Después del beso

1.2K 72 67
                                    


- Kaito, ¿qué haces? No tenemos tiempo - le reclamé.

En ese momento la puerta se abrió. Kaito se puso rojo como tomate, se inclinó hacia mí y juntó sus labios con los míos.

Estaba en shock.

-¿Qué demonios significa esto? - gritó una voz.

Kaito se apartó de mí. Pude ver que era el mismo hombre que nos había sorprendido antes.

-¡Ah! - exclamó mi kohai. Entonces tomó una actitud arrogante. - Es usted otra vez. ¿Por qué tenía que venir?

-¡Muchacho insolente! - el hombre se acercó furioso a nosotros y se paró desafiante frente a Kaito que lo miraba de la misma manera.

En ese momento noté que Segmenta intentaba bajar del techo. Liberé mi poder así ella pudo bajar sin problemas, evitando que el señor la notara gracias a la discusión que estaba teniendo con Kaito.

-¿NO LES DIJE QUE TENÍAN PROHIBIDO ESTAR AQUÍ? - el hombre estaba exasperado.

-Lo sentimos señor, no volverá a pasar - dije, intentando calmar el ambiente.

-Eso ya no se los creo. Están en cerios problemas - anunció.

Nos tomó con fuerza de los hombros y nos arrastró hacia una de las exhibiciones donde había alumnos reunidos. Llamó a un profesor y le pidió que lo siguiera. Era un hombre que bordeaba los treinta años, usaba traje y anteojos. Cuando el profesor nos vio abrió sus ojos con gran sorpresa pero intentó disimular su expresión.

-Disculpe profesor, soy uno de los administradores de este museo y es mi deber informarle que está es la segunda vez que atrapo a estos estudiantes fuera de la vigilancia de los docentes y en una zona prohibida para los visitantes.

-Esto... - parecía titubear. Kaito y yo lo miramos con una expresión suplicante - cof cof - tosió para intentar controlar su tono. - Siento mucho las molestias, yo me encargaré de ellos personalmente.

Los profesores habían sido informados de nuestra presencia. Se suponía que no debíamos permitir que este tipo de situaciones ocurrieran y mucho menos poner en peligro al alumnado. Este era el peor escenario para ellos.

-Me parece que su supervisión no ha sido la mejor, así que los acompañaré el resto de la visita para ayudarle a vigilar a este par de rufianes.

Luego de decir eso comenzó a sermonearnos otra vez. Era realmente molesto, pero por lo menos no nos habían descubierto.

Una vez que salimos de la oficina miré disimuladamente al profesor y le agradecí, el asintió y siguió su camino. Llamé a mis superiores para informarles lo ocurrido. Ellos me dijeron que el resto del equipo se tuvo que retirar debido a la condición de segmenta, pero que Lady Liana había entrado encubierta para vigilar que nada pasara y traernos de vuelta.

Me sentí aliviada que estuviera ella ahí. Iba vestida de forma casual, usando unas gafas que cubrían su rostro.

En cuanto a Kaito, me alejé lo que más pude de él. Me sentía incómoda a su alrededor, aunque su mirada me decía que se sentía mal por lo que había pasado.

Estuvimos alrededor de cuarenta minutos más en aquel lugar. Cuando terminó la visita nos dirigimos al auto de Liana. Ella nos entregó unas toallitas húmedas para sacarnos el maquillaje y nos quitamos las pelucas. Mientras el automóvil avanzaba yo iba mirando el paisaje, o por lo menos lo intentaba. Quería evitar mira a Kaito.

-Sempai yo...

-Está todo bien, olvidemos lo que pasó - me apresuré a decir.

Me encontré con la mirada de Lady que nos miraba por el retrovisor, desvié rápidamente los ojos, intentando ocultar mi incomodidad.

¿Qué siente por mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora