Los días en el trabajo pasaron un poco lentos, toda una semana para poder salir con Junhui, pero por suerte, lo veía a diario. Era miércoles cuando vió al mayor con el cabello desordenado y algunas gotas de sudor en su hermoso rostro, sentándose de golpe en el sillón de la oficina, luciendo cansado y agotado. Minghao no pudo evitar sentirse curioso, viendo las piernas abiertas del pelinegro, notando sus gruesos y formados muslos, su pecho subiendo y bajando constantemente, mientras jadeaba levemente con los ojos cerrados.
Maldición, Junhui.
Su mente voló, imaginándose sobre esas piernas, besando sus apetitosos labios y tocando cada centímetro de su cuerpo. Besar los lunares de Jun, ser el responsable de esos jadeos, gemir sobre él y quitarle esos malditos pantalones que se ajustaban tan bien en sus piernas. Nunca había detallado a la perfección a alguien, todo le parecía llamativo si venía de Junhui, pero eran unas ganas tan raras, tan locas y fuertes. No se dió cuenta de su propio bulto en ese preciso momento. De tan sólo ver el hermoso cuerpo de Jun, se había puesto duro, y ahora mismo se odiaba por eso.
Tosió forzadamente, llamando la atención del mayor quien por fin abrió los ojos, con una sonrisa divertida que confundió a Minghao.
—Hola, Hao. Perdón por llegar así, mi hermana se llevó mi auto y tuve que venir caminando... mejor dicho, corriendo.
Explicó levantándose del sillón, yendo hacia su escritorio, pero sin pensarlo dos veces, el menor tomó su brazo, deteniendo sus pasos repentinamente.
—No te preocupes por eso, está bien.— Sus miradas hicieron contacto, pero cada vez que lo hacían un extraño brillo aparecía en sus ojos.
Minghao en primer lugar no sabía porqué lo había detenido, porqué lo había tocado. Él no estaba muy contento del contacto físico, pero su necesidad de tocarlo eran intensas, aunque sea sólo su fuerte y un poco musculoso brazo. Junhui tenía un cuerpo perfecto, ni muy musculoso, ni muy delgado, era término medio. Al igual que su piel, no era pálida ni oscura, era hermosa, y ahora podía sentir lo suave que era al tomar su brazo, que bueno que hoy llevaba sólo una playera y ninguna chaqueta o camisa larga.
En ese momento Minghao se dió cuenta de que necesitaba más.
Necesitaba tocar más, besarlo, morderlo... pero Jun no iba a permitir eso ¿o sí?
Ahí pudo salir de su burbuja de deseo e ilusión, soltando a Junhui con una sonrisa avergonzada, dando la excusa de que debía ir al baño, sin esperar alguna respuesta del mayor. Se encerró allí, soltando un gran suspiro mientras recostaba su espalda de la puerta, observando en silencio su reflejo en el espejo. Su rostro estaba sonrojado ¿pero cómo no estarlo después de pensar cosas sucias con su compañero de oficina frente a él? Lo peor es que no se sentía mal, sólo muy apenado. Cuando miró hacia abajo, su cara se sintió más caliente aún, viendo como un pequeño bulto sobresalía y se notaba mucho en su entrepierna.
Mal-di-ta se-a
Debía hacer algo para deshacerse de ella rápidamente, pero una ducha fría no era posible ya que el baño sólo constaba con lavamanos y un retrete. Estaba jodido, pero eso no podía quedarse así, en cualquier momento Jun lo notaría y Minghao no estaba muy agusto con esa idea, sería la mayor vergüenza de su vida si se llegara a enterar que tenía una erección, y más si era por pensar fantasías sexuales con el mismo pelinegro.
No tenía otra opción.
Desabrochó su pantalón con rapidez, bajándolo junto a su ropa interior solo lo suficiente para liberar su miembro, sorprendiéndole por lo duro que estaba, dios, esto estaba mal muy mal. El culpable de su calentura estaba detrás de esa puerta, y si llegaba a escuchar algún ruido, estaba muerto. Trató de pensar en gatitos tristes, en animalitos bonitos llorando, pero ningún pensamiento deprimente hacían bajar su erección, debía actuar rápidamente. Tomó su polla necesitada cerrando sus ojos con fuerza, moviendo su mano de arriba a abajo con lentitud. Aunque quisiera hacer esto lo más rápido posible, tenía años sin haberse masturbado, simplemente no había tenido la necesidad de hacerlo.
Gimió sin poder evitarlo, pasando una y otra vez su pulgar por el glande rojizo y húmedo, ya se le había olvidado lo bueno que era hacer esto. Acarició su polla aún más rápido, desde la raíz hasta la punta, mordiendo su labio para intentar no hacer más sonidos vergonzosos. Pero cuando Jun volvió a caer en su mente, abrió su boca, masturbándose con fuerza mientras jadeaba y gruñía. Era tan bueno, maldita sea, imaginar a Junhui tocándolo para luego joder su culo una y otra vez, necesitaba a Junhui.
Bajó un poco más sus prendas, llevando dos dedos a su boca para mojarlos con saliva antes de acercarlos a su entrada y meterlos de una, gimiendo alto cuando empezó a moverlos dentro de su culo, empujando sus caderas para que fueran más profundo. El ambiente en el cuarto de baño estaba caliente, junto a sus jadeos urgidos, sus mejillas rojas a la misma vez que se tocaba sin importarle lo demás, maldición, sólo pensar en lo genial que sería reemplazar sus dedos por el pene de Jun lo hizo gemir de nuevo, tocando su punto dulce con sus dedos repetidas veces.
—M-mgh, mierda...— Murmuró en voz alta, después de unos cuantos gemidos acelerados, volviendo a tomar su pene, estremeciéndose por el montón de sensaciones que recorrían su cuerpo constantemente. Sus dedos tocaban y tocaban su próstata, pero no lo suficiente como para hacerlo gritar.
El pene de Jun si podía lograr eso.
—A-ah, Jun.— Dejó caer su cabeza contra la puerta, dando unos cuantos jalones más a su polla para luego ver como salían tiras largas y blancas de esperma en su mano, manchándola por completo del caliente líquido que había expulsado.
Después del disfrute, venía nuevamente la vergüenza y la pena.
Maldijo en su mente, lavando sus manos con rapidez, volviendo a subir sus pantalones y ropa interior, viéndose en el espejo con reproche y molestia antes de salir con la mirada gacha. Sin embargo, cuando alzó su vista disimuladamente, Jun se encontraba en el teléfono, y por lo que escuchaba, eran más negocios de la empresa. Dejó salir un leve suspiro de alivio, volviendo a su puesto para continuar con su trabajo y olvidarse de todo lo que había ocurrido dentro del baño.
︶⏝⏝⏝︶︶⏝⏝⏝︶︶
¡Hola! ¿Cómo están? espero que bien. Les cuento que no tenía para nada planeado esto que hizo el Hao👀. Simplemente me dejé llevar y escribí lo primero que pensé, kslsk, también quería algo de escenas eróticas antes de comenzar con el Junhao.
Espero que les esté gustando, me estoy esforzando mucho para poder terminarla, ya que suelo ser muy floja, además, no tengo mucho tiempo libre. Así que si votan, les regalo más capítulos, creo que es un trato justo jsñsl.
Hasta luego.⛅
ESTÁS LEYENDO
Compartido [JunHao]
FanfictionDe miradas compartidas, besos, abrazos, cuerpos y ¿amor compartido? Minghao estaba comprometido con un joven de gran carisma, divertido y despreocupado. No estaba en sus planes casarse con él, pero las circunstancias lo obligaron. No vió ningún prob...