Bleach: Él Renacimiento del Guardián

Capítulo 1: Prólogo

Editor: YoNdayo

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"¿Estás seguro de que esto es lo que quieres?"

Ichigo miró a su padre, el reloj detrás de ellos marcaba cada vez más y era tarde, tomó un sorbo del sake que le habían servido y asintió. "Es demasiado en este momento" dijo con una voz tranquila e indiferente, ayudado por el fuego líquido que estaba bebiendo. "Me siento demasiado débil, inútil" se rió y cortó a su padre antes de que pudiera hablar. "Sé que es una tontería que yo solo siendo un humano Ichigo Kurosaki sea suficiente." Suspiró "Pero cada vez que veo a Orihime, Chad, Ishida caminar hacia la batalla, para luchar contra los monstruos que sé que están ahí, que ya no puedo ver me duele".

Su padre asintió con la cabeza en comprensión "Me tomó un tiempo acostumbrarme después de que perdí mis poderes por primera vez, pero tenía a tu madre, así que eso ayudó mucho. Aun así, no veo ningún problema con esto de la beca, además el programa es legítimo, la escuela tiene la clasificación más alta entre las instituciones educativas de este condado. Es un buen lugar".

"Y no está aquí," dijo Ichigo, "Necesito un tiempo fuera de esta ciudad, incluso cuando duele dejar a todos los que conozco me duele más quedarme".

"Lo siento", dijo Isshin.

"No es culpa tuya ni de nadie salvo la mía, mi propia cabeza, mis deseos egoístas" se rió de nuevo esta vez con un tono áspero, "Pensé que era una buena persona papá, pero resulta que simplemente amaba el poder".

No vio moverse a su padre, pero lo sacaron de la silla y sintió un cálido abrazo. "Hijo escucha, sacrificaste ese poder que tanto apreciabas para salvar nuestro mundo. Esas no son las acciones de alguien que ama el poder por encima de todo".

Las lágrimas brotaban de sus ojos y le picaban la vista "Gracias papá"

"Te amo Ichigo"

Sus ojos se abrieron cuando vio a una larga cabellera naranja similar a la suya, pero que contrario a él está tenía toques más finos y delicados, con un rostro redondo y tierno, y una curvilínea figura con un cofre y un trasero tan grandes que probablemente no había nadie en esta ciudad que se le comparara, relajo su mirada con una más gentil y culpable, luego vio una caja bento frente suyo. "A-aquí" Inoue se lo puso en la mano, tenía una sonrisa en el rostro que había estado allí toda la mañana desde que todos sus amigos vinieron a despedirlo. "En caso de que tengas hambre en el camino."

"Gracias" la había abrazado con fuerza habiendo un sinnúmero de sentimientos que no tenían que ser dichos, y ​​aunque ella chilló ante el movimiento repentino, lo abrazó de vuelta cuando él intentó alejarse. Parecía que quería decir algo más, pero esas palabras nunca salieron "Te veré más tarde Kurosaki-Kun".

"Seguro Inoue"

El autobús se detuvo y él estiró los brazos, era una de las pocas personas que quedaban en el autobús y el único que se bajaba aquí. Extendió la mano por encima de su asiento, sacó su mochila y le dio al conductor un asentimiento mientras bajaba del autobús.

Se protegió los ojos del sol mientras la furgoneta se alejaba, y tuvo la visión de lo que sería la ciudad en la que residiría. Allí estaba, con un ambiente seco, y desde su punto de vista más pequeño que Karakura Town, viviendas compactas salpicaban las calles. Su estilo, distribución, sensación era muy diferente a la de su hogar. Allí de pie, la asfixiante sensación de pérdida y deseo disminuyó un poco, casi como si pudiera fingir que las cosas eran normales.

El viento acariciaba su rostro llevando consigo el olor a primavera de una época de nuevos comienzos, lo arruinaba el sonido de un auto que se acercaba a la parada del autobús o más bien una limusina. No sabía lo que le esperaba, por lo que recordaba a su escuela le habían ofrecido un cambio para que uno de sus alumnos recibiera una beca completa para una de las academias más prestigiosas del país, y que hasta el año pasado habían sido solo de chicas. La beca había requerido de calificaciones altas, una rigurosa prueba escrita y luego la aprobación de la misma academia. Sin embargo incluía alojamiento y comida junto con la beca, cuando lo aceptaron había sido un alivio.