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Tres días, tres largos y tortuosos días habían pasado.

Chenle había caído en coma.

Ellos seguían en Corea, aun así, Jisung agradecía que su hyung hiciera de todo para conseguir pagarle un pasaje, por su cuenta jamás lo lograría.

Por supuesto todos habían sido reportados sobre el accidente.

Jisung se preguntaba si su chico se imaginó en algún momento cuán importante era para todos sus amigos, él estaba seguro de haber visto a todos sus amigos llorar por la noticia. Se sintió egoísta al pensar que debía estar ahí, es decir, Renjun también merecía ir hasta allá, y seguramente todos sus mayores desearían poder ir hasta China, pero no muchos ahí ganaban más del salario común, y eso no alcanzaba para quedarse en China.

Porque claro, una vez que estuviera junto a Chenle, no se iría hasta que el chico despertara, lo que podía llevar varias semanas, eso según lo que había leído, temía que fuera peor que eso.

Estaba acostado en su cama, sin poder dejar de pensar en el estado de su novio, ¿Por qué todo se había ido tan a la mierda? ¿Qué podía ser peor? Chenle le había dejado, luego se había ido a China, y ahora estaba conectado a máquinas sin ser capaz de respirar por su cuenta.

Dios, él sólo quería que Chenle estuviera bien, no le importaba todo lo anterior, él sólo quería que despertara.

— Mi amor, debes comer algo... — Su madre entraba por tercera vez a la habitación ese día. Ella también se había enterado de lo de Chenle, sin embargo, le preocupaba el estado de su hijo también, el chico no probaba bocado hace más de un día.

— No tengo hambre. 

— Sung, vamos... Chenle, estará bien, no puedes descuidarte.

— Está en un maldito coma, mamá, no puedes decirme que estará bien.

— Lo siento, señora Park, debo hablar con Jisung. — Uno de los mismos chicos que habían irrumpido en su casa hace un par de noches, ahora estaba junto a la puerta. La mujer suspiró, saliendo de la habitación otra vez. — ¿Les dijiste que irás a China?

— Aún no. — Se sentó en su cama, viendo como su mayor se sentaba junto a él. 

— Debes hacerlo... También debes hacer tu maleta, de preferencia, dentro de la siguiente hora. — Jaemin tomó sus manos, obligandolo a ponerse de pie.

— ¿Qué..? ¿Por qué?

— Tienes un vuelo que tomar dentro de... — El mayor miró el reloj en su muñeca. — cinco horas, tal vez menos.

— ¿De qué estás hablando?

— Siendo breve... Entre todos los chicos juntamos el dinero que teníamos para poder pagar pasajes para ti y Renjun, él está en su departamento ahora arreglando su maleta, así que debes hacer lo mismo.

— No puede ser...

— ¡Es así, Jisung, muévete! — Empujó al menor hacia la puerta. — Cambio de planes, tú te darás una ducha e irás a hablar con tus padres mientras yo hago tu maleta, andando, como te vea aquí en el próximo segundo, el que tome ese avión seré yo, Park Jisung.

No tuvo que decir otra palabra para que el de cabellos oscuros desapareciera por la puerta, en menos de cinco minutos, estaba saliendo del baño con una toalla alrededor se su cintura, y en aún en menos tiempo, se vio bajando las escaleras par ir hasta la cocina donde seguramente estaban sus progenitores.

Se sentía nervioso por alguna razón, sabía que no habría nada que le impidiera dejar el país, así sus padres se molestaran, él iría de todas formas, aunque temía lo que podía salir de sus labios al momento de hablar.

Secret. [Chensung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora