Good night

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Kate

– Té de berries con un toque de café y media cucharada de azúcar.

Revuelvo una última vez y deslizo la taza hasta que él la toma entre sus manos. Hace lo mismo con la que tiene él tiene y yo la recibo.

– Cafe con leche, un poco de chocolate amargo e igual media cucharada de azúcar.

Son más de las 2:30 PM y a penas preparamos algo para “despetar”.
Calum insistió en hacerme el desayuno, si así le podíamos llamar, yo no acepté porque también quería hacerlo después de todo él era mi invitado.
Al final como siempre pasa se le ocurrió una de sus ideas para que los dos hiciéramos algo. Él me preparaba un café especial y yo para él un té. Acepté su acuerdo, cerramos el trato con un beso pero el continuo haciéndolos más intensos y tuve que detenerlo para levantarnos.

No había compartido mi cama de esa manera tan íntima, no sexualmente solo íntima, con nadie.
Nunca traje a Jake aquí, yo iba a su departamento, cuando era novia de Michael solo dormíamos una o dos horas y se iba a más tardar a las 2 de la mañana porque la regla que teníamos con Leah no dejaba que los chicos pasarán lo noche aquí. Claro que nos olvidamos de eso cuando Luke tenía que quedarse.

Necesitaba despertar contigo.

Calum pensó que estaba durmiendo pero lo escuché y yo también lo necesitaba. Nada como despertar y escuchar su voz ronca, su semblante desconcertado y su cuerpo tan cerca del mío.

¿En serio Calum está aquí?
En mi casa, del otro lado de la barra que conecta la sala con la cocina...

Donde ahora cada rincón está impregnado con el olor a chocolate también con el aroma de berries del té y el café recién molido como si fuera una vela.

Sostiene la taza con su mano derecha y la lleva a su nariz, inhala el vapor que sale y suspira antes de llevarla a sus labios. Veo como cierra los ojos al terminar de pasar el trajo por su garganta.

– No tengo palabras Kate solo quiero seguir tomando y cuando lo termine beber otro.

Lo caliente del té hace que su voz sea más suave y clara que su tono rasposo.

Yo le quitó la cuchara al café e igual inhaló para percibir el olor directamente.

– Ahora me siento humillado por lo que yo te prepare.

Rodeo los ojos, es extraño ver lo mucho que se echa abajo el mismo, yo lo veía como un hombre confiado. Me lo demostraba cada vez que coqueteaba conmigo aunque fuera de broma.

Mientras doy un sorbo de cinco segundos, el tiempo excelente para que todos los sabores juntos recorran mi boca y por turnos sentirlos por separado donde al final solo queda el del café.

– Si no te gusta puedes decirlo, lo entenderé después de probar el magnífico té que preparas– Bajo mi taza y lo observo sin ninguna expresión.

– Puedes dejar de ser tan negativo y darme la oportunidad de decirte que si me gustó.

Aprecio mucho que Calum me haga cumplidos y diga cosas tan bonitas de mí  pero él también los merece y debería decirle más a menudo porque él significa tanto para mí como yo para él.

– ¿Mucho?

– ¡Si! Me gustan los sabores amargos y que derritieras el chocolate en vez de ponerlo en polvo, lo hizo muy cremoso.
Una vez más diste el toque.

Estar con Calum es tener sorpresas y nuevas experiencias con todo lo que dice o hace.

Me guiñe el ojo como una remembranza a las veces que lo hizo cuando estuvimos en Miami. Después sonríe y me siento como la primera vez que lo ví sonreír. No para mí sino para el mismo porque se siente bien.

La Luna Hizo Esto (C.H) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora