Capítulo 2

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“Él promete muchas cosas”

‘El Diablo es Amable’, de Zeal & Ardor

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—¿Otro trago? —Negan ofreció, alzando la botella de Jack entre ellos.

Rick la tomó mientras asentía como agradecimiento, llevándola directo a sus labios. Ambos estaban sentados en el viejo y mullido sofá en frente de la televisión; Rick tenía su pierna herida sobre una almohada en la mesa ratona para mantenerla elevada. 

Negan lo vió beber con una mirada evaluativa. —Realmente no debería estar dándote eso junto con los analgésicos.

Rick se mofó. —Ahora me está ayudando más que los analgésicos. 

Le había hecho el tour oficial del refugio después de mostrarle cómo estaban las cosas afuera. El lugar era impresionantemente grande, creado por una extrema paranoia para poder durar por años. Gracias a Dios por la paranoia, pensó con lástima a sí mismo mientras tomaba otro trago. Al menos ahora morirían lentamente.

Basta, se reprendió, devolviéndole la botella a Negan.

Carl y Judith estaban acomodados en la propia habitación de Negan, compartiendo la cama queen-size. Él, aparentemente, estuvo durmiendo en el sillón la última o las últimas dos noches, de acuerdo a lo que dijo Carl. Mencionó algo de uno o dos colchones de una plaza extra detrás de las repisas de almacenamiento, diciendo que podría colocarlos en la habitación en la que Rick había despertado para que él y sus hijos durmieran allí. Era un modo amable de abordar el tema que Rick no había sido capaz de tocar aún; la cuestión de cuánto tiempo se quedarían. También estaba nervioso por la posibilidad de que no quisiera aceptar a otro adulto y dos niños.

Negan le aseguró de que incluso con gente extra tendrían suministros por al menos cinco años más. No hablaron de qué pasaría después de eso. Ninguno parecía querer hacerlo. Al menos, no ahora.

Su charla después de que Negan trajera la botella de Jack permaneció superficial comparada con la situación en la que estaban. Ninguno estaba realmente mirando la película que Negan había puesto después de que Rick hubiera arropado a sus hijos en la cama del hombre. Negan le comentó lo que era ser profesor de gimnasia de preparatoria antes de que todo sucediera. Rick expresó sus condolencias. Rick le dijo lo que era ser un policía. Negan expresó sus condolencias. Hablaron un poco sobre la música y películas que les gustaban. Rick bromeó un poquito por la cantidad de comedias románticas que el hombre tenía en VHS, pero Negan insistió en que nunca había visto ninguna. El día ya había sido muy duro, y Rick apreciaba el descanso de tanta fatalidad y pesimismo que el hombre le estaba ayudando a conseguir antes de que más aún se acumulara dentro de sí.

El hombre era agradable, un poco ruidoso, y eso aumentó a medida que la botella se iba vaciando; lo agradable. Intentó mantener su voz baja por los niños, al menos, y Rick lo agradecía aunque de vez en cuando se le escape algo cuando se emocionaba sobre algún tema o se reía.

—Aquí abajo está lleno de cosas. —Rick musitó después de un rato, echando un vistazo a toda la habitación en apreciación mientras le devolvía la botella. —¿No tenías a alguien más a quien traer aquí?

La expresión de Negan se ensombreció mientras bebía otro trago. A ninguno le molestó no usar vasos. —Ya no. —dijo con simpleza, la pesada respuesta acabando con el ambiente. —Mi esposa--

Rick pensó en Lori otra vez, y su pecho dolió por la empatía. —Lo siento mucho.

—Fue justo antes de que todo realmente se fuera a la mierda. —Negan suspiró. —Mi esposa- Lucille- ella tenía la sonrisa más hermosa que se haya visto, y el más lindo contoneo al caminar. Desafortunadamente, también tenía cáncer, y se la llevó muy rápido.

El Diablo es BondadosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora