Capítulo Seis

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10 de Febrero del año 2020

Suspire mientras miraba el techo de mi cuarto, realmente estaba molesta conmigo misma ¿Cómo pude haberle hecho eso a Leila?

-Estaba tan molesta por lo de Zack que ni siquiera lo pensé y sólo me dejé llevar.-Pensé mientras me levantaba de la cama y me vestía.-Definitivamente...estoy enferma.-Pensé refiriéndome a mi situación mental de paso.

Salí de mi cuarto y logré ver a Leila, quién se dirigía a la cocina, pero ella ni siquiera mantuvo su mirada en mí; me evitó, y quizá eso era lo mejor.

-Hola Sam.-Me dijo Juliette al verme, a lo que solo asentí y pase a su lado, dirigiéndome al sillón y encendiendo el televisor.

Realmente no sabía que estaba dando en la televisión, no prestaba atención, estaba en mi mundo.

-Realmente...no tengo manera de arreglar el asunto con Leila.-Pensé molesta, hasta que derrepente sentí que alguien se había sentado a mi lado, pero no me interese en ver quien era, solo mantenía mi mirada fija en el televisor.

-Oye Sam...¿Cómo te sientes?-Escuché la voz de Ian, por lo que simplemente alcé los hombros con desinterés.

-No es como si fuera importante decirle como estoy.-Pensé con seriedad.

-Ian...quizá no sea bueno que le preguntes.-Oí la voz de Juliette, e inmediatamente sentí como Ian ya no estaba conmigo.

-De seguro se lo llevó a la cocina.-Pensé mientras miraba la televisión.-Es mejor...Así también lo hacen comer.-Pensé, para después levantarme del sillón y dirigirme a mi cuarto, era mucho mejor estar ahí que con los demás, pues sabía que no sería un ambiente muy tranquilo.

**********

Habían pasado alrededor de dos horas, cuando mi mente comenzó a alucinar.

Varias imágenes comenzaron a pasar por mi cabeza, matando gente, despellejandola, cortandolas en pedazos...era...excitante.

-¡Mierda!-Desperté con mi respiración agitada y una sensación de extasis en mi cuerpo.-Eso...estuvo increíble.-Susurre con una sonrisa mientras lamía mi labio lentamente.

-¿Sam?-Me sorprendi al ver a Leila en mi cuarto.-¿Estás bien?

-¿En que momento entraste?-Le pregunté confundida, a lo que ella suspiró.

-Acabo de entrar.-Me dijo.-Entré porque te escuché, pero al parecer no estuviste atenta a tu alrededor.-Dijo con una leve sonrisa.

-Oh...entiendo.-Susurre.

-¿Estás bien?-Me volvió a preguntar, a lo que asentí.-¿Y por qué despertaste así de alterada?-Me preguntó.

-Oh jejeje.-No sabía que decir, realmente, estaba consciente de que me iba a reclamar.

-Vamos Sam, tenme confianza.-Me dijo sentándose en mi cama.-No te voy a juzgar si es lo que estás pensando.

-Jajaja, tranquila.-Le dije, intentando hacerle entender que no pensaba nada de eso.-Solo tuve un sueño.

-¿Qué clase de sueño?-Me preguntó, a lo que sonreí.-¿Esa clase de sueño?-Asentí ante su mirada de miedo.

-Es increíble.-Susurre mirando mis manos.-Se siente tan real, el como matar...la sangre corriendo por mis manos...la piel que se desgarra, los gritos de agonía de la gente.-Dije con una sonrisa, que al parecer cada vez asustaba más a Leila.

-¿Sabes? Odio cuando sonríes así.-Me dijo con seriedad.

-Eso no es problema mío.-Dije con indiferencia.-Cuando lo sea, te aviso.

-Tan sarcástica como siempre.-Me dijo molesta.-A veces te odio.

-El odio es mutuo.-Le canté con gracia.-Es imposible llevarme bien contigo monjita.-Le dije molesta.

-Tu eres la que no me da la oportunidad -Se quejó.

-Claro, ahora es mi culpa, cuando tu siempre andas diciendo lo malo que me encuentras, empezando por mis creencias.-Le dije con seriedad.-No voy a creer en esa cosa solo porque tu me lo digas.

-Pues haces mal, si no sigues a Dios tendrás un camino lleno de sufrimiento y soledad.-Me dijo con seriedad.

-Zack tampoco cree y no ha sufrido.-Le dije con una sonrisa victoriosa.

-¿Se te olvida todo lo que sufrió en su infancia?-Me preguntó molesta.

-¿Se te olvida que en ese entonces él SI era creyente?-Le pregunté con molestia.-En su infancia sufrió y él creía, ahora no cree y pues ya lo ves.-Dije sonriendo.-Incluso conoció el amor.-Le dije con molestia, a lo que ella se levantó molesta de mi cama y me dijo.

-Definitivamente...contigo jamás se puede hablar.-Me dijo, para después irse de mi cuarto.-Suspire al notar que estaba sola y decidí calmarme.

Estuve en silencio varios minutos, hasta que al final volví a quedarme dormida.

**********

Desperté con tranquilidad, con una leve sonrisa, pues había tenido un sueño muy lindo y tranquilo, pero entonces me percaté de algo.

-¿Qué me...? ¡¿Qué me paso en el cabello?!-Pensé molesta al ver que me faltaba cabello, y entonces la ira comenzó a crecer en mi ser.-¡Quién fue!-Grité saliendo de mi cuarto con molestia, y entonces logré ver a Michael con un mechón de mi cabello rubio en su mano, por lo que me acerqué molesta, provocando que él sintiera miedo y comenzara a correr.-¡De esta no te salvas!-Pensé molesta comenzando a seguirlo.

Corrimos por varios minutos, hasta que por fin pude alcanzarlo, por lo que inmediatamente lo golpeé fuertemente en la cabeza.

-¡Auch!-Se quejó mientras me miraba con molestia.

-¡Rata estúpida!-Grité molesta.

Entonces observé que Zack me hizo una seña, y al ver las tijeras en su mano supe a que se refería, por lo que con seriedad me acerqué a él.

-Solo lo hago porque no quiero tener mi cabello arruinado.-Pensé molesta mientras me sentaba y dejaba que Zack cortará mi cabello y lo emparejara.

Al final...al menos hice reír a los demás...es el trabajo de un payaso después de todo...quizá lo haga más seguido.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2020 ⏰

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