y sabía que si no hacía algo para regresar a esos tiempos, se iba a lamentar siempre.

—por ahora no puedo hacer nada— respondió resignado, pero no del todo.

Tomó el objeto y lo acomodó en el lugar perfecto para su vista. Agarró su celular y le tomó foto.

Se la pasó otro rato tomando más fotos para subirlas todas en conjunto

—sin descripción— finalizó una vez que supo sería lo mejor y lo subió a las redes sociales

A él le mandó esa foto solitaria como respuesta tardía a su selca sonriente en el ejército.

—te extraño, SeungRi— y adjuntó la foto del cuadro donde estaban las figuras de los cinco hermanos.

—te extraño, SeungRi— y adjuntó la foto del cuadro donde estaban las figuras de los cinco hermanos

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one shots de shipps sin ningún sentido xdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora