• Broken Ties • Peaky Blinders

Capítulo 5

Narra Allegra

Salí del cine a paso apresurado intentando seguir a Thomas quien iba como si su alma la llevara el diablo por las calles de Birmingham.

— ¡Thomas joder! — Dije mientras seguía corriendo a por él.

— Puto Freddie, lo voy ha matar. — Dijo mientras seguía avanzando.

— Thomas. — Lo llame a dos pasos de distancia.

— Joder; ¿qué? — Dijo de mala manera haciendo que me cabreara.

— Eres estúpido, eso es lo que eres. Vas a matar al padre de tu sobrino, a la pareja de tu herm... — Antes de terminar esa oración la voz de Thomas me calló.

— Ni te atrevas a terminar. Porque no me haré responsable de mis acciones. — Dijo enfadado.

Y es que después de esa oración la calle estaba vacía, todos escondidos en sus correspondientes casas, algunos mirando por la ventana y otros simplemente ocultos.

— Él; es la puta pareja de tu hermana, el padre de tu futuro sobr...— Levantó el arma pegando un tiro al lado mía haciendo que ni siquiera me inmutara pero se escucharán más de un chillido.

— Repítelo y el próximo va a ti. — Dijo enfadado acercándose a mí.

¿Me estaba retando?

Se paró enfrente mía con la pistola en las manos.

— Bien. — Dije acercándome hasta estar a centímetros de él; y es que esto se estaba volviendo costumbre con nosotros.

No me gustaba pelear con Thomas, más bien con nadie de ellos. Se habían criado conmigo, eran mi familia en sí pero no dejaría que me intimidara.

— Te lo repetiré, es la pareja de tu hermana te guste o no; me da igual. — Dije mirando como levantaba el arma hasta a la altura de mi cabeza. — Hazlo rápido, no tengo ganas de seguir mirándote la cara de gilipollas que tienes. — Dije haciendo ejerza presión sobre mi cabeza con el revólver.

— ¿Thomas, qué cojones haces? — Dijo Arthur quien se posiciona a delante mía.

Thomas solo me miró a mi y se fue.

— ¿Estás bien? — Dijo Arthur mirándome.

— Sí, no te preocupes. — Dije mirándolo con una sonrisa.

Sabía que si hubiera tardado dos minutos más estaría en el suelo con un agujero en la cabeza, pero eso no había pasado.

(...)

La casa de Polly era un lugar cómodo y pacífico pero si el mediano de los Shelby no aparecía era un lugar caótico.

— Voy a buscarlo con vosotros. — Dije mirando a los hermanos Shelby.

Salí por las calles hasta llegar al Garrison, donde al abrir la puerta silenciosamente me encontré a la camarera rubia cantando y a Thomas sentado en una silla mirándola.

Después de escucharla aplaudí haciendo que los dos me miren.

— Muy bonita la actuación, pero tengo que llevármelo. — Dije mirándola mientras sonreía falsamente.

— No me voy a ir.

— No tienes putos cinco años Thomas, levanta el puto culo de esa silla y sal por la puerta cagando leches antes de que me enfadé. — Dije mirándolo mal por haberse quejado.

— ¿O si no qué? — Dijo mirándome serio.

— ¿Te acuerdas de lo que ha pasado esta mañana? Cambiaremos los papeles. Ahora a casa.— Dije levantándolo.