Capítulo III "Segundo Encuentro"

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S H A R O N N E

(30 minutos después)

Me dirigí hacia la enfermería, ahí yacía Cerberus apenas levantándose, respiraba un poco falto de aire y se tocaba la cabeza, miraba hacia abajo hasta que escuchó mis pasos y me miró.

-Vaya, el nuevo sí que te dió una paliza...-, dije, él me miró con algo de resentimiento: -Debo reconocer que no es solo un hijo de papi... Sabe pelear bastante bien...-, dijo él mientras sentía los vendajes que tenía en la cabeza, se levantó y tras despedirse de la enfermera se fue conmigo.

Salimos de la enfermería y comenzamos a platicar mientras nos dirigimos hacia la cafetería, tomamos algo de comida y comenzamos a comer mientras charlamos.

Comió apresuradamente y habló bastante poco, se acabó el plato en cuestión de minutos, ya transcurría la tarde y ninguno había comido, sin embargo yo traté de disfrutar cada bocado.

Después de eso nos dirigimos al entrenamiento rutinario.

Al entrar al campo, vimos a varios de nuestros compañeros en una línea horizontal, entre ellos Joel.

El entrenamiento comenzó, hicimos lo de siempre, practicamos golpes, patadas, manejo de armas, corrimos más de el doble de lo acostumbrado, y sin embargo Joel parecía no cansarse tan fácil.

Llegó la hora de las peleas, el general encargado del entrenamiento nos dividió en dos equipos, y dió el turno a uno para elegir su pareja.

-Yo lo elijo a él...-, dijo un Cerberus enojado apuntando con el dedo y la mirada hacia Joel.

C E R B E R U S

Estaba preparado para la revancha con ese idiota, nos colocamos frente a frente y ambos alzamos la guardia.

Lo miré unos segundos y después corrí hacia él, comencé a lanzar una serie extremadamente larga de golpes que esquivaba con dificultad, algunos rozaban su piel y otros acertaban al objetivo, pero después sentí un golpe conectar con mi estómago, Joel me había conectado un golpe que me había doblado, pero aproveché el impulso hacia adelante para dar un salto hacia adelante y tratar de hacer una llave con las piernas a su cuello, cosa que de milagro funcionó, así que ambos caímos, teniendo su cuello entre mis piernas y apretando el mismo con fuerza tal que en cualquier momento se rompería.

Sin embargo, con una fuerza que yo desconocía hasta el momento, logro alzarme con nada más que su cuello, y tras ver por un breve momento sus ojos brillar en un tono blanquecino, logró azotar mi cuerpo en el suelo.

Solté su cuello y rodé hacia atrás mientras recuperaba el aliento, corrió hacia mí y trató de conectar un golpe desde arriba, sin embargo detuve su mano y poniendo su mano en su hombro logré alzarlo y pasar su cuerpo por arriba del mío con una fuerza bestial provocada por mi ira, para finalmente azotar de vuelta su cuerpo contra el suelo, y subiendo mi cuerpo sobre el suyo para golpear su cara directamente, saliendo sangre después de unos cuántos golpes, pero Joel interpuso su guardia y comencé a golpearla con una bestialidad enorme, incluso usando las dos manos como mazo, desquitando el gran rencor que tenía contra él, haciendo que sus antebrazos se pusieran rojos después de unos segundos, pero justo después, éstos se estiraron para golpear mi mandíbula simultáneamente.

Tras ésto levantó su torso sorpresivamente y me hizo caer hacia un lado con un codazo en el rostro.

Se levantó exhausto y comenzó a respirar, al cabo de unos segundos me levanté también y respiré a su compás.

Corrimos y conectamos un puñetazo simultáneamente en el rostro, haciendo que cada uno retrocediera y volviera a la pelea, saltó mientras giraba y conectó una patada con mi antebrazo, que originalmente iba dirigida a mi cara pero logré bloquear, para después sostener su pierna y dar un codazo directo a su rodilla, haciendo que la misma se doblara hacia adentro y después volviera a su lugar, lo cuál le hizo soltar un grito de dolor, y después de eso conecté un puñetazo bestial a su rostro que lo hizo caer hacia atrás.

El Infierno de JoelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora