El secreto del capitán Mugiwara

⊱8⊰

El Nuevo Mundo, ese lugar que tanto les había costado alcanzar, pero que ahora estaban navegando después de tanto tiempo, aunque parecía que el tiempo no estaba a su favor, aunque Nami parecía estar bastante familiarizada con ese temporal.

Ayudaron a una gigante que se había comido una Akuma no mi que podía hacer que su tamaño variara, y ahora estaban de camino a su primera isla, que como no podía ser de otra forma, no estaba señalizada por ninguna de las agujas del Loge Pose, y Luffy ordenó ir a ella, y con más razones después de una llamada de auxilio que venía de ahí.

--Punk Hazard --leyó Robin cuando el grupo que se había decidido para ir a la isla atracó con el Mini Merry en ella.

--¡Chicos, aquí no puede haber nadie! --gritó Usopp en pánico, intentando convencer a su capitán de irse de esa isla incendiada.

--¡Que divertido! --rio Mugiwara por entrar de una vez.

--¡Está cerrado, no podemos pasar! --celebró al ver las puertas completamente cerradas.

Zoro se adelantó sin decir nada y cortó la puerta en equis, haciendo que la parte de abajo cayera, formando una entrada.

--¿Vamos? --se giró a ver al resto, guardando la katana usada en su funda.

--¡Así me gusta, Zoro! --alabó Luffy al peliverde, luego dándose cuenta de lo que dijo, sonrojándose hasta las orejas, entrando corriendo a la isla para evitar que nadie lo viera.

Robin rio al darse cuenta de esto, entrando justo después que el capitán. Zoro y Usopp se extrañaron por eso, el primero más que el segundo, pero no le dieron más importancia y avanzaron deprisa para alcanzarlos.

Caminaron sin rumbo fijo todo recto hasta que el pelinegro no pudo más y se quitó su chaleco ya que no soportaba el calor, siendo seguido por el resto del grupo, pero una mirada discreta estaba completamente clavada en su espalda. Mugiwara no la notó, importándole solo no morir por el calor abrasante que hacía. Encontraron lo que parecía unas antiguas instalaciones de la marina, aunque solo lo reconocieron porque Robin lo dijo. Pero no contaban con que un enorme dragón aparecería.

--Creía que estaban extintos --habló con gran miedo el tirador.

--Son criaturas mitológicas, no deberían haber existido nunca --habló Zoro, comenzando a sacar sus katanas.

--Pero por la forma que tiene no hay duda --confirmó la única chica sin creérselo.

--¡Es genial! --dijo Luffy con estrellas en los ojos.

El peliverde y el capitán comenzaron a pelear contra la enorme criatura, pero creyendo haber oído una voz que venía del animal. Continuaron peleando, hasta que al final el Monkey pudo hacerlo caer del cielo y Roronoa le cortó la cabeza.

Al final resultó que lo que había hablado eran unas piernas, literalmente, unas piernas solo que estaban atoradas en la espalda del dragón, aunque luego se atoraron en la espalda de Luffy. Aún así no detuvieron su marcha y continuaron, ahora con un espadachín irritado por haber perdido la vista que tenía de la espalda de su capitán por culpa de esas piernas sin torso ni cabeza.

Luffy se encontró con un centauro de leopardo, haciéndose amigos hasta que este descubrió que era el enemigo y se puso a enfrentarlo. Más centauros aparecieron y tuvieron que salir corriendo hacia el lago central, donde se decidieron a cruzar.

--¿¡Cómo pretendéis que crucemos!? --se exaltó Usopp.

--Nadando --sentenció el espadachín.

--¡Eso es imposible! --volvió a gritar, pero vio como Zoro ya había comenzado a hacer estiramientos. --Bueno, me toca a mi hacer algo --suspiró antes de coger semillas de su bolsa y dispararlas contra el suelo y contra el agua, creando unas plantas que parecían remos y una balsa con forma de plátano.