Jungkook corrió a la habitación de Jin, preocupado al ver la reacción furiosa de Tae.
—¿Qué pasó?— preguntó al ingresar, al no recibir respuesta fue de inmediato al lado de Jin, notando que estaba inconsciente.
El temor volvió a su ser, era claro que había devuelto los poderes, ¿Y si ya no despertaba?
Sacudió su cabeza para alejar los pensamientos negativos, saliendo en busca del padre de Tae para que lo ayudara.
Bajó las escaleras a toda prisa directo al despacho de Yeonsung.
—Pase— escuchó el menor como respuesta a sus golpes desesperados en la puerta.
—Lo siento por molestarlo — Jungkook hizo una reverencia.
—No pasa nada muchacho, ¿Qué se te ofrece? — preguntó amable.
—Jin, ésta mañana despertó, pero ahora… — Jungkook luchaba por mantener la calma — ahora que volví a su habitación, está inconsciente nuevamente — expresó su preocupación.
—Quizás solo está dormido— Yeonsung intentó calmar al menor quien batía la cabeza en negativa.
—No, no es así, ¿Podría llamar al abuelo Kim? Por favor, para que lo revise — el menor insistía para que revisaran a su hermano.
—¿Por qué la insistencia?— Yeonsung veía extrañado al menor, nunca le había pedido nada, siempre era muy reservado y respetuoso, pero ahora, se veía muy alterado por lo que quiso indagar más en el asunto.
—Porque, mi hermano cometió una imprudencia — dijo entre dientes, no estaba seguro si debía confesarlo.
Yeonsung siguió mirándolo como exigiendo más explicaciones, Jungkook no tuvo más remedio que confesar la verdad.
—Jin, le ha devuelto los poderes a Tae— dijo soltando todo el aire que retuvo en los pulmones.
Yeonsung lo vio sorprendido, no se esperaba esa noticia. Sin preguntar más, tomó su teléfono y llamó al anciano Kim.
Jungkook se sintió más aliviado — muchas gracias — dijo haciendo una marcada reverencia.
ESTÁS LEYENDO
╬ SACRIFICIO ╬
FanfictionCada hijo de la rama principal de la familia Kim, tenía un poder extraordinario, que despertaba después de la mayoría de edad, cuando su cuerpo sea despojado de la virginidad. Pero Taehyung no está interesado en nadie. Pasan los años y su familia e...