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Tanjiro nunca había conocido el sentimiento exacto de la vergüenza y querer que la tierra literalmente te arrastre a sus adentros para escupirte en Marte.

Bueno, nunca era tarde para su primera vez.

Ahí estaba, Tokito Muichirou, el chico genio de su grado que se salto un año por ser demasiado inteligente, con el cual no tendía a hablar mucho. Aun así, mantenían una buena relación, o al menos eso creía el pelirrojo.

Aunque no era muy común en el, la vergüenza recorrió su cuerpo de forma inusual, poniéndose con las mejillas coloradas de tanta vergüenza que estaba sufriendo en unos cuantos segundo, más una cara de sorpresa que nadie le podía quitar, pues, ¿qué probabilidad había de que tu compañero de clase fuera tu compañero de trabajo en un cafe... peculiar?

Por el lado de Muichirou, el simplemente no sabía cómo interpretarlo; estaba bastante sorprendido, recorrió rápidamente al contrario con la mirada vestido de maid, con las mejillas torneadas carmín y su boca abierta como si quisiera decir algo, pero no salía ni un susurro. No sabía si alegrarse, reírse un poco, ponerse triste o enjorse, ¿acaso debería marcharse? Le importaba poco, pues al fin y al cabo por fin tendría una excusa decente para estar con su persona favorita la cual le había robado el corazón.

Sí, desde que el chico le ayudó en la biblioteca a principios del año pasado no pudo evitar quedarse enganchado con el, buscando excusas decentes para acercarsele; pues al ser un genio en cuestión académica el no entender un tema sería una excusa descarada.

— Hey, Momori... Creo que se conocen. — Acotó Yun susurrando al chico con corte de honguito, que también presenciaba el shock que estaban viviendo.

— No me digas, pensaba que eran desconocidos, definitivamente sus caras no dicen nada de nada. — Contestó con claro sarcasmo, mientras rodaba los ojos.

— ¿Cómo puedes decir algo así, Momo-yah? ¡Se les nota a kilometros! — El pobre ya estaba harto de su trabajo y ni siquiera pasaba el mes, genial.

Suspiró profundo. — Yun, como te quiero mucho, te prestare de mi valioso tiempo y algún día de estos te enseñaré el sarcasmo.

— Okey, Momori. — Asintió, no hizo nada más pues estaba esperando a que Mitsuri dijera algo.

—  ¡Muy bien, espero que se lleven bien! Sigan trabajando como siempre chicos. — La jefa río para después sonreír y marcharse del lugar, después de todo quería que se conocieran y así formar un buen equipo de trabajo unido.

— Tú... Yo... ¿Trabajo? — El más joven empezó a balbucear cosas sin sentido, no podía articular palabra con su bendito 'crush'. Después de recomponer se mentalmente, lo intentó de nuevo y al mismo tiempo sonar normal. — Bueno, al parecer compartimos trabajo, será un gusto poder trabajar juntos.

El menor le extendió la mano y en cuanto sus miradas conectaron, el de ojos celestes sonrió, cosa que rara vez hacía. Tanjiro sintió mucha seguridad al ver su expresión, así que tomó la mano de forma suave y las estrecharon.

— Oh, y hola también a ustedes. — Tokito rápidamente cambió a su expresión neutral de siempre al separar manos y ahora dirigirlas hacía los otros dos chicos que también trabajaban en el café, el más alto se quejo de aquello, mientras que el bajito sarcástico no pudo evitar reír.

« Se le nota a kilómetros, será mejor, una diversión hacia falta en este trabajo. » Fue lo único que pensó Momo al estrecharle la mano entre pequeñas risas que nadie entendía porque se daban.

Después de aquella gran sorpresa, acordaron no decirle a nadie de la escuela en que lugar trabajaban, al igual que Muichirou se pasaba mayormente pegado a Tanjiro, pudo entablar una relación liviana con Momo. Hoy el café estuvo más lleno de lo usual, así que no tuvieron ni un solo descanso, sirviendo mesas, limpiandolas, tomando órdenes y estando atentos de cualquier problema que surgiera.

— Uff, hoy fue un largo día, ¿no? — Comentó Tanjiro animadamente, mientras se desvestir para quitarse el uniforme del café. Muichirou sólo asintió, debido a que también estaba enfocado deshaciendose de su ropa, para portar la suya. — Espero verte mañana en la escuela, podríamos ser amigos, ¿te parece?

— ¡Sí! — Contestó el de pelo azabache largos con un brillo en sus ojos, para después avergonzarse y desviar la mirada, tosiendo falsamente. — Quiero decir, claro, por qué no.

— Bien, ya me voy, ¡Momo-san, Yun-kun, buen trabajo hoy! — Exclamó hacia los otros que apenas llegaban para cambiarse.

Tanjiro inició su camino, para que minutos más tarde percatarse sobre Tokito y él dirigiéndose hacia la misma dirección. — ¿Tokito-kun, por aquí es tu casa? — Habló sobresaltando al más bajito, el cual solo asintió, el arrebol se hacía finalmente presente. El pelirrojo sugirió si tenía tiempo el contrario se hablar un poco en los columpios del parque a una cuadra, de nuevo, Muichirou no tuvo oposición.

— Tanjiro... ¿Yo te agrado? — Los ojos celestes le miraron con tanta curiosidad y desesperación, la cual contrastaba con la mirada calmada de color rubí. Hasta para Tokito la pregunta parecía estúpida, se acaban de conocer no podría decir "Sí, claro."

El mayor pareció pensarlo. — Mmm, claro que me agradas, hoy he visto tu lado más trabajador, mientras que en la escuela eres alguien inteligente y amable a tu manera. ¡Oh! Me acuerdo de este gatito en la calle cerca del colegio, un día te vi tomarlo y nunca más lo vi por las calles, ¿te lo quedaste?

— Síp, me lo quedé, se llama Sakura, era muy bonita no se como la botaron, incluso sin una pata, es igual de ágil. — La gata de pelos blancos y ojos heterocromáticos (uno azul y otro verde), había sido dejada en temporada de lluvia allá afuera, a los tres que observó que nadie la tomaba, Tokito se acercó y la llevó a su casa, aunque su hermano se enojo por una semana, la pudo conservar; esa era la historia de su ahora linda mascota de la cual Tanjiro preguntaba.

— ¿Algún podría ir a verla? — Exclamó con una sonrisa de niño pequeño emocionado. Tokito no pudo evitar sonreír alegre el también. — ¡Claro que puedes! La traeré mañana a la escuela, ¿te parece?

— ¡Sí!

El sol se empezó a esconder, Kamado llegó a un casa y Tokito llegó dos cuadras después. Su hermano le hizo muchas preguntas; ¿Por qué llegaste tan tarde? ¿Cómo te fue en tu primer día de trabajo? ¿Cómo te fue en la escuela? ¿Estás bien? Eran algunas de las preguntas, a las cuales por una extraña razón respondió todas con una cantidad de palabras promedio, con una sonrisa la cual no se la podía quitar nada.

« ¿Por qué estas sonriendo? » Fue la última, a la cual solo pudo responder "Hoy platique más tiempo con una persona especial." Pará irse a correr como una colegiada emocionada por las escalares y tirarse a la cama, sonriendo, lágrimas empezaron a caer.

Lágrimas de felicidad.

© barquitossdepapel

Me tardé lo sé, pero como esta historia no es a paso lento quiero estar segura de que lo que escribo lo máximo posible

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Me tardé lo sé, pero como esta historia no es a paso lento quiero estar segura de que lo que escribo lo máximo posible.

Un poco más y los capítulos empezarán a ser más diarios (cada 2 o 3 días, uwu).

Nos vemos en la próxima.
Barquitos se despide ⨾ ⛵

⁞ '✎... ¡Maid! - KNY [All x Tanjiro] .⃗ ༉‧₊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora