El don de Ariadna

El lago de los muertos

Ariadna sale de sus pensamientos tras escuchar la voz del ángel y lo mira estando el de espaldas a ella. La joven mientras le seguía el paso nota que llegaron a la sala de juegos para niños que se situaba en un rincón muy tranquilo del hospital.

A Ariadna le encantan los niños por lo que sonríe al ver tantas sillas y mesas en miniatura, de inmediato se pone feliz y se consola diciéndose a si misma que al menos pudo sonreír antes de ir a su lugar destinado para su eterna vida.

El ángel se detiene delante de una pared escondida en esa sala, se voltea para ver a la joven a los ojos.

El ángel: Debes tener mucho cuidado cuando pasemos al otro lado para ir a la sala de archivos, no toques a nada de lo que hay de lo contrario estarás destinada a quedarte allí por siempre.

Ariadna: Tendré cuidado, pero. se encuentra delante de una pared en la cual no hay absolutamente nada.

El ángel la mira sonriendo y al tocar la pared esta se abre dejando paso a un oscuro pasillo. El ángel entro en ese pasillo, Ariadna seguía al ángel que brillaba ante tanta oscuridad. Muy rápido salen del pasillo y llegaron a una orilla.

Ese lugar Ariadna noto que era especial y muy inusual, mirando a su alrededor noto un lago en el cual en medio de él había un árbol que brillaba. Ariadna no sabía si el árbol estaba rodeado de luciérnagas o si brillaba por si solo.

Ariadna: ¿Qué es este lugar? le pregunta la joven al ángel el cual le contesta.

El ángel: Es el árbol de la vida, allí están los archivos de cada ser humano de tu planeta.

Ariadna sorprendida observa con más atención al árbol, acercándose poco a poco al agua sin darse cuenta. El ángel la sorprende tras darle una advertencia sobre lo que sucedería si ella seguía acercándose tan peligrosamente al lago.

El ángel: El agua de este lago esta repleta de almas llenas d odio destinadas a no descansar en paz, si la tocas serás igual que estas almas y tendré que dejarte aquí.

Ariadna tras escuchar la advertencia y explicación del ángel se detiene en seco y voltea a verlo.

Ariadna: De acuerdo no tocaré el agua, pero ¿Como llegaremos a los archivos si no podemos tocar el agua?

El ángel sonriendo señala un bote parqueado en la orilla del lago no muy lejos de ellos a modo de respuesta. Ariadna confundida mira en la dirección que le propone el ángel y sonríe al ver el bote y entiende a lo que se refiere el ángel.

Ariadna se acerca lentamente al bote junto al ángel, al hacerlo una parca que los observaba desde lejos se acerca frente al bote mirándolos.

La parca: ¿Desean atravesar el lago de los muertos?... les pregunta amablemente la parca a Ariadna y al ángel.

El ángel: Seria muy amable si lo hiciese.

La parca: Suban, los llevaré.

El ángel se subió primero al bote para poder ayudar a Ariadna a subir en el a su turno, la parca espero a que los dos jóvenes se sentaran en el bote y luego se subió en el igualmente. Segundos después el bote estaba en el lago dirigiéndose a la pequeña isla en la cual se encontraba el árbol brillando sin detenerse.