Al despertar noto que ya era de noche, veo a Alan profundamente dormido. Lo había dado todo, era lógico que termine cansado. Me levanto de la cama y busco mi celular, tenía un mensaje de Paz. Me preguntaba si quería ir a tomar una cerveza, que a las diez pasaría a buscarme. Le contesté que sí. Realmente quería tomar un poco de aire y quizás contarle todo lo que pasó con Alan. Faltaba una hora aún, lo que me dio tiempo de bañarme.
Mientras estaba en la ducha, recorría mi cuerpo con las manos, cerraba los ojos y sentía el cuerpo de Alan sobre el mío. Fue fantástico en la cama, no paro un segundo. Pero bueno, no tenía que olvidar que sólo unos días más e iba a volver el hombre bien masculino, como siempre lo fui. Aunque... ¿cómo iba a mirarlo a la cara?
Terminé de bañarme, me sequé y comencé a cambiarme. Había elegido un brasier y una tanga grises y una falda, blusa y zapatos negros. Pinte mis labios de rojo, me puse un poco de sombre negra y me delinee. Me pinte las uñas de morado y me puse unas pulseras. Me puse el perfume en el cuello y muñecas. Estaba hermosa. Me sentía toda una mujer.
Cuando salí del baño vi que Alan estaba tomando un poco de agua en la cocina, vestía un pantalón largo y con el torso desnudo.
-Fua -dijo sorprendido, mientras su mirada recorría todo mi cuerpo. Me sentía deseada.
-Hola Alan ¿Cómo dormiste? -pregunté haciéndome la desentendida.
-Bien, estoy recuperado... -Lanza una sonrisa cómplice y yo sonrojo.
-Me alegro, yo me voy a ir con Paz. Me invitó a tomar una cerveza... Necesito un poco de aire después de todo lo de hoy...
Tome una cartera negra que me había regalado Paz, allí puse mi celular, billetera y un labial, junto a algunas otras cositas.
-Voy a esperarla abajo. Ya está por llegar. Nos vemos.
-¿Te vas a ir sin saludarme? -Se acerca, yo me quedo quieta, toma mi cuello y me besa, con la otra mano me agarra una nalga. Por un momento volví a sentir su cuerpo desnudo, mientras me penetraba. Trato de borrar esa imagen de mi cabeza. Es inútil.
-Sos tan lindo -le digo, y me muerdo el labio.
Ya no lucho contra mis sentimientos. Él me gusta, aunque me preocupa el hecho de que voy a volver a ser hombre y lo seguiré viéndolo. Va a ser muy incómodo seguir siendo su amigo sabiendo que en cierta forma tuve sexo con él. Pero ahora... sólo disfruto el momento.
Al llegar Paz, abro la puerta del auto.
-¡Nah! ¡Tremenda bomba sos! -me dijo sonriendo-. Subite bebe que te llevo a dar una vuelta.
-Gracias Paz, vos también estás muy linda
Ella vestía una campera de cuero, debajo un top gris y unos pantalones negros súper ajustados. Tenía los labios rojos igual que yo.
-¿A dónde vamos? -pregunté.
-Me recomendaron un bar que la rompe toda.
Estando en el bar, después de unas pintas y conversaciones cotidianas, no pude evitar contarle lo que pasó con Alan. Hace tiempo que no tenía secretos con ella, nos contábamos todo.
-¡No lo puedo creer Ro! ¿En serio me decís? ¿Tuviste sexo con Alan? ¡No puedo creerlo! -Sus ojos tenían una chispa de felicidad, estaba visiblemente asombrada por lo que le contaba.
-Callate Paz, te van a escuchar. Habla más bajo. -Estaba completamente ruborizada.
-Ro, sos una nena, y las nenas suelen tener sexo con hombres. Relajate, si alguien escucha no pasa nada. ¡Mi amiga tuvo su primera vez, que tierno! -Intento callarla tapándole la boca, pero me esquiva-. Ei... decime... Alan, un toro, ¿no?
-No te voy a contestar eso
-Si dale, porfi. Me quedo callada ¡Contame!
-Me trato re bien, es lo único que te voy a decir. Fue re tierno, me re cuido. Me hizo sentir segura todo el tiempo... Y si, es un toro.
-¡Ay amiga! No puedo creerlo, que tierno. Alan es ideal para vos. Pero... ¿qué vas a hacer? No me digas que vas a querer volver a ser hombre... -Me mira haciendo puchero.
-Que pregunta... -Decidí ser totalmente sincera con ella-. Estuve pensándolo y no sé. Me siento bien así, nunca fui tan feliz. Me encanta la amistad que tengo con vos y la verdad no quiero que pase nada que la haga terminar, no quiero arriesgarme a volver a ser un imbécil, me gusta la persona que soy ahora. Y con Alan me siento... no sé... creo... que... estoy enamorada.
-Y... después de la tarde que te hizo pasar, como para no quedar enamorada. -Me guiña un ojo y sonríe.
-No puedo creer lo estúpida que sos.
-Si te gusta como sos ahora, si decís que te gusta la amistad que formaste conmigo y que estás contenta con la relación que formaste con Alan, y es más, si encima decís que estas enamorada... ¿Para qué volver a ser Gaspar?
Nos quedamos en silencio unos minutos, mientras terminamos de tomar nuestras cervezas.
-¿Me prometes que me vas a acompañar en todo esto? -Le pregunto tímidamente.
-Obvio Ro, te quiero tonta.
Me abraza y noto como una lágrima corre por mi mejilla.
-Tan homofóbico que eras... al final siempre tuviste una nena adentro tuyo, reprimida, esperando el momento de salir -me susurra al oído.
-Que graciosa -le respondo irónicamente
Sonríe y me abraza más fuerte.
ESTÁS LEYENDO
La nueva vida: la historia de Gaspar
FantasyA Gaspar no les interesan los sentimientos de las mujeres, ni serles fiel, ni sincero, sólo les interesa llevarlas a la cama. Su vida cambiará completamente cuando se reencuentra con una ex pareja que hará todo lo posible por cambiar su personalidad...