El secreto del capitán Mugiwara

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Ataron a sus enemigos tras sacarlos del agua y los dejaron a un lado de Caesar.

Los Mugiwaras se reencontraron con Franky y explicaron lo sucedido. Los marines hicieron una línea divisoria porque quisieron para separar a piratas de marines. Sanji, con ayuda de Brook, comenzó a construir un horno para poder hacer lo mandado por su capitán, pero en un descuido por parte del esqueleto, golpeó la estatua del samurái que estaba cerca y la tiró al suelo, provocando que se rompiera. Todos se alarmaron hasta que escucharon como de entre el humo una tos salía, llamando la atención de todos, siendo Kin'emon que realmente no estaba muerto, al menos no todavía.

-¡Momonosuke! -gritó entre lágrimas por no poder volver a ver a su hijo.

-No te preocupes, está bien -lo tranquilizó Luffy, ocasionando que el Zorro de fuego lo mirara sin entender. -Creemos que no era ese dragón que derrotasteis, sino ese -señaló hacia Robin, que tenía la cabeza del animal aún inconsciente en su regazo. -Pero está inconsciente porque lleva mucho sin comer, por lo que quédate cerca de él para cuando la comida esté lista, por si no quiere comer -le sonrió divertido, como si estuviera viendo venir esa actitud por parte del niño.

Kin'emon agradeció antes de ver a Luffy retirarse con dirección al barco de Caesar que había en el muelle.

Chopper estaba en una puerta por la que se le había prohibido pasar. Trafalgar le había dicho que él se encargaría de los niños, pero su sesto sentido le decía que no debía de fiarse de él. Un grito por parte de los niños lo alertó e iba a entrar, pero fue detenido al ser abrazado como un peluche por su capitán.

-¡Luffy, tengo que ir, Trafalgar les está haciendo algo! -intentó soltarse de los brazos de su revoltoso capitán, pero este solo lo abrazó un poco más fuerte y comenzó a alejarse.

-Torao sabe lo que hace, no te preocupes, Chopper -tranquilizó con voz cantarina, bajando del barco y yendo con el resto de sus nakamas.

-¡Pero...! -iba a protestar, pero fue interrumpido.

-Chopper, tranquilo -lo cogió por debajo de las axilas y lo puso delante de su cara. -Él controla -habló tan seguro que terminó por convencer al reno.

Lo dejó en el suelo y se fue con Franky mientras Luffy se acercaba a Zoro, que estaba recostado contra una roca.

-¿Ocurre algo, capitán? -soltó el peliverde al sentir como el menor se acercaba a él, abriendo su único ojo sano.

Luffy se sonrojó al verse descubierto, dando medio paso en retroceso al sentirse intimidado por la mirada del espadachín.

-N-No, solo quería saber si te habías dormido como siempre, shishishi -maldijo su suerte por ese tartamudeo inicial.

Aunque no lo demostró en su expresión, Roronoa se extrañó por ese comportamiento por parte del menor.

-No, pero se está más tranquilo aquí -contestó con normalidad, irguiéndose en su sitio y mirando con más detalle al pelinegro.

La mirada tan intensa del mayor estaba comenzando a ponerlo nervioso, siendo demostrado con un tono rojizo que comenzó a aparecer en su rostro. Debía de salir de allí o se daría cuenta de su nueva "condición".

-¡Todos, a comer! -se escuchó el grito de Sanji.

-Nunca amé tanto la comida -pensó Luffy con alivio. -¡Comidaaaa~! -intentó comportarse como solía, corriendo hasta donde se encontraba el rubio con la enorme olla.

-Nunca te odié tanto, cejas rizadas -gruñó Zoro ante la pérdida de la vista de Luffy nervioso por su presencia.

Se levantó de su sitio, acercándose al grupo en busca de algo de bebida.