La Caída De Un Ángel.

Final alternativo

Final Alternaitvo (Nota: este no es el final original, ustedes deciden su propio final)

Desperté con dolor de cabeza en la mañana, había bebido mucho la noche anterior en mi fiesta de compromiso, y había vomitado hasta mis intestinos en la madrugada junto con Harry y Zayn quienes me acompañaron a casa después de la fiesta. Me levante con pesadez, el dolor de cabeza me estaba dejando exhausto, me senté al borde de la cama y me acaricié la cara mientras me desperezaba.
Comencé a recordar gran parte de la fiesta de anoche, sobre todo, recordé a Madie y por ende a sus frías palabras que me cayeron como balde de hielo. Recuerdo haberle dicho que ojalá Nicholas la amara como yo a ella, luego de haber escuchado su sermón de que no la volviera a buscar. Ella me respondió con un filo de palabras que atravesaron mi pecho "Ojalá no lo haga, porque tu no me supiste amar.  Ojalá él me ame como yo te ame a ti"
Y tenia razón, yo no supe amarla, pero la ame, la amo, con todas mis fuerzas, con toda mi mente, con todo mi corazón ... A mi manera, tal vez. Pero la amo, la amo tanto que no sabría que hacer si no la tuviera a ella, y no se que hacer, no la tengo y estoy perdido, lo único que hago es improvisar y dejarla ser feliz. Pero yo quisiera ser su felicidad, no Nicholas. Tal vez por eso la obligo a venir a mi matrimonio, porque antes que todo ocurriera ella era mi mejor amiga y tampoco quiero perderla de esa forma.
Escuché a Zayn gritar mi nombre desde otra habitación. Me deshice de mis pensamientos y me levante de la cama, me dirigí a la habitación en la que Zayn había dormido y lo encontré charlando con Harry.
-¿Me necesitabas?- pregunte confundido mientras consentía mi frente.
-Si- comento - Eleanor llamo, tienes que alistarte para ir a ver los últimos arreglos de la Despedida-
Suspire exhausto.
-¿Ahora?- pregunte fastidiado.
-Sip- menciono
-Yo te acompaño- menciono Harry - Quiero buscar una mesa perfecta para mi cita de esta noche-
-¿Vas a llevar una cita a mi despedida?- pregunte confundido -¿Quien es?-
-Es una modelo, dudo que la conozcas- menciono - Te la presentaré en la noche-
-Okay, como quieras- gruñí y me dirigí a mi habitación donde tome una ducha helada para despertarme.

Al llegar al club nocturno me encontré con el auto de Eleanor en la entrada del local. Ahí estaba ella, por supuesto, esperando por mí. Me estacione junto ella y la salude desde el asiento de mi auto, Harry repitió la misma acción y luego nos bajamos del vehículo para tener un saludo mas formal.
-Hola amor- menciono la chica con esa sonrisa de ilusión que siempre traía en la cara desde que le pedí que fuera mi esposa.
-Hola Eli- comente un tanto seco por la tormenta que invadía mis pensamientos.

Eleanor era una chica muy hermosa, cabello castaño ondulado como un cono de helado recién salido de la maquina, siempre perfecto y bien cuidado. Sus ojos avellana van a la par con su cabello, como si fueran los accesorios perfectos para él, aunque para completar al atuendo perfecto, se necesitan perlas y ella las tenia en su sonrisa ruiceña, la que siempre me regalaba al verme. Ella era una chica hermosa. Pero no era para mí. No.

Mi chica perfecta, tenia cabello claro que cambiaba de color de acuerdo al clima, unos días era un rubio castaño y pálido, esos días en los que el clima estaba apagado y la casa estaba oscura por la falta de sol. Y otros días era ese rubio encendido que brillaba con el roce del sol y lo hacia ver tan majestuoso que hasta podrías pensar que esa cabellera era mas valiosa que el oro, y lo era. Sus ojos eran las ventanas al cielo, azules y cristalinos con un poco de brillo para no perder el estilo con su cabello, unos ojos enormes donde podías ver sus emociones y su pensamiento.
 Y para contrastar todo el brillo, estaban sus grandes y jugosos labios rojos que tanto deseaba mordisquear y besar. Esa era mi chica, la que quería, pero no tenia.

-¿Quieres entrar a ver como va la decoración?- pregunto mi novia sacándome de mis anhelos.
-Eh, si claro- asentí y nos encaminamos a la entrada del local.