Capítulo II "Una tarde peculiar"

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J O E L
Lunes, 5 de marzo de 2024
3:50 p.m

Con calma regresé a mi casa caminando, al doblar la esquina de la escuela choque con una chica, era pelirroja, vestía un suéter verde, y una camisa blanca, con una falda roja, unas medias blancas y unos zapatos rojos, tenía unos hermosos ojos color verde, y una pulsera del mismo color, sus libros cayeron al piso, y conforme el estruendo, dos miradas se cruzaron en un punto del espacio que paralizó todo, era realmente hermosa, y yo no atiné a decir nada más allá de:

-L... Lo siento, no miré por... Por dónde caminaba-; ella apenada agachó la mirada y apuró a recoger sus libros, -Diablos, mi calculadora se rompió...-, dijo en una suerte de susurro, -Per... Perdona, te daré la... La mía...-, dije, apresurando a sacar mi calculadora de mi mochila, y agachando para dársela y ayudarle a recoger sus libros, y cuando ambos nos levantamos, un hombre alto, que portaba elegantemente un traje café, de barba blanca, bien cuidada, y un cabello canoso, atinó a decir, -¿Qué está pasando aquí?-, ella sólo agachó la mirada, y dijo, -Per... Perdón, se me cayeron los libros y él me ayudó a levantarlos-, dijo, pero inmediatamente le corregí, -No, fue un descuido mío señor, yo choque con ella.-, mirándolo a los ojos, entonces volteó su feroz mirada hacia mí, apretó los puños y me gritó que me largara, así que lo hice sin mayor imposición, pero antes ella me regaló una mirada tan brillante como el universo mismo.

Al alejarme de la instituto, decidí pasar un rato en un parque que encontré de camino de regreso a mi casa, así que me senté plácidamente en una banca.

N A R R A D O R

Una tarde plácida de otoño, un cielo nublado, bufandas volando con el aire, mechones de cabello blancos impulsados por éste mismo, dos pares de ojos buscándose, unos ojos azules tan destellantes como el mismo cielo, y unos ojos grises, casi blancos como la pureza más inocente que había en aquel lugar, una bufanda naranja, unas botas altas a la rodilla, una silueta femenina al alcance de la vista de aquel chico, su cabello reposando, rubio sobre sus hombros pequeños, un chaleco café, y unos pantalones naranja, aquellos dos ojos se juntaron en una mirada única, una chica rubia de ojos azules, que vestía con una bufanda naranja igual que su pantalón, y un chaleco café igual que sus botas, cruzaba miradas con Joel, una sonrisa se hizo presente en ambos semblantes, los dedos de la chica reposaban expectantes en su rodilla, esperando que la mano de Joel los tomase, mientras ella movía esos dedos uno por uno, haciéndolos chocar contra su pierna.

Y en ese momento todo se paralizó:

Las hojas en pleno aire...

Ambas miradas...

Incluso el volar del bicho más pequeño...

Todo se paralizó para ambos en el momento en que sus miradas se cruzaron, y Joel sonrió, esa sonrisa de seguridad reflejada a kilómetros, tomo su mochila y caminó lentamente hacia ella, ella se levantó de su asiento y los dos se encontraron bajo un árbol del que caían hojas sin cesar, se pararon uno frente al otro, y se miraron unos segundos...

J O E L

-Hola...-, dije, ella amplió esa sonrisa hermosa en su semblante, y respondió, -Hola...-, dijo, -¿Cómo te llamas?-, pregunté, -Carolina, ¿Y tú?-, preguntó amablemente, -Joel...-dije sonriendo...

(...)
4:20 p.m

Después de conocernos un rato, me dijo, -Disculpa, me tengo que ir... Tengo que llegar a mi casa en 30 minutos-, y ante la imposibilidad de separarme de ella le dije: -Por favor, déjame acompañarte a tu casa...-, sonriendo, entonces aceptó, y nos fuimos caminando.

(...)
4:46 p.m

Estábamos a una cuadra de su casa, y entonces un chico apareció en una esquina, -Carolina... ¿Quién es este?-, dijo con notoria molestia, -Gabriel... Él es Joel-, dijo, entonces el chico se dispuso a jalar a Carolina del brazo, pero yo tomé fuertemente su muñeca, con ese tono de voz no pretendía buenas intenciones con ella.

-Carolina, ¿Quién es él?-, pregunté, -Soy su ex novio, y más te vale que dejes a Carolina en paz-, amenazó, entonces lanzó un puñetazo a mi rostro, que no pude esquivar, caí sobre el concreto, -¡Joel!-, gritó Carolina, me incorporé rápidamente, y me limpié la sangre de la nariz. -Imbécil-, dije, para después ponerme en guardia, vino hacia mí y golpeó al costado derecho de mis costillas, pero logré cubrirme y tomar su cabeza debajo de mi brazo, y cuando me dispuse a golpearlo, inmediatamente conectó un golpe con el codo a mi abdomen, lo que me hizo retroceder, y dándole paso a que se reincorporara, para conectar una ráfaga de golpes a mi cara, y terminar noqueándome con una patada a la cara, entonces ví cómo se dirigía a Carolina, mientras le decía, -Esto es lo que le pasa a todos los idiotas que vienen a defenderte, ¿Me escuchaste?, A cada uno lo voy a mandar al hospital-, dijo determinante mente mientras la jalaba del brazo, y lleno de impotencia y rabia, grité desde el suelo.

-¡Oye imbécil, aún no acabas conmigo!-.

Y lentamente comencé a pararme, -Carolina, vete a tu casa...-, dije, ella asintió, y en cuanto comenzó a correr, el chico la tomó fuertemente del brazo, pero inmediatamente le dí una patada al estómago que lo tiró, y ella se fue corriendo.

-Escucha idiota, no vas a acabar fácilmente conmigo-, dije, entonces se incorporó, y caminó en guardia hacia mí, lanzó un golpe a mi cara del que me cubrí, pero inmediatamente tomó mi cabeza y la llevó a su rodilla, rompiendo mi guardia, y conectando un golpe brutal a mi cara, caí al piso, y me levanté nuevamente, vino de nuevo y lanzó un golpe al costado izquierdo de mi cara, pero con mis dos manos detuve el golpe y agarré su puño, dando un paso hacia adelante y conectando un golpe con la rodilla al estómago, lo hice retroceder, pero rápidamente volvió y conectó un golpe a mi mandíbula desde abajo, haciendo mi cabeza volar hacia arriba, y por ende, abriendo los brazos, lo cuál aprovechó para darme una ráfaga de golpes en el abdomen y terminar con una patada enmedio de éste, caí hacia atrás rodando, y la velocidad fue tal, que volví a caer de rodillas, y él terminó por fin, dando una patada a mi cabeza.

Justo después de eso, todo se puso negro.

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Espero que les esté gustando la serie, ya verán que lo que se viene será mucho mejor :3.

El Infierno de JoelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora