Acababa de llegar a Birmingham, quedaban pocos minutos para bajar del vagón donde había estado más de 17 horas.
Había tenido que coger un vuelo desde España hasta aquí y por si no fuera poco un tren para llegar a mi amada ciudad natal.
Me crié aquí hasta los 13 años, desde entonces ha sido una etapa muy dura.
Llevaba sola desde los diecisiete años, sin nadie a mi lado, y por muy duro que fuera me acostumbré a no depender de nadie, a que nadie me pisoteára.Me consideraba una mujer fuerte y empoderada, siempre tome como referencia a Polly, la tía Polly. Ella era mi ejemplo a seguir era segura de si misma, fuerte, valiente y con las peores agallas que había conocido.
No como mi madre, una mujer dominada, que se dejaba mandar por mi padre.Polly no era mi tía de sangre pero me crié con ella, siempre estaba con los hermanos Shelby, me consideraba una de ellos.
Primero estaba Arthur, siempre cuidaba de mi como si de una princesa se tratara, cómo si fuese una muñeca que estaba a punto de romperse.
Luego estaba Thomas, o cómo lo llamaba Tommy. Él, él era el chico de mis sueños. Lo quería desde que tenía memoria, todo cambió mucho con el paso de los años.
Y luego iba Jonh, el y yo teníamos la misma edad. Éramos mejores amigos, desde siempre no había tarde que no estaba con él.
Mi hermano y yo nos juntamos mucho con ellos. Ya que mi hermano era el mejor amigo de Thomas y yo de Jonh.
Luego fuimos a Francia, fueron los peores 4 años de mi vida, trabajaba en una enfermería atendiendo a todo tipo de gente; desde embarazadas a punto de dar a luz hasta personas en sus últimos suspiros de vida.
Eran sensaciones agridulces, al fin y al cabo veías a gente morir y nacer todos los días, pero para una niña de trece años era mucho.
A los cuatro años todo termino, uno de los mejores días de mi vida fue cuando pude salir de ese infierno.
De ahí me mudé a Italia, ahí pasaron muchas cosas me junte con gente que no debía aprendí todo lo que podría haber aprendido y cuando me mudé a España sin un puto duro lo único que pude hacer fue trabajar de prostituta.
Eso era mucho mejor que hacerle la comida a mi esposo y cuidar a niños correteando, eso solo me recordaba a mi madre y me producía náuseas.
Luego empecé ha hacer recados y al fin y al cabo he matado a más gente de la que podría recordar.
[...]
Acababa de bajarme del tren con mis dos maletas llenas de ropa.
Había comprado una casa un mes antes, no quería volver a casa de mis padres. Sabía que mi madre estaría allí y era lo que menos necesitaba.
Mi padre murió hace unos 4 años, ni me moleste en venir a su funeral. Ese hombre merecía quedarse solo y arder en el infierno.
Por ende mi madre se había quedado con la casa y seguramente no querría ni verme después de dejarla sola, algo entendible desde su punto de vista; pero nada lógico desde el mío.
Cuando salí del tren empecé a andar, todavía quedaba un camino largo por recorrer. Me había comprado una casa pequeña, lo más alejada de la ciudad.
Mientras seguía caminando por un camino amplio lleno de árboles escuché a lo lejos el sonido de un caballo, pero ese sonido cada vez se hacía más cercano hasta que note como el animal se posó al lado mío.
Levante la cabeza y vi a Johnny Dogs.
Primo de los hermanos Shelby, ese hombre nunca había cambiado, alomejor ahora era más alto y gordo pero nada más.El no me había reconocido, he de decir que yo si había cambiado con el paso de los años. Tanto física como mentalmente.
— ¿ Eres nueva ? — Me pregunto con cierto desconcierto.
— Johnny, no me jodas ahora. — Dije queriendo dejarle confuso, y así fue.
— ¿ Cómo sabes ... No me jodas, ¿Allegra? — Dentro de mi quería pegarme un tiro.
Alomejor no había cambiado tanto.
— La misma. — Dije con una sonrisa ladina.
Segundos después escuche una fuerte pisada en el suelo y unos brazos levantándome.
— Joder cómo has cambiado. — Dijo abrazándome.
Él era mayor que yo, unos cuantos años más.
— Déjame acompañarte, se nota que estás desorientada la ciudad está por el otro lado. — Dijo con una sonrisa cuando me soltó de ese abrazo.
— No voy por buen camino mi casa está alejada de la cuidad. — Dije ganándome una mirada.
— Bueno... Pues déjame acompañarte a tu casa y no cargar con esas maletas. — Dijo cogiendo las maletas
— Tranquilo, puedo perfectamente. — Dije cogiendo una maleta.
Fue un camino bastante silencioso, nada del otro mundo. Por mucho tiempo que pasara no teníamos nada que contarnos.
Al final después de unos 30 minutos llegamos a mi casa, una casa pequeña y moderna.
— Bueno, aquí es. — Dije poniendo la maleta en el suelo e intentando sacar la llave de mi abrigo.
— Yo me voy ya. Espero verte en el Garrison. — Dijo con una sonrisa para luego despedirse y emprender su camino de vuelta.
Con que el Garrison, muchos recuerdos en tan pocas paredes.
Al abrir la puerta cogí las maletas y entre, en lo que sería de ahora en adelante mi hogar.
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• Broken Ties • Peaky Blinders
Storie d'amoreCuando Allegra vuelve a Birmingham después de dieciséis años, todo había cambiado. El ambiente cambió, las calles cambiaron, ella cambió y sobre todo el cambió. Ninguno de los dos eran niños, no después de todo lo que presenciaron. Ella ya no era...