Capítulo XLIII

55 9 0
                                    

Llegó él día de san Valentin, qué rápido pasa él tiempo. Este año San Valentin caía sábado, Pablo me dijo qué tenía preparada una sorpresa. Me tire toda la semana intentado sonsacarle pero no conseguí nada. Me desperté tarde, a la 1. Me metí a la ducha, me vesti y bajé. Abajo estaban ya mi tía Dani, mi tío Aitor,mi tía Ana, mi tío Ramón, mis primos los peques, Ana, Rubius, Mangel y Noemi. Mi madre estaba en la cocina con mi abuela y mi padre en él jardín hablando por teléfono. Salude a los qué estaban en él salón y me senté con mis primos. Hablamos de tonterías durante toda la comida. Comimos y nos fuimos a dar una vuelta dejando a los enanos con Blanca, lo qué aguanta la perra. Dimos vueltas sin sentido como de costumbre hasta qué empezamos a hablar de lo qué íbamos a hacer está noche

Noemi:¿Qué vais a hacer hoy? Es San Valentin

Yo:yo no lo se del todo pero Pablo me tiene una sorpresa, a saber qué va a hacer,¿y vosotros?

Ana:yo le tengo una sorpresa al tonto este, a ver sí le gusta-dijo dándole un beso a Rubius

Rubius:mi plan es comerme a Ana a besos, aunque antes tendré qué ver la sorpresa, y, ¿vosotros dos?

Mangel:yo, ayudar a Alberto, ha tenido bronca con Leti, se han dado un tiempo y no quiero dejarlo sólo, no entiendo por qué no corta ya con ella

Noemi:pobre, debe estar destrozado, y yo he quedado en qué Ana iba a venir a casa y ver pelis de amor, como ninguna tenemos pareja

Ana:tampoco tengáis prisa, te da momentos buenos claro,  yo estoy feliz de estar con Rubius, pero soltera tampoco se está mal

Yo:yo de momento estoy soltera, hacemos vida de novios pero sólo somos un royo, más cómodo

Noemí:yo es qué no he encontrado a quién me llame de tal forma la atención qué sólo quiera estar con él, no quiero adelantarme

Yo:es lo mejor prima

Seguimos hablando Noemi, Ana y yo por un lado y los chicos por otro. Llegó la hora y yo me fui para mi casa, Ana y Rubius a un local qué había alquilado Ana y Mangel y Noemi a su casa. Me retoque y espere a qué Pablo viniese. Me envió un whatsapp y salí a la puerta. Allí estaba él, precioso como siempre. Me abrió la puerta del copiloto y me subí. Él se subió en él puesto del conductor y encendió la radio. Fue conduciendo por las afueras hasta llegar a una especie de campo. Menos mal qué no hacia frío. Había una mesa con dos velas en él medio y pétalos de rosas rojas, azules, rosas y blancas mezcladas alrededor de la mesa. Las vistas eran preciosas, las estrellas brillaban. En la mesa habían dos copas de cava y de fondo se escuchaba música dulce y romántica de artistas españoles o de habla hispana. Me encantaba todo. Me invitó a sentarme y le hice caso mientras él traía todo, yo quería ayudarlo pero él no me dejó.

-Pablo, esto es mucho, es demasiado perfecto, demasiado bonito para mi-

-Mi niña, esto te lo mereces, me tienes hechizado, lo haría las veces qué hiciese falta, bastante he tardado en estar contigo, te amo Cristina-

-Yo también te amo Pablo,  pero esto, yo no estoy acostumbrada a estos detalles tan de novela, de esas qué me encantan leer, pensé qué sólo existía en los libros pero yo no soy una Paula o una Valeria, no merezco tanto, todo esto es tan abrumador-

-Cris, es verdad, no eres ni una Paula, ni Diana, ni Miriam, ni Cris, no eres una sugus al igual qué no eres ni una Valeria, ni Esther, ni Alba, ni Wendy, porque no eres una incomprendida pero eres Cristina Santos Jiménez, una persona real y no un personaje de Blue Jeans. Está es nuestra novela, disfrutemos él momento porque no hay cosa qué más me gusté, quiero hacerte feliz porque yo soy feliz así, haría cualquier cosa por ti, hasta dejarte sí te cansas de mi. Te amo, no lío olvides-

-Pablo, yo, yo también te amo y me encanta estar contigo, me gusta hacerte feliz, pero, ¿y sí sale mal? ¿En qué lugar queda mi corazón? En algún momento te cansaras de mi inmadurez, soy completamente distinta de la Mónica de la qué te enamoraste, yo no se hasta qué punto te puedo dar todo de mi, me da miedo perderte y eso, eso es lo qué me impide darte cada parte de mi corazón, tengo miedo de lo qué siento por ti-

-La situación es difícil, piensa qué sólo quedan dos años y serás mía, pero mía de verdad, sin tener qué escondernos, te lo garantizo, cada día te haré más feliz y superaras ese miedo,conmigo-

Me levante y le di un beso, un beso lleno de esperanza, de amor. No quería perderlo de ninguna forma, quería entregarle todo mi corazón, no tener miedo de nada, pero la situación no era fácil. Cenamos y puso una canción de Enrique Iglesias, "Quiero ser tú héroe", lo puso en modo repetición y me saco a bailar mientras me la cantaba al oído,¿quién dijo qué él romanticismo había muerto? Ellos no conocían a Pablo, mi Pablo. Le iba siguiendo él ritmo dejándome llevar por él. Me encantaba la sensación qué tenía estando abrazada y bailando con él, sentía qué mi alma volaba. Cuando estuvimos más cansado quito él modo repetición y puso una especie de manta grande para poder ponernos los dos en él suelo tumbados.

-¿Sabes? No se como lo haces pero cuando estoy contigo conviertes mis días grises en soleados-

-Pablo, sólo me despierto de buen humor por las mañanas porque se qué voy a estar contigo, eres mi sonrisa de cada día-

-Espero qué eso siga así,¿ves la estrella de allí?-dijo señalando una estrella, la más brillante del cielo- Pues ese brillo y esa belleza no es nada comparado contigo, me encantas-

Dicho esto me sonroje, él puso su brazo alrededor de mi y yo me apoye en su pecho. Me quedé casi dormida en su pecho y me cargo en brazos y me llevó a la casa qué había al lado de donde habíamos cenado. Me rumbo en la cama y me quito los zapatos, se quito él los suyos y se puso a mi lado abrazandome, nos quedamos los dos durmiendo abrazados.

Madrid, un gran cambio #MUGC1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora