CAP 4

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"Un fantasma es una emoción totalmente deformada, condenada a repetirse una y otra vez hasta reparar la injusticia cometida"

Daniel Kash - Dr. Dreyfuss

Oliver se había quedado dormido en el sofá de la oficina, después de caer agotado tras sus sollozos.
"Fal...shhh" dijo un susurro cerca de su oído. Éste se removió un poco en sueños, sin abrir los ojos.

"..al..shh.. tú" escuchó nuevamente.
El pequeño se volvió a remover.

Faltas tú!" gritó una voz grave en su oído.

Se despertó en el acto, abriendo los ojos de golpe. Lo que vió le heló la sangre, había un hombre parado a su lado que lo observaba desde arriba, estaba sonriendo y aún tenía ese vidrio clavado en su pecho salpicado de sangre. Sin embargo, no le veía el rostro claramente solo esa terrible sonrisa, el chico no tenía la menor duda, era Tommy.
El espíritu se mantuvo inmóvil en su lugar, dejando al niño petrificado de miedo, cuando éste estaba a punto de gritar por ayuda el hombre se abalanzó bruscamente sobre él y tomó su cuello ahorcándolo. Oliver luchaba por poder respirar, mientras tenía a solos unos centímetros de su rostro esa cara borrosa y oscura, dónde solo se distinguía esa expresión horrorosamente alegre.

El pequeño cerró los ojos para apartarse de esa imagen y se mentalizó jugando con Anna en el patio, mientras su tía los llamaba para comer.
"Oli vamos mami hizo galletas, ¿podemos jugar después indios y vaqueros?" le preguntó Anna con una sonrisa.
"Claro, pero no te pongas a llorar otra vez cuando te atrape" le dijo el niño haciéndole cosquillas para luego salir corriendo hacia su tía.
"Tengo que protegerlas" pensó.

En ese momento, sintió un calor en todo su cuerpo y presionó sus manos en las que apretaban su cuello. Escuchó un gemido cuando lo hizo, para después sentirse libre de la presión que le impedía respirar, al abrir los ojos vió que él espíritu se había alejado y notó que las manos de éste se encontraban repletas de quemaduras.

El ente, ahora inexpresivo, arrancó como si nada de su pecho el vidrio que tenía clavado, de la herida comenzó a brotar un chorro de sangre oscura y espesa. A los segundos, con el vidrio en su mano comenzó a moverse de nuevo hacía Oliver, ahora con una mueca de odio.

"¡Faltas tú por morir!" gritó de nuevo en un tono macabro.

El chico automáticamente empezó a gritar de terror con todas sus fuerzas. Sus gritos causaron alarma y al instante entraron varios policías.

"¿¡Que te sucede niño!?" dijo un hombre joven.
Oliver no contestó, solo lloraba y gritaba cada vez más alto. Tommy había desaparecido.
...

La casa estaba en completa penumbra a excepción de la computadora de Nicky donde ésta escribía rápidamente en busca de información, ya había llamado a cada uno de sus contactos, todo con el fin de dar con el paradero del niño. Desde que entró al apartamento su preocupación aumentó y peor aún, también el presentimiento de que algo malo iba a suceder se hacía cada vez más grande. Esto le aterraba, ya que desde hace muchos años no se equivocaba en ese tipo de cosas, es parte de la carga que ha llevado toda su vida.

La pelirroja intentó apartar de su mente las señales de peligro y se enfocó en su búsqueda. Para el caso del pequeño Oliver, era mucho más complicado conseguir información, debido a que la atención que ocasionó en todos los medios, llevó a que la policía se esforzara el doble en ocultar la ubicación de los niños y sobre todo de Lisa, la cual era el principal objetivo de la prensa al estar en una condición crítica. El estado en que se encontraba la mujer le causó especial indignación a la periodista.

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