Sábado en la mañana.
Todo parecía normal como siempre; en una cama cómoda, el clima algo frío. Pero la diferencia de hoy, era que unos fuertes brazos lo abrazaban, dándole una calidez y una seguridad total, haciéndolo sonreír y dejar un beso sobre la frente de aquel chico que lucía tan hermoso en cualquier ocasión. Se lo había imaginado muchas veces, estar así con Junhui, juntos y abrazados en la mañana, y ahora que por fin se había cumplido ese deseo, se encontraba muy feliz, tomando la cara de Junhui con ambas manos para acariciar sus mejillas y dejar un par de besos sobre sus labios tiernamente.
-Buenos días.
Murmuró el mayor con la voz algo ronca.
Minghao sonrió más, dirigiendo sus manos hacia el cabello del contrario, repartiendo mimos y caricias allí también. -Buenos días, bello durmiente.
-¿Dormiste bien?
-Excelente.- Dijo después de un bostezo, abrazando al pelinegro por la cintura. Su olor estaba en la cama, lo podía sentir en toda la habitación, ese olor a vainilla junto a perfume masculino, era un olor que no podía descifrar.
Pero le gustaba su olor, sus abrazos, sus besos.
Tan solo el pensamiento lo hizo alejarse para quedar frente a frente con el mayor y besar sus labios. Sus bocas se movieron juntas al mismo tiempo, con lentitud, disfrutando aquel momento, probando sus labios con devoción y delicadeza, queriendo grabar su sabor para lo que restaba de día.
Jun abrió su boca, permitiendo que Minghao comenzara a jugar con su lengua y mordiera sus labios, mientras que él paseaba su diestra por la espalda del menor. El menor soltó un jadeo, lamiendo los belfos de Jun, subiéndose a su regazo para hacer el beso más profundo y apasionado.
Pero un celular comenzó a sonar con ganas interrumpiendo el momento.
Ambos se separaron con caras confundidas, pero cuando Minghao reconoció el tono, sacó su celular del bolsillo, haciendo una mueca de incomodidad cuando leyó el contacto.
"Soonyoung💜"
Se alejó un poco más del mayor, contestando la llamada, sin querer mirar a Junhui.
-Hao, dioooos. ¿Cómo estás, bebé? Disculpa que no te haya llamado o enviado algún mensaje, es que estuve muy ocupado con todo este tema de las reuniones y esas cosas, ya sabes.- Habló tan alto que Jun logró escucharlo, pero sólo miraba curioso la escena, poniendo a Minghao nervioso.
-Sí, tranquilo. Lo supuse.- Murmuró simplemente, mirando por fin al pelinegro a los ojos cuando sintió como acariciaba su pierna.
Negó repetidas veces con su cabeza, alejando su mano para continuar la llamada.
-Muy bien, ya para la semana que viene iré, así que no te preocupes.
-¿Tan rápido?- Cuestionó de pronto. -Digo, siempre tardas hasta un mes.
Junhui abrió su boca para hablar, pero inmediatamente el castaño tapó su boca con la mano.
-Esta vez es diferente.- Lo escuchó reír, junto a otros sonidos de cornetas y varias personas hablando al mismo tiempo, parecía que estaba en la calle. -Ya me debo ir, cuídate mucho, bebé.
-Igualmente, adiós.- Colgó, dejando el celular sobre la mesita de noche antes de golpear suavemente al mayor, oyendo como se quejaba por eso.
-¡¿Qué hice!?
-¡Ibas a hablar! Loco.- Se levantó rápidamente de la cama, pero Jun imitó su acción, tomando su cintura cuando ya ambos estaban de pie.
-Es que me sorprendió la idea de que Soonyoung durara un mes en reuniones, eso es imposible.
Minghao alzó una de sus cejas, sin comprender lo que decía el pelinegro.
-¿A qué te refieres con "imposible"?
-Es como que mucho tiempo ¿No crees? Si eres profesional, con una semana basta. Cuando Soonyoung fue a Londres para cerrar un negocio yo estaba con él, y duramos como cinco días ahí nada más.
Lo miró sorprendido por un segundo, frunciendo su ceño inmediatamente.
-Es un poco extraño entonces... pero no pensemos en eso.- Alzó sus hombros con desinterés, dándole un pequeño abrazo al mayor antes de alejarse y salir de la habitación junto a él.
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Compartido [JunHao]
FanfictionDe miradas compartidas, besos, abrazos, cuerpos y ¿amor compartido? Minghao estaba comprometido con un joven de gran carisma, divertido y despreocupado. No estaba en sus planes casarse con él, pero las circunstancias lo obligaron. No vió ningún prob...