Especial 4: Los recuerdos de una amistad...

2.4K 211 16
                                    

Lilii y Harry siempre se veían a las orillas del lago negro, debajo un gran árbol. Aunque el lugar era hermoso, no muchos alumnos se acercaban a aquel lugar. Lilii lo había descubierto hace un tiempo, era el único lugar al que iba cuando quería estar a solas. Siempre se cuestionó la razón por la que los alumnos no iba a aquel lugar, después de todo era hermoso. Sobre todo cuando el sol comenzaba a ocultarse, el atardecer pintaba el cielo con hermosos colores y el lago parecía tan hermoso.

Lilii quería volar sobre el lago y ver lo hermoso que era desde las alturas.

- Hola—saludó Harry llegando a aquel lugar sacándola de sus pensamientos

- Hola—saludó Lilii mientras alzaba su mirada viendo a Harry frente a ella

- ¿Siempre vienes aquí?—pregunto Harry sentándose a lado suyo

- Si—respondió Lilii mirándolo ligeramente confundida por su pregunta

- ¿No te sientes sola?—preguntó Harry

- ¿No estás haciendo muchas preguntas?—cuestionó Lilii luciendo un poco molesta

- Lo siento—murmuro Harry

- No, no me siento sola—dijo Lilii—¿Alguna vez has necesitado olvidarte de todo? Quiero decir, después de todo, eres el gran Harry Potter, el elegido, El Niño que Vivió... tienes la presión del mundo mágico sobre ti, derrota a Voldemort y salva el mundo...

- No sabía que lo llamabas por su nombre—comentó Harry

- ¿Debería temerle? ¿Debería tenerle respeto?—cuestionó Lilii frunciendo el ceño

- ¡No! Solo... solo creo que es valiente de tu parte—murmuró Harry

- Lo siento, Harry—murmuró Lilii—por ser tan agresiva a veces

Ambos se miraron a los ojos y Harry comenzó a reír haciendo que Lilii se sonrojara. Lilii decidió reírse también, por alguna razón la risa de Harry era contagiosa.

Las reuniones entre Lilii y Harry se volvían más frecuentes que de costumbre, aunque la mayoría de las veces decían que "sólo era coincidencia". Y aunque Lilii quería información acerca de la familia por parte de su madre, la noble y ancestral casa de los Black, por alguna extraña razón... comenzaba a gustarle la compañía de Potter.

- Hola, Lilii—saludó Harry llegando a aquel árbol a lado del lago negro

- Hola, Harry—saludó Lilii con una ligera sonrisa

Se produjo un silencio haciendo reír a Lilii mientras que Harry se sonrojaba por ello. Harry se sentó a lado de Lilii, mientras Lilii sacaba una manzana de caramelo de su bolsa.

- Aquí tienes, Harry—sonrió Lilii mientras le entregaba aquella manzana de caramelo

- Gracias, ¿te gustan los dulces?—preguntó Harry recibiendo la mañana

- ¡Me encantan!—exclamó Lilii emocionada dándose cuenta de que perdió los modales de "una dama" cubrió su boca mientras un sonrojo aparecía en su rostro

- ¿Por qué te avergüenzas?—preguntó Harry con una sonrisa algo burlona

- No son los modales de una señorita—sonrió Lilii—estoy tan acostumbrada a actuar como una dama que a veces olvido que no soy así...

- ¿Y? ¿No podemos ser adolescentes normales por unos minutos?—preguntó Harry

- ¿Algún adolescente normal puede cambiar su apariencia a voluntad?—cuestionó Lilii riéndose

- Cierto, eres metamorfomaga—sonrió Harry

- Y eso es muy extraño incluso entre los magos—sonrió Lilii

- Entonces... supongo que si hueles Amortentia... ¿olerías dulces?—preguntó Harry

- ¡Solo chocolate!—respondió Lilii—no necesariamente dulces... mi amor por los chocolates es incondicional... aunque supongo que también olería pasto después de la lluvia y el aroma que produce un libro... ¿Tú?

- Supongo que vainilla o flores—susurró Harry para si mismo

- ¿Qué?—cuestionó Lilii confundida

- No estoy seguro—sonrió Harry con una sonrisa—¿Te duele cuando cambias tu apariencia?

- No duele—sonrió Lilii—se siente un poco extraño, pero no hay dolor en absoluto... Oh, ¿quieres que te muestre las cosas que hacía enojar a mi madre?—preguntó Lilii

- ¡Claro!—asintió Harry con una sonrisa

Lilii cerró con fuerza sus ojos mientras sentía que en su rostro aparecía un poco de pato. Abriendo los ojos vio como Harry parecía contener la risa.

- Cuack—imitó Lilii el sonido de un pato haciendo reír a Harry

Cerrando los ojos su rostro pasó a ser uno felino. Imitando el maullido de un gato vio como Harry comenzó a reír con más fuerza. Lilii se detuvo sonriéndole abiertamente mientras esperaba a que Harry se calmara. Harry detuvo su risa poco después y le sonrió a Lilii.

- ¡Eso es divertido!—sonrió Harry—¿Alguna te has convertido en un animal completo?

- No puedo hacer eso, Harry—rió Lilii—es la diferencia entre un metamorfomago y un animago... un metamorfo cambia su apariencia, pero seguirá siendo un humano. Algunas veces nuestro color de cabello cambia según nuestras emociones, si estoy enojada se vuelve rojo, si estoy asustada se vuelve blanco y si estoy triste se vuelve azul claro. Mientras que un animago puede ser un animal completo, yo no... aun no soy una animaga... sería divertido si pudiera ser una... aunque tener una hoja de mandragora en la boca durante un mes no suena nada bien...

- ¿Un mes?—cuestionó Harry

- Ser un animago requiere de mucha concentración y determinación, Harry—explicó Lilii con una sonrisa—aunque podríamos intentarlo algún día... ¿Qué animal te gustaría convertirte, de poder escoger?

- Tal vez algo grande y fuerte—sonrió Harry—no... creo que me gustaría ser un ciervo

- ¿Un ciervo? Eso es lindo—sonrió Lilii

- ¿Y a ti?—preguntó Harry

- ¡Algo que pueda estar en el agua! ¡Poder respirar bajo el agua!—chilló Lilii emocionada—¡Algo que vuele! ¿Te imaginas volar sin una escoba?

Lilii intentó ponerse de pie, pero resbaló y terminó cayendo arriba de Harry, quien había intentado sujetarla para evitar que cállese. Ambos habían terminado en el pasto viéndose directo a los ojos. Los ojos verdes de Harry brillaban a través del cristal de sus anteojos, mientras veían los ojos brillantes de Lilii. El cabello de Lilii se volvió de un color rosa tenue mientras le miraba con un sonrojo en su rostro. Harry acaricio su mejilla mientras una sonrisa aparecía en su rostro.

- ¿Y qué significa el color rosa?—preguntó Harry

~•~


Lilii observaba por la ventana de su habitación en la Mansión Malfoy, el jardín tenía una vista triste y vio como aquel pavo real de Lucius paseaba por ahí. Los recuerdos que tenía de su amistad con Harry solían invadirla con más frecuencia últimamente, y siempre sentía como la tristeza y la melancolía la invadían.

Tal vez no había aceptado sus sentimientos al principio, y creyó que aquel cabello rosa había sido producto del sentimiento de vergüenza que había pasado al haber caído encima de Harry tan torpemente.

- Significa amor, Harry—susurró Lilii mirando el cielo pensando en un par de ojos color esmeralda

La Hija de los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora