VEINTIDOS

1.6K 96 3
                                    


————§·§————

"No te alejes de la orilla"

——§·§——





LA IRÁ ME HABÍA INVADIDO, EL ODIO DESMEDIDO SOBREPASO MIS LÍMITES, pero lo qué más me causó desagrado, lo que logró que aquella aversión se desatara con tanto ímpetu, fué lo que estaba insinuando, realmente no estaba segura si él de verdad creía eso o simplemente eran palabras vacías, con el afán de molestarme e irritarme, pero mi reacción fue presipitada, realmente aquella irá logro controlarme por completo. Cada palabra que él dijo, cada cosa que insinuó me hizo sentir aborrecimiento, odio, me hizo sentir que todo era realmente un estúpido juego, algún capricho que su mente retorcida anhelaba, sin importar a quién o quiénes dañaría. No entendía como siquiera se atrevía a decir aquello, esas palabras que parecían verdad antes sus labios, me enojaba, me molestaba el hecho de que sin importar lo que él me hiciera, o el daño físico que me causara, creía que de alguna manera yo lo disfrutaba, y eso me asqueaba, me hacía sentir tanta repulsión hacía su persona.
Él lo hacía para dañarme, para lastimarme, para causar una reacción de tristeza, pero mi cuerpo, mi mente, mi alma, mi corazón habían sido invadidos por ese sentimiento hace demasiado tiempo atrás, y eso ahora no causaba mas que una irá desmedida, que lo único que anhelaba en este preciso instante, era hacerlo sufrir, ver como con cada palabra dicha por mí, su rostro se contorsiónara de la tristeza y desdicha, igualándo lo que yo había sufrido.
No me importo nada, porque lo único que en esté momento quería era verlo padecer, quería abrir aquella vieja herida, quería que el dolor que sintió, resurgiera, quería que ése mismo dolor lo consumiera, hasta dejar nada, hasta dejarlo sin ningún sentimiento y que por primera vez sufriera lo que yo, en carne propia. Lo merecía más que cualquier persona en esté mundo, él era cruel, era la persona más egoísta y manipuladora que había tenido la desdicha de conocer, merecía cada sentimiento de dolor, que la muerte de Amelia pudiera ocasionar.
Me regocijaba saber que aquello lograba perturbarlo de tal manera y no sentía ninguna empatia por él, ni por nadie en esta habitación

Jamás la sentiría

Así que cuando ví como su rostro cambio de un arrogante y soberbio a un afligido y triste Antuan, no sentí nada, más que satisfacción. Cuando ví que aquella postura de prepotencia y seguridad se desvanecio, siendo reemplazada por la desconfianza y la incertidumbre, no sentí absolutamente nada, más que regocijo y por una vez en esta vida pude ver como sus manos temblaban constantemente, mientras que se quedaba viendo a la nada, entretanto sus ojos, aquellos que parecían solo conocer el odio, ahora irradiaban desdicha y desconsuelo, mientras que se cristalizaban. Aquella postura por parte de él, era totalmente desconocida para mí, y de alguna manera me alegraba ser participé de ésto, él lo merecía, merecía cualquier dolor, que el nombre de Amelia, haya desenterrado, y no sentía ninguna compasión por él.
La mirada de Lancelot, también cambio, aquella imponente mirada, llena de seguridad, dirigida Antuan, desapareció, para solo enfocarse en mí, su mirada se reemplazó por el desconcierto y la preocupación. Todo parecía ir en camara lenta, sus reacciones, las facciones de sus rostros cambiaron, todo el ambiente en la habitación, cambio, todo se volvió un caos

—¡Responde!—Antuan intentó gritar, pero salió mas como un alarido de frustración—¿Como supiste... —Se detuvo antes de terminar la pregunta, tomando una bocanada de aire—... de Ameli-a? ¿Quién te habló d-e ella?—Preguntó con dificultad

No le respondí, no importaba que tanto insistiera, no lo haría. Sus manos aún seguían en constante movimiento, lo único que cambió, fue su rostro, sus facciones, aún mantenían cierto dolor, pero ahora parecía furioso, lleno de irá, lleno de dolor, todo combinado, todo a la vez.
Intentó acercarse hasta donde me encontraba, pero retcocedí en cuanto ví lo que haría. Él se detuvo

AMORE OSSESSIVO "FINALE"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora