Mi uniforme se encontraba deslumbrante, con una enorme "K" relusiendo en la parte frontal, y mi sonrisa estaba al tope, quizás algún día podría adicionar para ser el próximo guason, me encontraba observando a mi muy sexy novio, y realmente no podía contenerme, porque el era perfecto en cualquier momento y lugar, pero cuando jugaba vóleibol era jodidamente otra cosa.
El sudor lo hacía ver mucho más sexy de lo que él ya era, y eso me ponía, demasiado.
-¡Vamos cuervos! -Animé, mientras agitaba mis pompones-
Kuroo giro su cabeza y me dio esa sonrisa, haciendo que mi corazón comenzará a agitarse de maneras poco saludables dentro de mi y que mis mejillas tomarán un rojo chillón.
[...]
-¿Te gustó? -
Mi cabeza salió del trance, para luego darme cuenta de que el me miraba.
-Perdón -Le sonreí -¿Que decías?-
Su lengua paseó por sus labios para luego darme otra de sus sonrisas.
-Te preguntaba si el partido te había gustado cariño, ¿estas bien? -
-S-si, ¿porque lo preguntas? -Traté de disimular-
-Pareciera que tu cabeza está en todos lados menos aquí -Tocó mi cabeza con su dedo índice-
Mis mejillas volvieron a tomar color, debido a que, mi cabeza se encontraba aquí, pero demasiado en el, y muy directamente dentro de sus pantalones.
-¿Q-que? -Trate de calmarme-
-¿Que es lo que pasa por esa cabecita? -Me miró entrecerrando sus ojos en mi dirección-
-Nada de lo que tengas que preocuparte, bebé -Le sonreí-
Sus ojos me observaron para luego detener nuestra caminata, se posicionó delante de mí, para luego tomar mi cabeza entre sus manos y acercar nuestros rostros.
-¿No estarás pensando en alguien más, o si? -Sus palabras se encontraban cargadas de celos-
Mi risa no tardó en hacerse presente, y fueron mis manos las siguientes en tomar su rostro, para acercarnos lo suficiente y así poder besar sus labios.
-¿Como podría? -Susurré sobre sus labios, luego del beso-
-Quiero toda tu atención en mi gatita, no me gusta tener que compartirte con nadie mas, así que saca lo que sea que estés pensando y ponme a mi -Gruñó-
-No te preocupes, no hay nada más que tu en mi cabeza, cariño -Le di una media sonrisa-
El me miró, para luego volver a su posición anterior, a mi lado, y poner su brazo sobre mis hombros de nuevo.
-¿En qué pensabas? -Habló luego de unos minutos de silencio-
Mi risa se hizo presente nuevamente, el realmente se encontraba curioso.
-En ti, -Me sinceré- y en tus pantalones -Bese su mejilla-
Su rostro mostró confusión, y luego comenzó a mirarse los pantalones.
-¿Que tienen mis pantalones? -
-Nada demasiado importante, me refería a lo que esta dentro de tus pantalones, bebé -Reí-
El silencio permaneció unos minutos, haciendo un eco por la calle desolada en la cual íbamos caminando, hasta que el lo rompió.
-Oh, gatita -Ronroneo en mi oído-