Valeska Wilkes.

Capítulo 2: colegio.

La alarma no sonó...

Me levanté sobresaltada de mi cama, agarré de una manera extraña el móvil, donde refleja en la mitad de la pantalla los números 6:33 a.m.... Mientras que entro al colegio a las 6:45 a.m. y tardo 10 minutos en llegar caminando, si me apuro unos 4 o 5 minutos máximo.

No estoy cambiada, pero por suerte, al menos mis cosas están preparadas... Tendré que ir sin desayunar ni un poquito de té... Aunque un café se me antoja bastante... tal vez lo compre en el colegio.

Termino de vestirme y corro como alma que lleva el diablo hacía la entrada del colegio, siendo aún las 6:43... Todo se ve oscuro, sombríamente relajante, el sol todavía no sale, y los faroles de las calles no están prendidos.

Veo la escuela bastante cerca, 1 cuadra para llegar, empiezo a bajar el ritmo, ya que, llego tranquila.

Es increíble... llegué y me cerraron la puerta en la cara... Son las 6:44, es completamente injusto, creo que empecé con el pie izquierdo, pero nada puede empeorar. ¿cierto...?

Terminando la formación, me pidieron mi cuaderno de notificados, no especificaron que llegué literalmente "menos un minuto tarde". Pero... ¿qué sentido tiene escribirlo? Si no hay nadie quien lo firme.

Entré a clases, como cualquier otro día, el profe de geografía no había llegado aún, así que tuve suerte, me senté con Aylen, mi mejor amiga, ya que Johanna (Mi compañera de banco) había faltado al Colegio.

Tocó el timbre del receso, el kiosquito, como siempre, estaba lleno, los alumnos suelen salir e ir rápidamente para comprar, y claro, mi salón está de lo más alejado de él, por lo que perdería todo el tiempo esperando, y con suerte podría comprar un vasito de café.

Todo el día transcursó de forma normal, salí del colegio a las 12:40, y Aylen me acompaño a casa, ya que le queda de camino.

Al llegar a casa, me despedí de ella, luego, le mandé un mensaje a Johanna, preguntándole el por qué de su falta al colegio, además de preguntarle si quería que le pase lo que hicimos hoy, por mientras, me fui a cocinar algo para comer... me estoy dando cuenta que, en un par de días tendré que ir a comprar.

A pesar de que vivo sola, y sea mucho más fácil cocinar para una sola persona, en algún momento los alimentos se acaban... con lentitud, pero se acaban al fin y al cabo.

Aún hay un poco de arroz, y tengo una lata de atún y algunos tomates, de aquí pueden salir una buena y deliciosa comida.

Terminé de comer, lavé los platos y los utensilios que utilicé, soy bastante organizada, y no dejo que se me acumulen las cosas, ya sean tareas, objetos sucios, y demás cosas, me siento más cómoda así y además, tengo más ratos libres.

Luego de eso me senté a terminar mis trabajos que eran para mañana, y el próximo día también, no parecen tan difíciles, dudo mucho que me lleven más de 3 horas.

Aun así, son las 19:00 p.m., y aún Johanna no contesta su teléfono, es algo extraño, porque ella vive literalmente pegada a ese aparato.

Me prepararé un té de hierbas naturales, para relajarme un momento, después de todo, me lo merezco, fue un día medio denso.

Le coloqué las trabas a todas las puertas y ventanas de mi casa antes de ir a acostarme, para escuchar música, me siento más segura de ese modo, pero vivo en un barrio bastante tranquilo, casi nunca ocurría algo en esta zona, bueno sin contar lo ocurrido con mi familia, la mayoría de los vecinos son ancianos, muy agradables son todos, siempre que los encuentro, me saludan con mucho cariño. Replico siempre con una sonrisa acogedora.

Debería dormir, termine todos mis trabajos, son las 10:24, temprano, pero debo hacerlo para que tanto mi mente y mi cuerpo descansen para empezar con buena cara mañana, presiento que será un maravilloso día.

Oh, es verdad, necesito prender la alarma, no quiero que se repita lo ocurrido hoy, sería una completa desgracia acumular tantas llegadas tardes, para que luego se hagan faltas.

Ahora sí, iré a apagar las luces y a dormir... algo dentro mío dice que mañana será un gran día, o al menos eso es lo que quiero pensar.