｡ﾟ･ ♡̸̸ ﾟ･𝐀𝐆𝐔𝐀 𝐂𝐎𝐍 𝐂𝐇Í𝐀 : nomin

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dime ya pues que andas escondiendo, dime si tu agua con chía sí te esta enflacando — soul sous
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ahí estaba jaemin, sonriendo y soltando risas en el aire como un regalo para la gente melancólica, siempre rodeado de personas que lo quieren era muy difícil verlo solo por cualquier lugar que vaya. claro sin olvidar, que en sus manos siempre estaba una botella de plástico para hidratarlo.

todos los días se veía al sonriente jaemin bebiendo de la botella sin descontar ninguna hora. cada que una palabra salía con su hermosa voz, daba tragos del agua con pequeñas semillitas que eran sus acompañantes a todas partes.

dicen que ellos lo ven bien, siempre trayendo la ropa de hoy en moda y que el quiere gente que lo quiera.

pero jeno sabía que no todo el tiempo sonreía. sabía que la persona que mas amaba y que apreciaba lo trataba con un injusto odio. que jaemin mostraba su sonrisa para que no lo vean llorar y expulsar todo en los baños del instituto, para salir riente y fingiendo que nada había sucedido. jeno sabía que el novio de jaemin lo obligaba a hacer dietas extremas y tomar de esa horrible agua con chía para que adelgazara hasta consumirlo.

todo eso lo sabía por ser el mejor amigo del chico de cabello rosa, todos sus mayores sueños, secretos, miedos y metas lo sabía a la perfección de na, incluyendo lo que sucedía con su novio. desde el año pasado, su mejor amigo comenzó a salir con un chico de un grado adelantado de nombre jung yoonoh, sabía lo que esa horrible persona le hacía pasar a su lindo nana.

obligándolo a tener una perfecta imagen, afectando su salud y condición física, solo para que pueda presumir a todo el instituto que su lindo novio era "perfecto".

la existencia en sí hacía que na jaemin fuera perfecto, sus lindos ojos, sus antes mejillas redondas, su menudo cuerpo, esa sonrisa tan especial en su corazón. pero jae ya no veía nada de eso, el idiota de su novio le contaminó la mente con sus estúpidos estereotipos y complejos de chico perfecto, haciendo que nana pensara que todo en el estaba totalmente mal.

aún así, jeno haría lo posible para mostrarle todo lo contrario a jaemin. le diria lo lindo que se veía el día, para que sus orejas se sonrojaran y ocultara su sonrisa penosa entre sus manos. le mostraría que el era una obra de arte, y que nadie podía decirle lo contrario porque estarían completamente equivocados.

— nono — el susodicho apartó la mirada de su lectura para fijarse en su amigo. jaemin abulto sus labios con aburrimiento — deja de leer eso, quiero salir.

este río brevemente — bien, solo me faltaba unas cuantas páginas, pero si quieres que pare lo haré.

jaemin sonrió victorioso y se levantó de su asiento — ¿qué haremos?

— vamos a comer — dijo jeno guardando el libro en su bolso, pero no tuvo respuesta. miró al chico pelirosa que tenía una mirada apagada.

— ya comí antes, solo te acompañaré — llevo la pajilla de metal a sus labios bebiendo del agua.

el pelinegro lo miró serio casi enojado, pero jaemin no reaccionó, solo bebió en silencio de su botella balanceándose de adelante hacia atrás como un niño pequeño. jeno suspiro derrotado y sonrió con tristesa.

— nana.

— ¿sí?

— deja de tomar esa basura.

y aunque tuviera que batallar, haría lo que fuera para que jaemin volviera a ser como el de antes, para que no llorara en las noches y se mirara con desprecio en su habitación. porque sabía que hacía eso, aunque le mostrará a los demás la mayor sonrisa brillante, el conocía cuando estaba apagado.