Aire libre

11: tentador

"¿Le dijiste a Kikyo que no ibas a verla a almorzar?" Abi le preguntó a Midoriko con curiosidad. Estaban en un auto show. Abi le había convencido a Midoriko; Midoriko todavía no estaba segura de cómo perdió esa discusión. El demonio pájaro tenía la lengua de una serpiente o algo así para que eso sucediera en lo que respecta al humano.

"No, pero hablaste con Sesshomaru y le dijiste que estabas conmigo. Lo tomará como su oportunidad de ir a almorzar con ella", respondió Midoriko.

"Ya veo. ¿Ustedes dos tienen un sistema resuelto?" Abi lo adivinó.

"Supongo que puedes llamarlo así. Solíamos tener días escogidos".

"Entonces, ustedes dos estaban compartiendo Kikyo, ¿eh?" preguntó el demonio pájaro. Ella no estaba bromeando o burlándose de su compañero humano de ninguna manera.

"Supongo."

"Bueno, al menos estás cerca de tu hermana. ¿Almuerzas con tus amigos cuando no es tu día?" Preguntó Abi con curiosidad.

"No. Trabajo durante el almuerzo cuando no me encuentro con ella. No tengo amigos", admitió Midoriko en un tono bastante avergonzado. Ella y Kikyo eran los reservados en su familia y rara vez hacían algo que pudiera confundirse con un amigo. Kaede y Kagome fueron las que salieron y socializaron e hicieron amigos.

"Hmmm ..." Abi se rió un poco, pero no dijo nada. Midoriko se preguntó qué era tan elegante, pero decidió no preguntar. La conversación se interrumpió y continuaron caminando por el show de autos. Midoriko decidió en silencio que el espectáculo no era una idea tan mala como había supuesto al principio. Incluso se atrevió a sonreír un poco, lo cual Abi notó, pero no dijo nada al respecto. La princesa demonio sonrió un poco ella misma.

Sesshomaru no podía creer la situación en la que se encontraba actualmente. Bankotsu le había ordenado que abandonara a Kikyo o tendrían que luchar. Sesshomaru ni siquiera se había molestado en dignificar la elección con una respuesta y, por lo tanto, Bankotsu lo atacó.

Al principio, Sesshomaru no había pensado que Bankotsu hablaba en serio hasta que el joven lanzó un golpe que casi conectó. Fue bastante sorprendente para el demonio. Sesshomaru esquivó la huelga, lo que sorprendió a Bankotsu. El perro demonio fue más rápido de lo que pensaba.

"¿Que demonios?" Murmuró Bankotsu, pero no pronunció ninguna otra palabra.

Sesshomaru respondió, golpeando a Bankotsu en su estómago descuidado. El humano tosió de dolor y cayó de rodillas, sorprendido por la agonía que recorría su cuerpo; el noble también podría haberlo golpeado con un edificio en su abdomen. Sesshomaru simplemente lo dejó allí en el suelo y entró en la clínica, yendo directamente a la oficina de Kikyo.

"Amado", dijo Kikyo, sin esperar verlo nuevamente para almorzar.

"Abi está con tu hermana otra vez, diciendo que iba a expandir los horizontes de Midoriko en lugar de al revés", informó Sesshomaru, lo que le explicó su presencia.

"Eso es bueno", comentó Kikyo.

Sesshomaru asintió de acuerdo. Mientras Abi y Midoriko se mantuvieran ocupados, él era libre de pasar su tiempo con Kikyo. Esperaba que esos dos encontraran muchas, muchas cosas que hacer juntos.

La pareja se fue, lo que Suikotsu notó. Se preguntó si sucedió algo, así que fue a hablar con Bankotsu, pero descubrió que el líder no estaba afuera como solía hacerlo. Bankotsu había ido por refuerzos porque no iba a dejar que Sesshomaru volviera a hacerlo.

El noble devolvió a Kikyo a su trabajo después de otro buen almuerzo juntos. Notó que Bankotsu estaba parado frente al centro médico con su habitual grupo de inadaptados, todos parecían querer morir en su opinión; estaban mirando a Sesshomaru con desprecio en su mirada. No le dijeron nada mientras llevaba a Kikyo a la clínica. Ella notó la tensión en el aire entre el grupo y su amante.