Capítulo 3: ¿Qué sucedió?

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Me levanté con el ruido de la alarma, ese clásico sonido tan molesto, pero reconfortante a la vez, eran entonces las 5:50, así que tenía bastante tiempo para organizarme e ir al colegio sin preocuparme de algún inconveniente.

Me di una ducha rápida, me vestí, desayuné un té de hierbas, para comenzar bien el día, agarré mis cosas, y me puse rumbo al colegio.

En esta época del año el sol tarda bastante en salir. Así que todo esta mucho más oscuro. Ademas no pasan muchos autos por aquí, así que es un camino tranquilo hasta el colegio. Estoy disfrutando de el aire fresco, el canto de los pájaros madrugadores, el sonido de los aspersores en las plaza, las cigarras, etc. todo es tan relajante, tan... hermoso.

Me estoy tomando el camino con calma, no tengo ninguna razón para apurarme, ya que, me quedan 15 minutos para que cierren las puertas, esta vez, no pasará como el día de ayer, sería un colmo, aun qué más cómico, que me cerrasen la puerta en la cara nuevamente.

No hay nada destacable en el camino de mi casa al colegio, durante todo el trayecto, las casas son similares, los mismos árboles que todos los días cumplen con su trabajo, los letreros en las esquinas indicando los nombres de las calles, en fin, lo de siempre.

Entre sin problemas al Colegio, el día iba perfecto, aunque de nuevo faltó Johanna, esto es raro, quizás deba visitarla luego del colegio, probablemente esté enferma. Aun así, no tengo por qué preocuparme, hoy será otro día genial, solo hay que esperar lo mejor de él.

Las horas pasaron volando, sin darme cuenta, tocó el timbre de salida, esta vez, le dije a Aylen si me podría acompañar a casa de Johanna, para visitarla, ver si necesita algo, y también pasarle las actividades hechas en estos dos días, más aparte los siguientes que no vaya.

Ella aceptó sin ningún problema, las tres somos bastante unidas, y no tenemos mucho que hacer en la tarde, así que ambas empezamos a caminar a su casa.

A las cuadras se veían autos un tanto peculiares, específicamente patrullas policiales, esto nos preocupó a ambas, así que intentamos apresurarnos.

Al llegar oficiales de policía nos detuvieron el paso, algo preocupadas les explicamos que éramos muy amigas de la familia, y pedimos una explicación sobre lo que pasaba.

Uno de ellos, nos resumió bastante la historia con una simple oración: "Una chica desapareció ayer, Johanna."

Esas palabras retumbaron en mi mente, era imposible, aún no podía terminar de creer lo que decía aquel hombre uniformado. Aylen, estaba petrificada, su preocupación desbordaba de cierta forma, en su cuerpo.

Le pedimos más detalles sobre lo que pasó, e insistimos con ver a sus padres. Luego de una discusión bastante alargada, terminaron por cedernos el paso, y automáticamente caminamos dentro.

Estaban en la cocina, junto a un oficial de policía, que, al vernos, se retiró del lugar, para dejarnos algo de privacidad, supongo.

Estaban demasiado preocupados, casi al borde del llanto, y lo único que se nos ocurría por decir, era, que lo sentíamos, y que seguro ya aparecería... ella, siempre fue sobresaliente por su fuerza, no solo mental, si no, también física.

Johanna no era una de esas chicas, que se escapaba sin avisar, efectivamente algo le habrían hecho, ¿una discusión familiar quizás? ¿Una pelea con algún chico? Si fuese así nos hubiera avisado, no respondía los mensajes, ¿tan ocupada estaría? No tiene sentido, no encuentro una explicación posible a estos hechos.

Luego de que se calmaron un poco, le pedimos detalles sobre lo que pasó exactamente, a ver si podíamos hacer algo, brindar algo de información o alguna teoría creíble.

Valeska Wilkes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora