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"te vez bien de esa manera"
los dos estaban sentados en el jardín principal del instituto disfrutando del almuerzo que cada uno traía. jaemin parecía nunca parar de hablar mientras tenía la cabeza de jeno entre sus piernas cruzadas.
— digo, sería mejor que ponga nuevas cortinas en mi habitación si le cambio el color a las paredes — llevo el tenedor con ensalada para comer la — ¿tu que opinas?
— tal vez no sea mala idea — el pelinegro levantó un poco la mirada para verlo — jaemin, ¿es la única cosa que comerás hasta el anochecer?
el pelirosa dejó el cubierto en el toper — no tengo hambre, y en la cena comeré algo más pesado.
lee lo miró con los ojos entrecerrados — ¡lo juro! — na levantó la mano con sinceridad.
— bien, creeré que lo estás haciendo porque te gusta la ensalada, no por que yoonoh te obligara a hacerlo — terminó de decir mientras bebía de su botella de aluminio.
claro que creía eso por que era verdad. solo una vez llegó a ver como el mayor le gritaba a su lindo niño diciendo que era una persona muy rellena y necesitaba bajar de peso ¿qué estaba ciego? con el peso que sea, na jaemin se veía en perfectas condiciones, y aunque tuviera peso de más no cambiaría lo hermoso que se veía todo el tiempo.
— que cosas dices nono — el más bajo rió un poco acariciando su cabello — , yoonoh no es malo solo un poco extricto
¿esa era la palabra correcta? no. era una horrible persona por su comportamiento hacia lo demás y su inmoralidad al tratar con las personas que "amaba". podía notar como era grosero con sus propios amigos e hipócrita con jaemin cuando este no lo miraba, jung podía sonreírle unos segundos y a los otros lo tenía apartandolo de su aura de ego. solo quería que el novio de jaemin lo amara tal y como lo hace el, que lo cuidara y le repitiera lo hermoso que se veía.
— estaba pensando si deberíamos ir al cine o alguna plaza con los tercer grado ¿cuál lugar prefieres? — notó que el más alto se levantó de sus piernas con brusquedad.
— yo no planeo salir con ellos — dijo serio. jaemin estaba por reprocharle cuando le interrumpió — nana, sabes que no les agrado.
— ¡claro que sí! hasta te pusieron un apodo de amigos — el pelirosa se cruzó de brazos.
— jenito es un apodo muy horrible — volteo los ojos — es obvio que se están burlando.
lo trataban como si fuera un niño pequeño siempre revolviendole el cabello, llamándole 'niñito' 'pequeño' o hasta 'mocoso' y siempre haciéndole aún lado de manera honorífica. era más que consiente que lo trataban de apartar, pero nunca se separaria de jaemin si este lo necesitaba. y aunque tendría que soportar cualquier apodo denigrante o ser llamado niñito para estar al lado de su ángel, lo haría sin ninguna duda. el siempre estuvo cuando más lo necesito, así que haría lo mismo por jaemin sin pensarlo dos veces.
— tranquilo jen, yo se que ellos te aman tanto como yo lo hago — se acercó al pelinegro abrazándolo por los hombros — , aunque yo te amo mucho más.
quería escuchar esas palabras en el otro sentido, no sólo como un mejor amigo. algunas veces quería estar en el lugar de yoonoh para cuidarlo en una pequeña burbuja de cristal para que nada malo le pasara, nana era su mundo entero, sin él no habría logrado varias cosas de las que ya a echo. por eso, quería ser algo más que un mejor amigo para na.
— aún así, tendré que considerar el salir con ellos — tomo de lo que creía que era su bebida, hasta que sintió las hormiguillas.
— ¿te sucede algo?
vio la botella del pelirosa en sus manos y se dio cuenta que no era su soda — esas cosas son horribles parecen insectos en el agua.
— no es tan malo — abultó su labio inferior con enojo — , la chía no sabe a nada exagerado.
sabía que esas semillas no sabían a nada pero sólo quería darle motivos por cual dejar de consumirlas, claro que no funcionó. las veces que había intentado decirle que no era necesario que tuviera que tomar esa agua era en vano, ya que jaemin siempre le daba datos y cosas necesarias que aportaban aquellas semillas. el primer día que jaemin trajo la bolsa de chía tuvo que investigar por sentirse algo tonto al no saber para qué servían esas cosas. según lo que había leído la chía servía para múltiples cosas como controlar el apetito, tener vitaminas y lo más importante agua a bajar de peso moderadamente.
de inmediato supo que era por lo que le había dijo jung sobre su peso, el tamaño de su cintura y sus mejillas abultadas. enserio que odiaba a ese tipo.
— sabes que me sirve mucho para mí dieta — bebió de esta haciendo ruidos con la pajilla.
— no necesitas hacer dieta nana, te ves perfectamente lindo.
las punta de sus orejas se tornaron rojas y aún con la pajilla entre sus labios sonrió ocultando su rostro entre su mano libre. adoraba ese gesto tan adorable de na que le daban ganas de comérselo a besos y aplastar sus mejillas con sus manos como si fuera una masa adictiva, aunque sonaba empalagoso le gustaba pensar en esas cosas porque hacían que su corazón acelerará su palpito y su estómago se revolviera de felicidad.
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