「22」

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El corazón se me aceleró en un intento de explotar de nerviosismo y las manos desprendieron un poco de
sudor frío.

—¡San!—dije,adelantándome a la situación—La rosa que le dejaste a Seonghwa ayer,como disculpa porque no pudiste venir,¿recuerdas?—rogaba por que San me siguiera la corriente y también porque no se molestara conmigo.

Miré de reojo a Mingi,quien sabiamente guardaba silencio y su rostro me decía que trataba de comprender lo que estaba sucediendo.

Los ojos de San me miraron,extraños.Fue una miradaque no supe describir,sus ojos algo me dijeron pero yo no entendí,estaba demasiado nervioso como para ponerme a descifrar el mensaje que me gritaban.

Luego de un silencio,San retiró su mirada de mí y le sonrió a Seonghwa—Si, ya recuerdo—musitó—De nada—dijo.

Suspiré de alivio.Después de eso,Hwa volvió al ataque.

—Y Mingi,¿a que se debe tan gran detalle con Wooyoung?—preguntó,preparado quizá para la bulla.

—Emm...—tartamudeó.

—Porque somos excelentes amigos,¿verdad, Nam?—interrumpí.

—Claro—dijo el interpelado.

—Chicos,les daremos privacidad.Min y yo iremos a mi habitación—tomé la mano de Mingi mientras que con la otra aun sostenía el ramo—Vamos—lo llevé hasta mi cuarto,mientras que éste trataba de comprender mucho
más todo lo que había ocurrido antes.

La mirada inquisidora de Seonghwa estaba a mis espaldas y la de San desconcertado,también nos seguía,hasta que nos deshicimos de ambas al cerrar la puerta.Cerré los ojos y suspiré.

—Dios—murmuré, aliviado.

—¿Qué acaba de ocurir allá fuera?—preguntó

Lo miré y suspiré de nuevo,era hora de contarle todo.

—Tenemos hablar,Mingi—dije y le hice seña de que se sentara sobre la cama entre tanto que yo me sentaba a su lado y ponía el ramo sobre la
almohada.

—¿Qué pasa?-preguntó,inquieto.

—¿Recuerdas ayer cuando te dije que si alguna vez te había gustado alguien prohibido?—inquirí,en voz baja.

Él asintió.

—Bueno...—guardé silencio por un minuto,mientras que los ojos miel de Mingi esperaban que siguiera hablando—creo que estoy enamorado de San—admití,casi con un
hilo de voz.

—¿Qué tú qué?-—farfulló.

—iShhh!—exclamé, para que bajara su tono de voz—Hongjoong me hizo darme cuenta de ello.

—Pero es el novio de Seonghwa,y él es tu mejor amigo—musitó,con un leve tono de desesperación.

—¿Y crees que no lo sé?—dije,triste—Pero uno no decide
de quién enamorarse—cité, lo que hace unas horas había
aprendido de Hongjoong.

—¿Y lo de la rosa?

—Bueno,Hwa legó ayer y la vio tendida sobre la mesa de centro,me preguntó que si fuiste tú quien me la había dado y dije que no, ya sabes, no quería que empezara a especular más de lo que ya lo hace,entonces le dije que fue San quien se la había dejado a él,porque no podía
decirle que su novio me la había dado a mí—expliqué.

—Eres un gran amigo,Wooyoung—me acarició el hombro.

—Claro que no,¿qué clase de amigo se enamora del novio de su mejor amigo?—dije, en un chillido ahogado.

—Bueno, exceptuando eso.Entonces,¿te molesta que yo..? Ya sabes.

—Mingi,no quiero usarte para darle celos a San—bajé la
cabeza.

—No siento que me uses.Aunque San sí se pone celoso,cosa que no debería.

—Eres un gran amigo para mí,Min.Es así como yo te veo.Discúlpame.

—No tienes que pedir perdón por eso,Wooyoung—sonrió—Eres muy lindo,claro,pero también eres un amigo para mi.

—Gracias,Mingi.

—Y ahora qué piensas hacer?—me preguntó.

—Trato de ignorar a San.

—¿Por eso no le abriste la puerta?—rió.

—¿Cómo sabes eso?

—Mi tía me dijo que lo vio sentado allá afuera,como si esperara.

Suspiré.

—No siempre podrás evitarlo,Woo—me dijo.

—Ya lo sé.

—¿Sabes? A lo mejor no es enamoramiento,simplemente
es...deslumbramiento muy profundo—trató de animarme.

—¿Qué diferencia hay?

—Que en uno estás enamorado,en el otro no—rió,pero su broma no provocó nada en mí e inmediatamente volvió a la seriedad—Cuando me necesites,sabes que voy a estar
allí—me acarició la rodilla.

—Gracias,Min.En serio, gracias.

Una vez aclaradas las cosas,él y yo pasamos el rato riéndonos,aunque mi risa no fuera con mucho sentido.

—Creo que ya es hora de irme.No quiero perderme la cena—dijo mi amigo,sobándose la panza.

—Está bien.Ojalá podamos vernos mañana—sonreí.

—Claro.

Me paré para abrir la puerta de mi habitación y Mingi me
siguió.En cuanto la madera me dejó ver la escena exterior,deseé cerrarla de nuevo de un solo portazo. ¿Cuántas veces se necesitaba ver la escena amorosa entre San y Seonghwa para que mi corazón se rompiera
por completo?

Me paré en seco y Mingi detrás de mi.La pareja se separó y sus bocas volvieron a ser dos. Algo dentro
tironeó mi corazón.

 Algo dentrotironeó mi corazón

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𝐄𝐋 𝐌𝐀𝐍𝐔𝐀𝐋 𝐃𝐄 𝐋𝐎 𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐎 | woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora