Aire libre

14: entretenimiento del sábado

Sesshomaru gimió cuando su teléfono celular comenzó a sonar. Otro sábado interrumpido, se quejó internamente. Estuvo tentado de no responder ya que tenía a Kikyo a su merced en ese momento, debajo de él prácticamente retorciéndose gracias a su atención. Era una vista maravillosa, conmovedora en su opinión; estaba seguro de que la mayoría de los hombres estarían de acuerdo con él si pudieran presenciarlo. Pero, existía la posibilidad de que la llamada pudiera ser algo importante. Miró solo para ver quién intentaba llamarlo y vio que era su padre.

El demonio perro no tenía ganas de que su estado de ánimo se aplastara por lo que su padre tuviera que decir y decidió simplemente dejar que el correo de voz respondiera. Volvió su atención a Kikyo, que lo miraba como si le preguntara si se había olvidado de ella. Como si tal cosa fuera posible, comentó en su mente.

"Doctor tonto", le susurró antes de inclinarse para un beso profundo y apasionado.

Kikyo respondió devolviendo el beso con fervor. Envolvió sus brazos alrededor de su amante, acercándolo más a ella. Sesshomaru estaba bastante satisfecho con la forma en que iban las cosas. Esperaba pasar un día en la cama, ya que ambos estaban apagados, pero siempre parecía surgir algo, como que su teléfono se apagaba de nuevo. Lo ignoró nuevamente; Realmente no tenía otra opción esa vez en su opinión. Dudaba de que hubiera un hombre vivo que incluso considerara contestar un teléfono cuando su mujer estaba encima de él haciendo un trabajo excelente.

Sesshomaru no pensó nada en el teléfono mientras la mañana continuaba con ellos haciendo la misma actividad de diferentes maneras, pero luego recibió un horrible recordatorio. El teléfono de la casa se apagó y, gracias a sus hermanas pequeñas, el timbre del teléfono de la casa era un sonido desagradable, en su opinión de todos modos. Y así, cuando se disparó, se sobresaltó y accidentalmente agarró las caderas de Kikyo con demasiada fuerza, cortando su piel. Ella siseó de dolor y él se dio cuenta de lo que hizo.

"Lo siento, amado", se disculpó Sesshomaru fácil y honestamente, inclinándose para hablar al oído de Kikyo. Él estaba en control de su actividad en este momento con ella debajo de él.

"Está bien", respondió ella. "Sigue adelante", lo instó a respirar. Ella prácticamente estaba temblando debajo de él.

No tuvo problema en complacerlo y tuvo que bloquear el sonido del maldito teléfono hasta que finalmente se detuvo por sí solo. Sin embargo, la molestia no terminó. Minutos después, el teléfono comenzó a sonar nuevamente y luego fue seguido por su teléfono celular cuando no contestó el teléfono de la casa. Parecería que su padre estaba decidido a arruinar su día, pero estaba igual de decidido a continuar con lo que estaba haciendo.

"Maldita sea, ¿qué?" Sesshomaru gruñó de pura ira mientras contestaba su teléfono móvil. Se las había arreglado para ignorarlo durante toda la mañana, pero tres horas de llamadas constantes lo estaban enojando y solo quería quitarse la molestia.

"Una forma interesante de contestar el teléfono", comentó su padre.

"¿Qué quieres, padre?" el demonio más joven preguntó. Estaba completamente y totalmente molesto con su padre ahora y eso era muy evidente en su voz.

"¿Por qué no respondiste antes?"

Sesshomaru frunció el ceño y se sintió muy, muy tentado y justificado al decirle a su padre que no respondió porque estuvo debajo, encima y detrás de un ángel maravilloso durante todo el tiempo que el hombre mayor había estado llamando, pero pensó que eso podría ser un poco mucho Echó un vistazo a Kikyo, que ahora estaba durmiendo, por lo que finalmente decidió contestar el teléfono. Sin embargo, realmente no quería escuchar lo que su padre tenía que decir. Sabía que si no respondía, su padre seguiría llamando y eso haría que su día fuera menos que maravilloso, lo que sintió que podría ser mientras pudiera quedarse en la cama con su ángel todo el día.