CAP 5

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"Por la victoria o la muerte. Lo que los dioses nos concedan -exclamó Escipión."

Santiago Posteguillo

El oficial García entró a la comisaría después de cumplir con su guardia y lo que encontró fue un gran revuelo en el lugar. Varios policías corrían hacia las oficinas del fondo y se escuchaba los gritos de un niño. "Oliver" pensó rápidamente el hombre, dirigiéndose al sitio donde lo había dejado.

Al estar a pocos metros de la oficina, dos cabos se encontraban en la puerta bloqueando la entrada. "Déjenme pasar, soy parte del equipo que lleva este caso" dijo estrictamente.
Los hombres lo vieron y le abrieron paso. "Disculpe oficial García, adelante"

Ya dentro pudo ver a otro oficial intentando hablar con el niño, el cual solo se alejaba de él y no dejaba de llorar.
"Basta niño tienes que calmarte, este no es lugar para hacer escándalos, con ese comportamiento no vamos a dejar que veas a tu familia" le dijo el hombre irritado, haciendo que Oliver perdiera más el control.

"Pérez aléjate del chico, es inaudito que le hables de esa manera a alguien que hace pocas horas vivió una situación traumática. Además, te recuerdo que fuiste tú quien me delegó la tarea de cuidarlo, así que puedes retirarte, yo me encargaré de calmarlo" dijo fríamente García.

"Como quieras, tengo cosas más importantes que hacer, te dejo jugando a la niñera". le contestó Pérez secamente mientras se encaminaba al pasillo.

Lentamente García se acercó hacia Oliver sentándose a su lado, este había dejado de gritar pero seguía llorando mientras cerraba los ojos con fuerza.
"¿Me vas a contar que te sucedió? porque cuando me fuí de aquí dejé un pequeño hombrecito con mirada firme, el cual estaba determinado a proteger a su familia" dijo el hombre pausadamente.

El chico abrió los ojos y lo observó "Yo... tuve una pesadilla, me... asusté al despertar y ver que estaba... sólo". dijo entrecortadamente y evitando la mirada del hombre.

"Siento que me estás mintiendo, no creo que solo por eso ibas a terminar en este estado" dijo sin titubeos. "Dime la verdad, ¿algún oficial te molestó o te hicieron algo?".

"Claro que no, le digo... la verdad, solo me asusté y desde que se fue... no ha entrado nadie aquí" dijo el niño en un susurro con la vista aún en el suelo.

"De acuerdo, no te creo del todo pero no te voy a presionar, solo quiero que sepas que puedes ser honesto conmigo" Oliver asintió rápidamente mientras secaba sus lágrimas.

García se quedó acompañando al pequeño hasta que se fue calmando, después de un rato el hombre se levantó y salió de repente sin decir nada. El chico se quedó asombrado y a la vez temeroso de ver algo en las sombras si estaba sólo, pero luego de unos minutos el policía regresó y se paró frente a él.
"Bueno, ahora quiero que te comas cada una de éstas" le dijo seriamente el oficial mientras le tendía una bolsa repleta de galletas.
Al niño se le iluminó el rostro al ver sus galletas favoritas, las tomó y probó una mostrando una expresión de satisfacción y alegría.

"Cuando termines iremos con los demás oficiales para que conozcas al representante de servicios sociales y al psicólogo infantil" le mencionó el hombre.

Oliver paró de comer y lo observó asustado "¿Psicólogo, es por lo de antes? Yo no estoy loco se lo juro" le dijo preocupado.

"Tranquilo, claro que no lo estás, el psicólogo vino porque en casos donde están involucrados menores no podemos hacerles preguntas si no lo certifica un profesional" dijo intentando calmarlo.

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