Capítulo 8: Análisis

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-¿Qué se supone que usted hará?- no tengo un pensamiento conciso, en realidad, no puedo pensar en nada, esto me parece muy familiar. 

-Sí, saldré, después de todo, ¿qué es la humillación comparado con una vida? Además, son simples palabras, sin importancia alguna.- mi cabeza está en un estado fatal. Es la primera vez que me pasa algo parecido, sin embargo el sentimiento es muy similar a cuando murieron mis padres.

Un asesino, un enfermo mental, alguien que no tiene nada mejor que hacer  que arruinarle la vida a los demás. A ver, tengo que relajarme, confío plenamente en Jonathan y en su equipo.

-disculpe, Jon, ¿podría sacarle una foto a la nota? No se la mandare a nadie, solo quiero sacar conclusiones sola, en mi casa de ser posible.- al principio sospechó un poco de mí, esperaba esa reacción sinceramente. Pero termino cediendo.

Espera, son las 19:49, ya está anocheciendo... creo que debería irme a casa. No creo poder quedarme hasta las 22:00 para presenciar todo en persona.

-Yyy Jon, otra pequeña petición más ¿podrías acercarme en auto hasta mi hogar?- realmente, admito mi temor, odio esto, se me fue la poca confianza y seguridad que tenía al caminar por la calle, y sobre todo a esta hora.

-descuidadamente pensé que te quedarías para ver el reportaje, no tuve en cuenta en que también tienes tu vida. Pero si no tienes prisa, claro, solo dame 15 minutos, te abro la puerta trasera, podes esperar ahí si querés.- Mi problema no es esperar, es irme sola, tengo miedo, realmente tengo miedo.

Espere esos interminables minutos, apoye mi cabeza contra el respaldar del asiento delantero. Con los pensamientos, aún, rondando en ella.

No resisto, mis ojos están empapados, estoy al borde del llanto descontrolado. Pero esperare a llegar a mi casa, no es tan difícil mantenerme.

Jon se sentó al fin, cerró la puerta y se puso el cinturón de seguridad. Preguntándome luego, por donde queda mi casa, le di vagas explicaciones de cómo llegar, parece un sujeto agradable, y donde pueda depositar de cierta forma mi confianza, pero no me agrada el hecho de que sepa tanto de mi vida, donde vivo, con quien, que hago usualmente, ni otras tipo de preguntas personales.

Llegamos a la esquina de la cuadra de mi casa, le agradecí por ello y me despedí, pero al cerrar la puerta, y esperar que se vaya, note que no tenía esas intenciones. Espere unos cuantos segundos, y ahí fue cuando entendí que es lo que quería.

Estaba esperando a que entre a mi casa de forma segura. Ya ni se cómo considerar ese acto, pero realmente es una buena persona.

La calle parecía fantasma. Muy pocas casas tenían las luces prendidas. 2 de los postes de luz estaban quemados, por lo que daba aún más miedo, realmente parecía una película de terror.

Seguí caminando, pero al darme la vuelta un momento pude notar un gesto de pregunta en la cara del oficial, seguro es porque cree que no confío en el al no dejarme en la puerta de mi casa.

Saque la llave de mi bolsillo y la puse en la puerta, logre despedirme del oficial con el mismo gesto de saludo, entré rápido a mi casa, cerré la puerta con llave y seguro, ya estaba lista.

Corrí con toda velocidad a mi habitación, ya no me importaba nada. Prendí las luces de mi pasillo, y la de la habitación, me lancé sobre mi cama, para acto seguido ponerme la almohada en la cara, y llorar. Llorar como nunca, necesitaba descargarme de todo lo que estaba viviendo, más encima, mañana, tendría que ir al colegio.

No pienso faltar.

Lloré, lloré, y lloré. Pasé un largo tiempo donde tan solo los mismos pensamientos recorrían cada rincón de mi mente, mis padres, Joha, un asesino suelto, la nota, todo. Absolutamente todo, y a cada segundo que pasaba.

En un momento, terminé mirando al techo, necesitaba controlarme, ya me había desahogado suficiente.

Agarré mi celular, para poder leer la nota. Pero, ¡eran las 21:57!

Corrí, a prender la televisión, tenía que ver qué pasaría con Jon, pero era algo obvio, solo lo hice por admiración, quizás.

A los noticieros no le importa la vida de Joha, ni pretenden ayudar en nada, ellos ganan dinero y ya, son felices con eso, lo único que se podía ver eran las clásicas franjas de "noticia de último momento, urgente" en todos los canales.

Se hicieron las 22:00 exactos, y ahí estaba, apareció Jon. El mismísimo Jonathan. Transmitiendo en todos los canales de noticias locales.

Al parecer, no tenía ninguna hoja en mano, ni nada. Se había aprendido el mensaje de memoria. Lo hizo bastante realista. Pero al terminar la frase de "Soy un idiota"

Agregó "Nos vemos pronto, Bourreau"

Esas palabras llenaron a mi cuerpo de esperanza inmediata. Indirectamente dijo, que atraparía al asesino.

Él es mi nuevo héroe. 

Valeska Wilkes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora