Secret. [Chensung]

d o s

Renjun no creía lo que escuchaba, ¿Cómo de repente su mejor amigo había terminado con su novio? En su mente era imposible que eso pasara, ellos estaban hechos el uno para el otro, no lo entendía.

El menor seguía sobre sus brazos, su llanto sin detenerse, él no sabía qué hacer, ¿Sólo debía consolarlo, y decirle que todo estaría bien? No, él no sabía si era verdad, no podía prometerle algo como eso. Dejó que el de cabellos naranjas lo abrazara como nunca mientras él dejaba cariños en su cabeza, sin poder hacer mucho más.

Las ilusiones de Chenle se habían roto por completo. En su cabeza, él y Jisung vivirían juntos en cuanto terminaran la universidad, buscarían trabajos estables, adoptarían una mascota, tal vez se casarían, pero del modo que fuera, vivirían felices para siempre, ¿Cómo le explicaba a su mente que eso probablemente ya no pasaría? Se sentía destrozado, no creía poder superar a Jisung nunca.

Tal vez dos horas más tarde, el llanto de Chenle había disminuido, su rostro estaba rojo, sus ojos brillaban aún, su cuerpo se sentía cansado para siquiera ponerse de pie. Ambos estaban en el sofá, no habían podido avanzar si quiera a la habitación. Todo era un desastre.

— ¿Ya estás mejor? — El castaño buscó sus ojos, partiendole el alma ver a su amigo así. El pelinaranja asintió, sin decir más palabras. — Vamos a la habitación, te haré un té para que te relajes, entonces podemos hablar o dormir.

Chenle asintió una vez más, parecía estar en modo automático, a Renjun le dolía verlo así, tan apagado, estaba seguro de jamás haberlo visto de esa manera, y no sabía cómo iniciar esa conversación.

Chenle se sintió aún peor al ver a Jaemin ahí, ni siquiera consideró que su mejor amigo estuviera con su novio, había sido su primera opción pero ni siquiera pensó en que Renjun estuviera ocupado, era un tonto. El castaño le sonrió, saliendo de la habitación luego de darle un corto abrazo, ¿Eso era lástima?

— Lo siento, no pensé en que hyung estuviera aquí. — se disculpó mientras se sentaba en la cama.

— No te preocupes, él sabe que tú eres como mi hermano, lo entenderá. — Acarició sus manos lentamente, viendo sus ojos. — Ya vengo, de momento puedes tomar ropa más cómoda del armario. — Le sonrió antes de marcharse de la habitación.

Cerró la puerta tras de sí, sería una noche larga para él, sabía que no podría quedarse tranquilo teniendo a su hermano así. Caminó hasta la cocina, Jaemin estaba ahí con dos tazas de té preparados, listos para que él los llevara a la habitación. Suspiró, su respiración era irregular, su mejor amigo estaba destrozado, no sabía cómo actuar, él mismo podía desmoronarse al verlo sufrir de esa manera, no era tan fuerte después de todo.

— Él estará bien, te tiene a ti, tú puedes ayudarlo. — Habló su novio dejando caricias en sus mejillas. — Es así, ustedes se ayudan él uno al otro.

— ¿Y si no puedo hacerlo? Él jamás estuvo así, no sé como ayudarlo.

— Mantente junto a él, es lo mejor que puedes hacer ahora. — Le sonrió intentando darle fuerzas. — Pedí un trasporte, te llamaré mañana. — Dejó un beso en sus labios, para luego ambos ir hasta la entrada.

— ¿Podrías ir a ver a Jisung mañana?  También es mejor si nadie más sabe de momento, no quiero que los chicos les hagan preguntas que puedan lastimarlos más. — Jaemin asintió, terminando de ponerse sus zapatos. — Escríbeme cuando llegues a casa.

— Lo haré, te quiero. — Dio un último beso a su novio antes de finalmente marcharse.

Renjun volvió a la cocina a buscar las bebidas para luego volver a la habitación, viendo a Chenle sentado en la cama abrazando sus piernas, miraba un punto fijo mientras nuevas lágrimas empapaban sus mejillas. Se sentó a su lado, dejando las tazas en la mesa de noche junto a la cama. Se preguntaba qué era lo que había pasado para que su amigo decidiera terminar con Jisung, él sabía cuanto se amaban, así como también toda la situación con los padres del menor, pero jamás pensó que terminarían, parecía irreal para él que aquello pasara.