02.- Cita

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Dylan

—amigo eres afortunado

—¿por qué?

—me habría encantado tener a una secretaria como la que tienes

—lo sé – sonrío – pero esa chica es mía

—tranquilo, no pienso meterme con ella

—eso espero

Presiento que Sophia no es como el resto de las chicas con las que he lidiado, ella se ve diferente y creo que me va a costar un poco más convencerla, pero lo voy a lograr.

—regreso luego

—bien

Sólo espero que no me lleve demasiado tiempo con ella porque entonces estaré metiéndome en un terreno que no me gusta para nada. El Amor.

Sophia

Veo salir al amigo de Dylan y me sonríe.

—hola, yo soy Carlos, el mejor amigo de Dylan

—hola, yo soy Sophia la nueva secretaria de Dylan

—me alegra conocerte, espero que podamos llevarnos bien porque suelo venir mucho a visitar a mi amigo

—ya veremos qué pasa

—con permiso

Sonríe y se va.
Es extraño para mí el platicar con chicos porque normalmente siento nervios los cuales no me dejan hablar muy bien como de costumbre, pero ésta vez resultó mejor de lo que esperaba.

...

Entro a la oficina de Dylan pero no lo veo y no recuerdo que haya salido.

—¿Dylan?

—hola Sophia

Aparece de un cuarto que se encuentra a la derecha y lo observo atentamente, su cabello está más alborotado y su mandíbula al verme se tensa.

—¿pasa algo?

—la señorita Olivia me ha pedido que le agende una cita para mañana con usted

—mañana es martes

—así es, ella insistió en que fuera mañana

—dile que no puedo, mañana tú – me señala – y yo, tenemos que arreglar las fechas de esa agenda porque voy a salir y no deseo que tengas que lidiar con todo eso sola

—está bien

Doy media vuelta para salir, pero su voz me inmoviliza antes de tocar la puerta.

—¿crees que mañana podamos ir a un restaurant?

—¿para acomodar fechas? – lo observo y él asiente tranquilamente – supongo que si

—entonces mañana te espero aquí y nos iremos después de la reunión con los inversionistas

—claro

Salgo de su oficina y me dirijo al teléfono para hablar con Olivia para que pueda reprogramar su cita.

—¿si?

Su voz suena extraña y no quiero sacar conclusiones de lo que posiblemente esté pasando en su oficina.

—el joven Dylan ha negado su cita para mañana, estará ocupado

—¿qué?, él jamás... jamás me niega una cita

—pues ésta vez tiene una cita de negocios que no puede cancelar, ¿desea que le organice otra cita para hablar con él?

—no gracias

Y cuelga molesta.
Al parecer tiene un genio que no sé cómo es que Dylan la soporta.

...

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