Capítulo XXIX

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Pasó la semana rápida hasta él día del concierto. Estuve todo él resto de semana nerviosa, de todos los errores qué había cometido este era  él peor, fijarme accidentalmente en mi profesor, y no sólo mi profesor, sí no él ex de mi prima. Sí es qué esto sólo me podía pasar a mi. Tras darle vueltas toda está semana, él jueves me di cuenta. No se porque. Y estaba esperando a qué venga mi prima mientras me arreglo, ya qué, como cada sábado, había comida familiar. Cuando llegó fue directa a mi habitación mientras su novio se quedaba jugando con los peques.

-Hola dormilona, qué raro qué estés despierta-

-Sí, Ana una cosa, imagínate qué te fijas en una persona qué no vas a poder tener nada con él,¿como lo afrontarias?-

-Te gusta Pablo, lo sabía, se te notaba, pero Cris, ¿qué piensas hacer?-

-¿Qué narices quieres qué haga? Es mi profesor, me voy a estar quietecita-

-Prima,¿qué más da eso? En él amor hay qué luchar-

-Deja él tema y bajemosnos ya, tú novio debe de estar pensando raro-

Bajamos y entre Rubius, papa y yo arreglamos la barbacoa sin tener ni idea de lo qué iba a pasar. Sonó él timbre y fue mi madre a abrir, suponía qué sería algún amigo de papa o de mamá, pero me equivocaba.

-Hola familia, espero no molestar pero me invitó Nora y no podía hacer menos qué venir-

-¿Tú no deberías haberte quedado en casa descansando la voz? Es lo qué se hace antes de un concierto,¿no?-

-Cris, tienes razón pero como decirle no a tú madre, ya sabes como es-

-Sí, bueno yo creo qué debo hablar con una persona,¿me disculpas Pablo?-

-Claro qué sí peque-

Después de haberlo esquivado lo más qué podía a Pablo, llegaba mi madre y lo metía en casa

-Mamá,¿por qué no me avisastes de qué venía Pablo a comer?-

-¿No te lo dije? Se me pasaría de la cabeza, pero, sois amigos,¿no?-

-Sí claro qué lo somos pero podrías haber avisado-

-Cristina, hija,¿cuando vas a reconocer qué te gusta? Dímelo-

-Mamá, no es eso, sabes qué te lo cuento casi todo pero de todas maneras esto es imposible, no quiero montarme castillos de arena y a ti te encantan las historias así y no quiero qué te metas, no podemos ser nada-

-Cris, nunca digas nunca, es difícil, sí, pero no imposible y tú misma te darás cuenta-

-Gracias mamá, te quiero-

-De nada princesa, y vamos para él jardín qué nos queman la casa-

Estuvimos comiendo y haciendo tonterías, yo no podía parar de mirarle de reojo y cuando él me pillaba me ponía nervioso. Término la comida y se pusieron mi madre y mi padre a hablar con ese tonito de sorpresa qué yo me conocía.

Nora:¿Deberíamos enseñarselo ya?

Santaflow:deberíamos dejarla con la intriga

Melendi:después de todo lo qué ha costado yo no me voy sin ver su cara en cuanto lo vea

Nora:pienso lo mismo qué mi cuñado, además, eres su padre Iván, se qué te encanta hacerle sorpresas a la niña

Ana(J):no es por contradecirte hermana pero de niña le queda poco, es toda una mujer

Madrid, un gran cambio #MUGC1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora