Cada hijo de la rama principal de la familia Kim, tenía un poder extraordinario, que despertaba después de la mayoría de edad, cuando su cuerpo sea despojado de la virginidad.
Pero Taehyung no está interesado en nadie.
Pasan los años y su familia e...
Jimin recibió la fuente que traía las flores para preparar el baño de purificación para Tae.
Entró al cuarto de baño que era realmente grande pese a que se encontraba dentro de la habitación del menor. Colocó las flores en la bañera, añadió las sales que le dieron y prendió las velas.
Una vez listo fue a despertar a Tae quién se había vuelto a dormir, ese día no estuvo realmente activo, apenas había probado bocado a insistencia del mayor. Tae normalmente era muy animado, hasta hiperactivo algunas veces, pero ahora estaba totalmente apagado y eso estaba preocupando bastante a Jimin.
-Bonito, bonito despierta – pedía meciendo los hombros del menor ganando un quejido como respuesta – es hora de tomar un baño –
-Mmm … no quiero~ - respondía con la voz ronca y somnolienta.
-No seas un bebé llorón vamos levántate y a darse un baño… te gustará… es de flores – jugueteaba jalando el cobertor haciendo que el menor finalmente se levantara mirándolo con un puchero y su cabello disparado para todos lados.
El corazón de Jimin no pudo evitar dar un saltito al verlo así, se dio cuenta que realmente amaba todo de él y por ese amor iba a hacer esta vez las cosas bien. Prefería sacrificar su felicidad a perderlo, aunque eso signifique que debía entregarlo a ese idiota que conoció en la cocina.
-Un baño de flores? - Tae seguía tallando sus ojos con sus puños y un puchero en sus labios – eso me gusta pero no quiero estar solito – puchereaba otra vez.
-Quieres que te acompañe?- preguntaba Jimin con miedo y emoción al mismo tiempo.
Tae respondía moviendo la cabeza asintiendo de manera rápida como si de un niño se tratase.
-Awww ¿qué voy a hacer contigo? ¿Bebé llorón? – decía mientras apretaba los cachetes del menor.
-Ayudarme con ese baño y no dejarme solito- respondía con una sonrisa.
Rendido Jimin termina aceptando, pues al parecer Tae ya no le tenía miedo, parecía haber olvidado por completo el incidente de la otra noche. Eso en parte lo tranquilizó, volver a ganar la confianza de su amigo, pero aún estaba nervioso no podía mentirse.
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