15.- La Verdad

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Posa ambas manos en mis caderas y sus labios sobre los míos.
Sabe a sal debido a que estuvo dentro de una alberca cumpliendo el reto de buscar una caja bajo el agua a oscuras. Poco a poco termino bajo él y al separarse me observa.

—no quiero que te haga daño

—no lo hará

—¿cómo estás tan segura?

—confío en ti

No estaba dispuesta a querer a Dylan; la simple idea me hacía querer vomitar, pero verlo ahora ya no es tan cruel como parecía.
Mi celular suena y Dylan lo toma de la mesita para entregarmelo.

—genial, ocho de diez han confirmado el cambio de cita sin ningún problema

—por dios Sophia

Me quita el celular y lo coloca nuevamente en la mesa.

—todos van a estar de acuerdo con el cambio

—¿qué?

—si, todos saben acerca del motivo por el que estoy en Italia

—¿y entonces por qué me hiciste enviarles mensajes?

—estaba molesto contigo

—¿por qué?

—cuando quise explicarte lo que pasó aquella vez que me encontraste con Olivia en la sala de juntas, tú me dijiste que no te importaba lo que hiciera con mi vida; me enojé y te dije que mandaras los mensajes

—¡estabas acostandote con ella!, realmente no me importa lo que sea que haya pasado entre ustedes

—lo sé, creí que sería una buena forma de  castigarte, pero no creí que consiguieras lo que te pedí

—voy a matarte Dylan Lambert

—¿y cómo lo harás?

Lo obligo a darse la vuelta y me pongo de pie antes de que me lo impida.

—¿qué haces?

—voy a utilizar una de esas dos oportunidades que tengo para que hagas lo que quiero

—no

—si

—Sophia

—quedate allí

Voy hacia el baño y cierro con pestillo para que no pueda entrar.
Ahora agradezco el hecho de que los de servicio hayan dejado camisones aquí. Tomo uno de color rosa pálido y me desvisto para colocármelo.
Me suelto el cabello y me veo en el espejo.
Desde pequeña había odiado mi cuerpo porque me había desarrollado rápidamente a diferencia de muchas otras chicas, pero ahora agradezco que eso haya pasado, o de lo contrario el camisón no se vería bien en mí.

Para cuando salgo del baño veo a Dylan con el celular en las manos, levanta la vista y deja caer el celular.

—Sophia

Sonrío tímidamente y me acerco a él.
Me coloco arriba de él y antes de que sus manos toquen mi cuerpo lo detengo.

—lo que quiero es que tú no hagas nada

—¿qué?

...

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