❝Falso y pérfido eran sinónimos de mi nombre.
De todos los papeles que pude protagonizar,era dueño del único que todo el mundo en mi situación rechazaría.Lo peor era que esta no era una obra de teatro,cuyo objetivo es representar,actuar y fingir;lo...
Apenas iba a dar el primer paso,su mano me ató del antebrazo,con fuerza pero sin causarme daño alguno,no hizo falta que me girara para comprobar que era San,conocía sus manos muy bien.
Pero el sólo contacto de su mano con mi brazo,hizo arder mi piel.Me giré a mirarle,esperando algo parecido al extraño comportamiento de ayer,pero su mirada era distinta,era como siempre había sido,tierna, inspiradora,brillante.
—¿Podemos hablar un minuto?—pidió y su voz de terciopelo acarició mis oídos.
Asentí y me soltó.
—Creo que...—comenzó y al instante bajó la mirada—que te debo una disculpa—musitó,pero yo me quedé en silencio,porque en realidad no sabía qué decir.
Entonces él levantó su mirada y capturó mi rostro,como no dije nada, continuó hablando.Por lo de ayer la... extraña discusión que tuvimos,yo...eh...debí agradecerte,aunque no le veo nada de malo darle una simple flor a un amigo,pero tienes razón.
—¿En qué tengo razóón?—pregunté,hablando por primera vez desde que inició el dia.
—En que a quien debo de darle ese tipo de cosas es a Seonghwa,él es mi novio—esbozó una tenue sonrisita inocente.
Me quise morder la lengua.Retractarme de las palabras que había dicho ayer, pero ya no podía,además de que era verdad, yo tenía razón,y me dolía tenerla.
Le sonreí,fingiendo entusiasmo. Nos llevó hasta el fondo de la tienda,en donde él ya había hecho selección de tres trajes,uno en verde, otro en morado y el útimo en tono tinto.
—Ve y escoge alguno que te guste,anda—me instó y me señaló un apartado con varios sacos y camisas.
Me giré a ellos y comencé a pasar la mano sobre cada uno,distraídamente.Rosa, rojo,negro,amarillo.Los colores pasaban por mi mente,pero nada más,porque en realidad no le estaba prestando atención alguna al diseño del satín.
Amigos.Aquella conclusión de él me decía que ese era nuestro destino,nada más.Si yo tenía sueños, esperanzas o cualquier tipo de especulación acerca de una posible relación futura,tenía que echarlas a la basura.
Nada iba a pasar,nunca, sencillamente porque él era el novio de mi mejor amigo.
—Creo que el azul se te vería estupendo—dijo a mi lado,haciéndome volver a la realidad,pero aun manteniéndome perdido en las capas de terciopelo de su voz.
—¿Cómo?—pregunté,atolondrado.
—El azul—señaló un maniquí portando un precioso saco de teciopelo en tono azul,con diseños en dorado,pantalones de vestir negros,junto con una camisa satinada del mismo color.
Me acerqué a el,sumamente atraído y San me siguió.
—¿Muy llamativo,no crees?—dije,admirando el efecto metálico y brillante que ofrecía el saco azul.
—No tanto.Perfecto,diría yo—me dijo—Se te vería estupendo,como la camisa que tenías el día que salimos con mi hermano,¿recuerdas? Además,es uno de mis colores favoritos—añadió.
¿Qué si lo recordaba? Lo que me sorprendía era que él lo hiciera. El conjunto era realmente precioso, así que me lo probé,justo como Hwa lo hacía con los que había elegido.Mientras que San esperaba sentado afuera.
—Se te ve hermoso—dijo San cuando Seonghwa le preguntó qué tal,entre tanto que yo me esforzaba por meterme en los pantalones,torpemente.
Me pregunté qué color era ahora el que mi mejor amigo vestía,ya que se había probado primero el conjunto en tono tinto.Corrí la cortina y salí del vestidor cuando por fin logré acomodarme el elegante atavío.
Seonghwa y San me miraron,asombrados.
—¿Me veo tan mal?—pregunté.
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¿Cómo están?
Hoy me siento productivo,tengo ganas de escribir mis historias serias,ya que en principio solo iba a escribir así y no iba a hacer un Davida y tú,en fin.
So seguramente luego haga otro capítulo o suba el nuevo Woosan
