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"gracias jeno, te amo jaemin"
un mes. na jaemin paso en rehabilitación, el tiempo pasa relativamente rápido pero también se consideraba vago. cuando esperas algo con ansias o tienes algo del que esperas el tiempo parece ir en tu contra convirtiéndose en la carrera mas lemta, tortuosa y agobiante que podrías experimentar. más sin embargo cuando quieres que el tiempo se detenga al sentir las tranquilidad en las palmas de tus manos, cada segundo parece una cruel lágrima que derramaban los jóvenes enamorados.
el pelirosa estiró una mano al aire justo cuando una flor seca y marchita de cerezo caía, justo en la palma de su mano sintió el cosquilleo del pétalo al rozar con su piel así sonriendo por aquella sensación.
a lo lejos estaba lee jeno, maravillado ante la vista que contemplaba. el lienzo blanco de su mente se llenaba ante esa preciosa imagen de aquel chico vestido de blanco con la sonrisa encantadora y se veía hermoso aún con una cánula respiratoria, esperando a su llegada. tomando una gran bocada de aire camino con la vista en alto hacia su amigo, se sentó con fuerza causando un repentino susto al otro cuando le entregó una bolsa con una mirada seria y dejándola caer en su regazo.
al adentrarse al plástico encontró dos leches de chocolate y dos porciones de samgak que por ende rió muy corto.
— ¿qué? — jeno tomó su caja de leche tomando la pajilla y abriéndole para tomar de ella — tengo que cuidarte.
— estaba por decir gracias, no reclamarte nada — y a la vez que hablaba comenzo a abrir su desayuno, no era la primera vez que jeno llegaba temprano los fines de semana para pedir permiso al hospital e invitarle a comer en la estadía de este lugar. las tardes las pasaba en el jardín de el hospital, tardes que jeno también disfrutaba aunque llegara hasta tarde a casa para realizar sus proyectos. — gracias nono — y aunque haya abierto el envoltorio de su comida se le quedó mirando a su mejor amigo que al fin había sonreído en el día.
se alzó de hombros dejando de succionar la pajilla — es lo menos que puedo hacer para recompensar lo que hice.
— jeno — este miró el enojo en su su entrecejo y no evitó reír — te perdone muchas veces por eso, también cometí errores y ya hablamos de eso.
bajo la mirada a sus manos — es solo que es algo que no me deja en paz la mente, creo que fue algo estúpido o egoísta el querer alejarme solo porque me sentía mal por ti, si quiera tiene sentido — en su campo de visión apareció la mano pálida y delgada de na que tomó las suyas cálidas — lo lamento tanto.
— también lamento esto — una amarga sonrisa se pintaba en su rostro — ni siquiera se supone que deberíamos estar aquí, deberías salir con tus amigos o ver series como un fin de semana normal. no aquí visitando a alguien a un hospital.
— eso no me molesta, lo sabes — cruzó miradas con el y solo pudo pensar en las millones de frases que describen la belleza de el — ahora a comer.
