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El hecho de despertar y abrir los ojos, darte cuenta que aún te mantienes en el mundo y que debes seguir adelante por muy agotado o exhausto que estés, incluso cuando tus párpados no desean abrirse y tu mente se encuentra nublada, es una desmotivante sensación, no solo por como te sientes sino por como piensas, y creo que muchos han llegado a ese punto, un final sin aparente retorno en donde no sabes que hacer contigo, se lo dejas todo a la improvisación y milagrosamente consigues continuar, avanzas y avanzas hasta que el vaso de agua vuelva a formar una tormenta, más y más pesada, dando a la espera de que algún día te canses y no puedas. Si alguna vez te preguntaran de que forma podrías resumir la existencia y permanencia humana, quizás debas pensar y considerar el sufrimiento de otros para tomarlo de referencia y responder con sinceridad pero frialdad, después de todo, la verdad es ocultada en un pastel, que hasta no haber probado no sabrás su sabor.
- • - Guarida la misma mañana antes de la misión - • -
Entre sueños y ronquidos desperté, una densa luz golpeaba mi rostro con severidad dándome la señal de un nuevo amanecer, junto a nuevas posibilidades de algún día encontrar la paz que tanto llevo deseando. Luego de meditar y reconsiderar mis acciones, llegué a pensar en muchas cosas, unas buenas que podrían llamarse optimistas y otras malas que podrían ser realistas; acabaré con mis suposiciones y organizaré mis pensamientos a lo largo del día, después de todo no tengo tiempo que perder, pues hoy no será un día fácil, necesitaré de mucha cautela tanto como de independencia, pues no me apoyo de habilidades sigilosas.
Mientras hablaba conmigo mismo comencé a estirar mi cuerpo, respirar la naturaleza y su ambiente para luego tomar una ducha frente a un lago del cual dependemos.
Tras haber cesado la ducha y regresar a nuestra "base" transcurrieron al menos treinta minutos, treinta minutos de silencio y tranquilidad total; solo yo y mis pensamientos formulando así lo que venía.
Al regresar a la guarida no me percaté de que nadie estaría despierto, hasta que sentí un leve escalofrío en mi retaguardia, era Sans, el cual me miraba indiferente como siempre; hay veces que me gustaría saber que piensa ese esqueleto y de dónde saca tanta tranquilidad y normalidad.
Sans preguntó por mi estado, a lo cual respondí perfectamente sin problemas, le aclaré que el plan no paraba de carcomer mi cabeza a lo cual el esqueleto soltó una carcajada y mencionó no ser el único con ello encima. Tanto Frisk como Sans, no estaban listos para lo que se venía si algo malo sucedía en el intento y como era evidente, ellos no serían los únicos preocupados; Undyne suele despertar más temprano que nosotros para su entrenamiento pues parece haberse animado desde que mencioné el plan exclusivo para nuestra supervivencia. Antes de ello solía pasear con el hermano de Sans, nombrado como Papyrus, ambos se mantienen tan enérgicos que dan buenas vibras a la gente que les rodea lo cual es bueno, sin ellos no hubiera logrado la tranquilidad ni mucho menos que el plan se lanzara a cabo.
Luego de expresarle a Sans mi preocupación lo invité a acompañarme, pues teníamos que buscar a Undyne y Papyrus antes de que el medio día viniera.
Mientras iba a mi destino, surgió una pregunta de mi cabeza haciendo que dejase atrás el plan por un rato, la pregunta trataba sobre el sueño de esta madrugada, pues tenía claro que no era la primera vez que soñaba esa situación con la misma cosa o persona. Desde que abrí la barrera recuerdo haber tenido un par de flashbacks, recuerdos que surgieron de repente en mi mente como si alguien pusiera sus recuerdos en mí, es una duda de la cual debo encontrar respuesta porque de no hallarla, andaré con un mal presagio todo el tiempo.
Hace años, exactamente cuando caí, me encontré con una cabra la cual se hacía llamar Toriel, estuve con ella semanas hasta que me aburrí; había un sótano el cual ella recalcaba que no descendiera hasta que sin avisar, decidí bajar y al llegar a lo largo del final de un pasillo una gran puerta me esperaba, algo me decía que debía abrirla y lo iba a hacer pero la llegada repentina de la cabra me sorprendió y no pude hacer nada más que quedarme quieto esperando su discurso... ¿Qué crees? No lo hubo, solo mencionó que afuera era peligroso, que era mi decisión salir o no hacerlo, pero había una condición, algo que no esperaría de ella; recuerdo que mostraba una expresión fría pero piadosa y como condición ofreció que me enfrentara a ella, si lo hacía y ganaba yo podría salir, pero si me derrotaba, me quedaría con ella y no bajaría nunca más. En ese momento estaba apunto de hablar, de solucionar y dialogar pero Toriel se negó a escuchar, solo dijo que me preparase y así hice; un fuego ardiente desprendía de sus manos, ella utilizaba magia comparado conmigo que utilizaba el puño limpio.
La sala empezó a exprimir tensión y en un parpadeo una bola de fuego rozó mi ropa, casi quemaba mi suéter y a duras penas pude esquivarlo; corrí rodeando a Toriel, mientras lo hacía todo pasaba lento, tenía el presentimiento de que ella no quería atacarme pero no estaba en lo cierto, ella había propuesto esto y yo no podía perder en el intento entonces fue cuando la determinación me hizo fuerte. Una inquebrantable voluntad dominaba mi alma y cuando me acerqué a Toriel me preparaba para darle un golpe que la desestabilizara pero en un instante otra bola de fuego fue dirigida a mí, cuando pensé que podía esquivarla fuí sorprendido y atacado con la misma directamente, dando un impulso en todo mi pecho hasta sentir que ardía mi corazón y haciendo perder mi estabilidad hasta caer de cabeza y tropezar con parte de un pilar que se hallaba en la sala. Cuando caí perdí la noción, obscuridad fue lo primero que ví, escuché una risa tenebrosa pero contagiante y luego desperté recostado en la puerta de lo que era la salida. Tras haber abierto mis ojos me hallé en un silencio mudo, el frío aire era el único que escuchaba y tocaba mi rostro mientras mi subconsciente se preguntaba lo ocurrido, miré a mi alrededor y no encontré ni un rastro de Toriel, no hasta que di unos pasos a ciegas y accidentalmente pise... ¿Polvo? Había casi una pirámide de polvo y a ello lo acompañaba un vestido, el vestido que identificaba a Toriel con un símbolo delta en su pecho. Me preguntaba que hacía eso ahí pero simplemente no lo supe, no tuve rastro de ella en ningún lado de su casa, supuse que se había ido a reflexionar y que simplemente me dejaría ir tranquilo y así fue.
Abrí la pesada puerta y tras hacerlo recuerdos de lo que viví con Toriel se pasaban por mi mente, me ponía triste dejarla sola pues la consideraba una madre para mí... Una fuerte luz golpeó mi rostro y ahí comenzó mi historia, un camino destinado de pruebas y experiencias de las cuales debía superar y adaptarme.
... Desde ese día comencé a tener sensaciones extrañas, o eso es lo que recuerdo, aunque no habían sido tan significantes, no hasta que salí del subsuelo con el apoyo de las almas humanas.
Sin darme cuenta ya había llegado a mi destino junto a Sans y en eso buscamos con la mirada a Undyne y Papyrus los cuales parecían no estar en aquella zona. Sans dijo mientras analizaba extrañado la zona - Algo no anda bien, Frisk - y fue cuando asentí estando de acuerdo al percatar una gran hondura de dos árboles cercanos de aquella área. El esqueleto y yo quedamos en acuerdo con seguir los rastros que se encontraban dando la dirección a un espacio cubierto de árboles donde había poca visión, ambos avanzamos un poco y cautelosamente comenzamos a acercarnos al ruido de una rama romperse y cuando estuvimos a punto de aproximarnos Undyne y Papyrus salen de la nada de un árbol. En este caso la pez se encontraba cargando a Papyrus pues parecía algo herido por lo cual, al Sans notarlo pregunta preocupado por lo sucedido y su estado; Undyne responde entre sonrisas que todo andaba bien, solo andaban jugando a los escondidos, el juego que les enseñé luego de llegar a la superficie.
En eso Undyne suelta a Papyrus quien parecía en buen estado a excepción de algunos raspones y una mínima cortada en su huesuda mejilla. Nadie le tomó importancia y todos nos fuimos devuelta a la guarida hablando de como haríamos el plan, planteando cada posibilidad como si viéramos el futuro y sin darnos cuenta la noche cayó y todos los preparativos estaban listos.
Cada monstruo se había unido en un gran abrazo como apoyo y partida de nosotros y entre tanto cariño, deseo pero incertidumbre la hora llegó y partimos desapareciendo de cada vista.- • - C O N T I N U A R Á - • -
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♥ DisorTale ♥ - Distorsión.
PertualanganHumanos y monstruos vivían en paz, o eso era lo que se creía hasta que un día, sin aviso la masacre y la guerra cayó sobre las cuidades. Ambas razas entraron en desacuerdo provocando que los monstruos fueran expulsados y desterrados de sus puestos...