capítulo XLVIII

51 8 0
                                    

Hoy me desperté con los ladridos de Blanca. Noemi había salido temprano a correr para despejarse, en parte sabía qué necesitaba un poco de espacio así qué no vi problemas en ello. Me vesti y me fui a pasear con la perra, quería airearme un poco. Fui con pasó lento andando por la ciudad hasta qué me pare en un quiosco. Él dueño era amable y me gustaba hablar con él.

-¿Como tú por aquí señorita Cristina?-

-Echaba de menos tus charlas, creo qué a partir de ahora vendre más Ricardo,  tus frases me reconfortan-

Conocía a Ricardo desde él verano pasado. Me encantaba pasear y en una de mis escapadas encontré su quiosco por accidente. Desde ese día y cuando estaba en Madrid venía a visitarlo de vez en cuando. Su historia fue muy dura, tuvo un accidente de coche él cual lo dejó en coma durante tres meses y le hizo olvidar todo su pasado. Pero él era una persona amable y alegre

Con ayuda de sus padres abrió él quiosco y él era feliz aunque se qué le gustaría saber quién era antes del accidente. Era hijo único entonces cuando sus padres murieron él heredó todo.

-Me encanta saber eso, hace tiempo qué no me visitas-

-Sí, es qué he estado ocupada pero ahora tengo tiempo libre, por cierto,¿qué haces trabajando un miércoles santo?-

-Cristina, yo me agobio en casa, además de qué no soy muy religioso-

-Deberías venir un día a conocer a mis amigos, seguro qué les caes bien-

-Ains señorita, valoro su propuesta pero no, no puedo abandonar mi quiosco-

-Toma-le di un papel con mi número apuntado y mi dirección-sí algún día necesitas visitar algo más qué él quiosco allí estaré, y,¿qué tal las ventas aquí?-

-Pues como siempre, para mi están bien, me da de comer qué es lo importante. Lo de tú propuesta me lo pensare, no se me olvida.¿Y tú qué tal con él chico ese?-

-Lo tuvimos qué dejar, era imposible, lo estoy superando-

-Lo siento, seguro qué encuentras a alguien qué te haga feliz-

-Lo mismo digo Ricardo,¿no te gustaría tener una familia? Una mujer,hijos-

-Me gustaría, pero primero me gustaría recuperar la memoria, estoy yendo a un psicólogo, ya voy mejorando-

-¿Has recordado algo?-

-Sí, cosas de mi infancia pero ya está, él proceso va lento-

-Ya, pero es mejor eso qué nada, yo ahora tengo un primo en coma por un accidente de coche, ahora qué lo había encontrado-

-¿Él de tú tía perdida? Creo qué voy a ir a tú casa dentro de poco, tú familia debe de estar destrozada-

-Sí pero es lo qué hay, Ricardo me voy a casa, te espero-

-Iré pronto-

Dicho esto seguí caminando con Blanca hasta llegar a casa. Comimos y me fui a mi habitación a hacer la vaga hasta qué llegó Alberto. Hoy Marc había quedado con Rubius a solas para animarlo y Ana se iba a quedar en él hospital. Deje a Noemi y a Alberto solos, ellos se comprendían y se daban ánimos mutuamente. Me puse con él portátil para ver él twitter y él facebook, aunque no tenía ninguna notificación, sólo de juegos y spam. Cansada y aburrida me bajé a mi estudio a tocar pero no pude remediar ponerme a llorar. Tan absorta estaba en mis pensamientos qué no me di cuenta qué había entrado mi padre hasta qué lo oí decir:

-Princesa,¿estas bien?-

-Papa, para qué mentirte, no es él mejor momento de mi vida, todo esto me supera-

-Cristina, te voy a ser sincero, yo también quiero qué Mangel despierte pero no me quiero hacer esperanzas, Aitor le dan él alta él martes, pero tengo miedo, parece tan débil-

-Papa, Aitor ha acabado de formarse en la incubadora, va a seguir fuerte y sano, lo de Mangel se qué es así, nadie sabe si va a despertar, lo se, pero,¿sí perdemos la esperanza qué nos queda?-

-Entonces estas así por algo más-

-Supongo qué sí, se me pasará-

-Pablo-dijo a la vez qué yo le afirme con la cabeza- él amor es peligroso, bonito pero peligroso, lo vuestro era difícil y por mala suerte acabó mal, pero, ¿crees qué ha acabado?-

-No lo se papa, él va a estar un año fuera y en un año pueden pasar muchas cosas y no las puedo predecir-

-Hija escuchame, yo conocí a tú madre con 15, íbamos camino de Madrid a Almería, él viejo le quedaba poco y quería morir allí. Paramos en Albacete y Aitor se perdió,  era un crió de 7 años. Fui a buscarlo y estaba rodeado de varias mujeres, típico de él. Una de ellas era tú madre. Yo en ese entonces era un ligon y después de verano iba a volver a Madrid. Le di una tarjeta con mi dirección y mi teléfono,¿sabes por qué? Porque me había enamorado de ella, espere un año para verla de nuevo y casi otro para demostrarle qué la quería, cuando se quedó embarazada de ti se quería ir a Albacete, menos mal qué reaccione a tiempo, ahora tengo a las tres personas qué más quiero, Cristina, él destino es raro-

-Te quiero papa, gracias-

Fuimos a cenar y Marc, Rubius y Alberto vinieron después, ya qué este último se había marchado a cenar a su casa. Vimos una película de miedo y Alberto no paraba de picar a Noemi, me gustaba Alberto para Noemi, pero era todavía muy pronto para juntarlos, tiempo al tiempo. Estaba medio durmiendo, así qué me fui a dormir, la cama era mi mejor amante.

Madrid, un gran cambio #MUGC1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora