Cuarentena De Amor (Erick Colón Y Tú)

Capítulo 27 "Nicolás"

-Y eso fue lo que pasó -dijo emocionada-

-¡Wow, felicidades amiga!, se ve que Joel es un buen chico -sonreí-

-Sí es muy tierno, ¿y tu, que me cuentas?, ¿cómo estás con Erick? -me preguntó-

-Pues las cosas van marchando bien, él es muy lindo conmigo pero.... -hice una mueca-

-¿Pero? -me miró extrañada-

-Sigo teniendo miedo -dije triste-

-Es por lo de Nicolás ¿cierto? -me miró-

-Tal vez -agaché la cabeza-

-¿Ya le contaste a Erick?

-Aún no, sinceramente no se por donde empezar -dije frustrada-

-Pero deberías contarle, Erick tiene derecho a saber -me tomó de los hombros-

-Si, tienes razón.

El día transcurrió normal, estuvimos hablando y jugando entre nosotros hasta que cayó la noche. Estaba en mi habitación, ya estaba decidida que le iba a contar a Erick lo de mi ex novio así que le había dicho que nos viéramos en mi habitación para hablar, estaba sentada en mi cama jugando con mi dedos nerviosamente cuando escucho que tocan la puerta.

-Pase -grité-

La puerta se abrió dejando ver Erick con su pijama puesta

-¿Que querías hablar conmigo princesa? -se sentó en la cama quedando frente a mi-

-Quiero contarte lo que pasó con mi ex novio y porque tengo estos miedos -dije con seguridad-

-¿Estás segura?, no quiero que te sientas presionada, puedo esperar si quieres -puso su mano en mi hombro-

-Lo miré a los ojos -Si estoy segura, yo quiero contarte.

-Está bien, te escucho -me miró temeroso-

-Hace dos años cuando tenía 15 conocí a un chico dos años mayor que yo, se llamaba Nicolás, ojos azules, cabello rubio y piel blanca, el chico perfecto diría yo. Después de un tiempo de conocernos nos volvimos novios, estaba tan enamorada de él que cuando cumplimos dos meses -hice una leve pausa- le entregué mi virginidad, estaba tan segura de que era el amor de mi vida que no importaba nada, pensé que sería incapaz de hacerme daño hasta que cumplimos tres meses -Erick me miraba atento-

Flashback

Estaba en mi habitación cuando me llega un mensaje de Nicolás invitandome a comer a su casa esa misma noche, complacida acepté su invitación, me dijo que me esperaría con ansias, "pero que tonta fui". Salí de mi casa para dirigirme a la de Nicolás, cuando llegué toqué la puerta y él me abrió casi al instante.

-Hola amor -lo saludé con una sonrisa-

-Hola nena -me besó- pasa -se hizo a un lado para que entrara-

Cuando entré vi la mesa adornada con velas y había comida servida en dos platos.

-Siéntate guapa -me dijo jalando la silla para que me sentara-

-¿Hiciste todo esto para mi? -pregunté conmovida-

-¡Claro!, esta noche va a ser especial -sirvió vino en dos copas- brindemos por nosotros -levantó la copa-

Yo levanté la mía y las chocamos para después darle un sorbo, "jamás pensé que esa noche sería un infierno para mi".

Después de que comimos empezamos a charlar pero una cosa llegó a la otra y terminamos basándonos en su cama y él estaba sobre mi, mientras nos besabamos vi que la puerta se abrió entrando dos amigos de Nicolás.

-Nico -lo llamé- ¿que hacen ellos aquí?

-Son mis invitados especiales -se levantó-

-¿Qué? -estaba muy confundida-

-Si colaboras esto no será tan traumante -dijo uno de los amigos-

Nicolás sacó de su bolsillo una venda y ató mis manos a la cama con ella, yo forcejeaba pero él era más fuerte.

-¡¡Por favor!! -intenté soltarme- ¿que me van a hacer? -estaba llorando desesperada-

-Que lástima que ya no es virgen, esas valen oro -dijo el otro amigo-

-Bueno a lo que vinimos -habló el otro chico-

Los tres se acercaron a mi, empecé a forcejear pero uno me tomó de las piernas mientras Nicolás y el otro chico me besaban.

-¡Basta! ¡basta por favor! -les supliqué- ¡¡ayuda!! -empecé a gritar-

-Cállate -me golpeó uno de los chicos-

Pero yo no me callé, seguí gritando lo más fuerte que pude.

-¡¡¡Ayuda por favor!!! -sentí como mi garganta se desgarraba de lo fuerte que estaba gritando-

-Suficiente -Nicolás se levantó y me puso un mordaza en la boca-

Desgarraron mi ropa mientras yo les forcejeaba, pero era inútil, estaba perdida, cuando de repente escuché la puerta principal abrirse de golpe.

-¡Policía! -escuché como un hombre gritó, "resulta que una vecina escuchó mis gritos y llamó a la policía"-

-Mierda la policía ¡¿que hacemos?! -dijo Nicolás-

No les dio tiempo de actuar ya que al instante la policía abrió la puerta de la habitación.

-¡Ustedes al piso! ¡¡Al piso!! -gritó el policía apuntado a los chicos con un arma-

Los chicos sin tener opción se tiraron al piso, mientras los esposaban otro policía me desató y me quitó la mordaza.

-¿Estás bien? -me preguntó-

Lo único que pude hacer fue abrazar al policía mientras lloraba.

-Tranquila, ya estas segura -me acarició la espalda intentando calmarme-

"Esa noche marcó mi vida para siempre"

Fin del Flashback

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