Un demonio en el hospital

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Dicen que los hospitales son el lugar favorito de los demonios, ángeles y espíritus en el planeta tierra ya que pueden tomar almas en fin de vida y llevarlas consigo o torturarlas haciendo que estén entre la vida y la muerte.

Que tengan la posibilidad de escuchar a sus familiares preocupados, tristes o todo lo contrario felices de verlos en fin de vida. Muchas personas son así hipócritas, frente tuyo parecen inofensivo sin embargo tras tu espalda son de lo peor.

En el hospital de un pequeño pueblo muy lejano a la ciudad y de las casas del campo sucedían cosas extrañas. Era un pequeño hospital de dos pisos, en cada piso una veintena de habitaciones con camas, ventanas, cortinas, armarios para guardar la ropa, mesitas de noche con jarra y vasos de plástico y pequeños televisores.

En ese hospital una joven enfermera llamada Ariadna estaba de guardia, ella tiene un don muy particular. Se encontraba trabajando de noche mientras los pacientes dormían, la cual estaba sentada en la sala de descansos con una taza de café en la mano derecha, allí las luces no alumbraban bien del todo.

A la joven no le agradaba estar en esa sala de descanso mucho menos por la noche y sola, es comprensible ya que las luces de la sala no dejaban de parpadear. Al terminar su café la joven sale de la sala apagando la luz tras sí, pero a mitad de camino en el pasillo escucha que alguien o algo prende la luz.

Ariadna asustada se da la vuelta preocupada porque los pasos en los pasillos se escuchan por lo que sabría si había un paciente despierto o un enfermero junto con ella en el pasillo. Ariadna miro a su alrededor y noto que todas las puertas de las habitaciones que se veían en su parte del pasillo se encontraban cerradas.

Lo que alimento su curiosidad por esa luz prendida, con cautela Ariadna se acerca a la sala de descanso para el personal del hospital y se asegura que no allá nadie en la sala, a menudo se meten gatitos tras la tormenta en este hospital sin embargo era una noche muy tranquila por lo que Ariadna frunce los ceños visiblemente no muy contenta por este extraño sucedido.

Al volver a apagar la luz de la sala, Ariadna escucha una puerta rechinar, la joven tras escuchar ese leve ruido se da la vuelta y mira en dirección de la puerta abierta al final del pasillo. Ariadna camina lentamente hacia la puerta abierta teniendo un mal presentimiento.

Al llegar a la puerta Ariadna mira con cuidado y queda asombrada al ver un demonio bailando encima de la cama de un anciano muy alegremente. Ariadna se da la vuelta para irse, pero empieza a ver mucha civilización en el pasillo.

Personas...dice Ariadna, pero resultaba que esas dichas personas flotaban y atravesaban las paredes del pequeño hospital. Ariadna en busca de respuesta se acerca a unos de los ángeles que flotaba cerca de si en el pasillo.

Disculpe ¿Qué ocurre aquí? pregunta Ariadna al pequeño ángel.

Si, diga...le contesta el ángel volteándose a verla.Oh un alma perdida sígueme encontraremos tu expediente así sabremos si vas al infierno o al paraíso le dice el ángel a Ariadna.

El don de Ariadna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora